La "transición española" cuyo bordado fue considerado como
ejemplar, siendo elogiada dentro y allende nuestra frontera, tuvo sin embargo
dos “remiendos” cuyo perjuicio directo estamos sufriendo en la actualidad. Nada
es perfecto.
Uno de ellos tuvo lugar en el curro de los ponentes de
Gredos, quienes al frescor de sus cumbres caminaron en aras de un consenso que,
tras los años, nos hemos dado cuenta de que en su recorrido, la pifia habitual
les surgió al paso sin advertir de su peligro: metieron en la mochila la
existencia de tres comunidades históricas que si algo deseaban era romper la
armonía existente en nuestra orografía nacional, a lo largo de sus valles y de
sus ríos.
De aquel barro estos lodos. España parece que se rompe, o
más bien bastardos intereses pretenden hacerlo. Otros, de sobra bien conocidos,
como única solución a la sinrazón existente, recurren al dislate de un Estado
Federal, cuando el actual estado autonómico es puro federalismo en su más alto y puro grado.
Otro de los remiendos se produjo tras el fallido intento de
una reconciliación nacional, por otra parte ya lograda en la primera mitad de
los setenta, que jugada a dos bandas, no se aplicó el reglamento. Si la derecha
rompió de cuajo con el franquismo llevando al centro político a los nostálgicos
del entonces llamado bunker, que de facto desapareció del escenario nacional,
la izquierda, en lugar de hacer lo mismo desprendiéndose de un pasado del que
debiera avergonzarse, optó por levantar bandera del mismo, para con los años
retrotraernos a una época en la que el enfrentamiento social de entonces,
tienda a llenar las primeras páginas de la prensa actual, tal y como estamos
viendo.
Dos remiendos que en lugar de cicatrizarlos para siempre, se
hurga sin disimulo en la herida para que produzca el mayor daño, y el pus se
expanda por el resto de la geografía nacional tanto en lo social como en lo
político.
Y en ello estamos.
Que bueno eres julio en lo que escribes le das al clabo
ResponderEliminarHola Vicente, no es que dé en el clavo, simplemente es que narro lo que veo. Gracias por seguirme.
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