Según las encuestas a la opinión pública, la mayor preocupación que aqueja a los españoles es la corrupción política.
Las corruptelas se ejercen por decisiones personales, tanto en cuanto, y menos no se demuestre lo contrario, cada persona tiene su precio, aunque más cierto es, que quien nunca ha sido cajero, jamás podrá presumir de no haber echado mano a la caja.
Las prácticas corruptas tienen su mejor abono cuando haberlas haylas que las ejercen desde las instituciones, como es el caso de los tribunales de justicia españoles.
Sólo se entiende como JUSTICIA aquella que satisface a la víctima y frena al reo. La rapidez en su ejecución irá en perjuicio de quienes optan por apartarse de la ley recurriendo a todo tipo de estrategias, necesitados de tiempo.
¿Cómo se entiende que el Tribunal Constitucional necesite de quince largos meses para emitir un fallo que por su nitidez y clarividencia se puede sentenciar en una día de trabajo, evitando de esta forma que durante tan largo periodo, quienes atentan contra el Estado de Derecho organicen sus naves para manipular a la opinión pública, presentándose como víctimas y sacando rédito a una sentencia que esperan y saben de antemano y que cuanto más tardía sea, más les beneficia?
Tribunal constitucional corrupto: por supuesto. ¿Qué si no acaso?
¿Cómo se entiende que una manifestación urbana termine en una kalebarroca con el resultado final de unas calles envueltas en llamas, más de setenta policías heridos, víctimas de una organizada guerrilla, a la que los agresores acudían pertrechados con puntas afiladas y cantos de adoquines de grueso granito, y que después de ser detenidos sean puestos en libertad antes de las 24 horas para ensalzar su hazaña ante un público enardecido?
¿Cómo se entiende que supuestos casos de corrupción tarden años y años en ser resueltos, que sólo significa un largo tiempo que utiliza el verdadero culpable para poner a buen resguardo su presa, mientras que quien es agraviado sin el menor decoro, sea juzgado y sentenciado por la opinión pública, conducida de forma desvergonzada por los medios interesados en ello?
¿No será que la justicia corrupta que sufrimos es la que abona el campo para estas diarias corruptelas que se han convertido en el pan nuestro de cada día?