En el vasto erial español queda muy poco margen para el
resuello. Las patochadas, al orden del día, surgen como setas. Crecen y se
reproducen en cualquier lodazal de nuestro hispano bosque. Convertida en selva
cainita, yerma de ideas nobles, depredadora de sus raíces, se entrega al
esperpento. La fauna ibérica fija su timón rumbo hacia lo desconocido. La
brújula desnortada, tan asequible a la manada, se convierte en santo y seña
cual pseudo garante de un viaje a un mundo mejor del que no se tienen noticias.
Si acaso, susurros de rancias leyendas para algunos deseadas.
Nuevos vientos acuden al muladar patrio, cálidos en su
equipaje y en perpetuo zigzag. Lanzan arengas de concordia sobre un confuso
lienzo urbano, al socaire de los contenedores, auténticas trincheras de un
espíritu nacional de nuevo cuño que mediante soplidos tratan de inculcar. La
nueva Biblioteca Nacional tiene sus alforjas.
El otrora seny catalán, adormecido por hierbas del
Montserrat, ha sido sustituido por la alquimia de las aulas. De sus pupitres,
mesías irredentos esparcen venturosas loas en el jardín de barrio a la espera
de una jornada electoral, nuevo deporte habitual, de moda y en auge,
salvoconducto de la ingenuidad.
Su mensaje se ha esparcido por la piel de toro, salva valles
y ríos, montes y mesetas. La jauría domina un mundo feliz en el que durante las
horas de mayor audiencia son valores al alza. Sus frutos cumplen su cometido.
El insomnio se convierte en alucinógena duermevela.
Tiendas y comercios en jornadas de rebajas abren sus puertas
y el gran vendaval embravecido vacía sus anaqueles. La holleja de la uva ha
escupido las horas. Hasta doce veces. Un nuevo año comienza. El gran sainete
nacional, dispuesto en sus bambalinas, lucirá en su apoteosis.
El vuelva Vd mañana de Larra, tan español y penitente
siempre, vuelve de lleno a la geografía nacional. En esta ocasión al servicio
de la patochada cual marca de la casa, mal que les pese por otra parte a
quienes renieguen de su identidad.
1 comentario:
Te asiste la razón. Con todo, aquí, en este desbarajuste de partidos, el que tiene la llave es justamente el candidato que no fue elegido por dos veces. Y como siga con su erre que erre con Rajoy, vamos a caer en el saco de Podemos y que Dios nos pille confesados. Iván
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