Si das una vueltecita por mi Blog, espero sea de tu agrado.

16 noviembre 2015

Y LA TENEMOS PERDIDA


En el contexto de nuestra civilización y en sus últimos cien años, dos guerras mundiales pusieron en jaque los cimientos de la vieja Europa.  Si en la primera fue el caballo el protagonista en los campos de batalla, décadas después, los tanques avanzaban demoledores vía París, arrasando cuanto encontraban a su paso; fue la artillería la que definitivamente dio la victoria final a quienes mejor se habían pertrechado.

Pero todo esto navega por las páginas de la historia. Se nos asemeja tan antiguo, como los elefantes de Aníbal cruzando los Alpes en su objetivo sobre Roma.

Inmersos en el siglo XXI, los satélites espaciales dominan el mundo, acercan los pueblos y el espíritu del mal juega siempre en casa propia, favorecido por una sociedad que se lo pone fácil.

De antiguo, La Cristiandad y tras el renacimiento Europa, nuestra culta civilización, acrisolada por Grecia y Roma, supo dejar de lado tanto las sucesivas cruzadas como las guerras de religión, imponiéndose el Humanismo, la Ilustración, el Constitucionalismo y la Democracia. Doctrinas éstas en la actualidad amenazadas por un fundamentalismo originario de la de "un solo libro", anclada en su particular medioevo.

Aunque no siempre fue un camino de rosas: el fango, especialmente a lo largo del siglo XX, hizo acto de presencia con diversas caretas, algunas más vomitiva que otras, siempre contrarias a la libertad y en la actualidad presentes con sus falsarios maquillajes.

Ahora ha sido París, pero antes fueron New York, Madrid, Londres, Beirut, Bombay, Nairobi, Moscú, Bali, Estambul, Casablanca, Túnez, etc. ciudades que han estado a merced de un kalashnikow, de una mochila olvidada, de un cinturón con dinamita anudado a la barriga de un “lobo solitario”.

Internet es el escenario perfecto para poner en práctica un objetivo germinado por la escisión salvaje sunita/chiita del siglo VII, que ha llegado hasta nuestros días fortalecido por la supuesta defensa de la libertad que sectores muy concretos y conocidos de nuestra sociedad, avivan en su ignorancia y en muchas ocasiones con malicia.

La III Guerra Mundial está abierta y sus batallas se proyectan en las calles de cualquier ciudad. Las trincheras pertenecen al pasado. Dos bandos enfrentados: uno a merced del terrorismo que lo sufre; el otro con la artillería de su Guerra Santa en su ancestral lucha contra el infiel, favorecido por un sector de nuestra sociedad, a la sazón idiotizado en su búsqueda de culpables. El mismo que apoyó la tiranía bolchevique en su persistente genocidio que desde principios del siglo XX aún perdura en nuestra geografía universal.

III Guerra Mundial para un bando Santa, de duración indefinida y por ello pérdida. Tal cual. 

05 noviembre 2015

LOS ESPADONES


Durante el siglo XIX y hasta el periodo de la Restauración Borbónica (las únicas décadas de tranquilidad en los finales de aquel siglo) fue muy frecuente la puesta en escena de los llamados “espadones”. Salidos de los alrededores de la corte isabelina, “sable en mano”, que igual lo empuñaban con la diestra que con la siniestra, de una u otra forma, si algo significaban para España no era más que una forma de “mal gobierno” que en horas de normalidad democrática les hubiese llevado con sus huesos a la cárcel.  Circunstancia que ya se daba desde la vuelta al poder del llamado por el pueblo “el Deseado”, aclamación repetitiva durante todo el siglo XX que se mantiene vigente con gran vocación popular. Con especial entusiasmo tras la guerra civil, que cuales ojos del Guadiana, se observa en la actualidad en forma de “Diada”.

Los espadones y circunstancialmente espadonas, surgen de nuevo, en esta ocasión desde un fétido hemiciclo autonómico -cuyo mayor beneficio en “forma de pelas” y en la cuantía del tres, cuatro o cinco por ciento durante los últimos treinta y cinco años, se ha destinado a un clan familiar con su delfín adosado- con supuestas pretensiones democráticas, en unas leyes cuyo artículo fundamental se basa en el incumplimiento de nuestra Carta Magna, que una dama, Carmen Forcadell, en su martirologio político, se ufana de una legitimidad a la sazón usurpada a la soberanía nacional.

El espadón del XIX se corresponde con el golpista actual.

Cataluña lo tuvo y ahora también. Si en los años decimonónicos lograban su deseo por su privilegiada situación cortesana, la manipulación desde la caja tonta autonómica junto al adoctrinamiento en las escuelas que falsea las páginas de nuestra historia, ellos unidos, escenifican la mayor patochada de nuestros días, haciendo posible un esperpéntico “golpe de estado” fortalecido por una desvergonzada Fiscalía del Estado y ante un inepto Tribunal Constitucional, que más que combatir el despropósito, lo alientan.

Al menos en los últimos años.

30 octubre 2015

JOAN RIBÓ, MARTILLO Y YUNQUE


Joan Ribó abre el balcón de “su ayuntamiento” y desde su cubil lanza al exterior todo lo que en sus miserias se esconde. Las propias de un miserable.

Su actitud no es otra que herir los sentimientos de los valencianos y cuanto más hondos se encuentran,  más los agrede. Joan Ribó es un provocador.

Un día le puso “la soga” a nuestra Senyera y desde los hostiles campos de su estelada, en los que tan a gusto la aireaba, ha llegado al “cap i casal”  con su encomienda de atentar contra la cristiana simbología de los camposantos, a la sazón tan significada para más del 90% de las familias valencianas.

Joan Ribó siempre nadó y guardó sus ropas entre minorías, aunque ahora el traje sin corbata le venga grande en su "Compromís" oportunista, lo que no le impide lanza en ristre y en bicicleta, arrasar sin contemplaciones a una sencilla Cruz o apartar de cuajo para esconderla en un rincón, la imagen de la Geperudeta.

Joan Ribó fustiga a los débiles; en su imaginario se mantienen nubes de humo y fuego surgidas de aquellos tejados de iglesias y conventos de los años treinta que, dicho sea de paso, forman parte de su ideario, cual santo y seña, aunque eso sí sea en rito pagano incrustado en su identidad.

Joan Ribó no se anda con rodeos y por eso elige la bicicleta. Más directo, lo que no significa más cercano,  ha atacado con toda dureza los sentimientos más ancestrales y de evidentes raíces cristianas en las fechas más indicadas.

En los días previos a la festividad de “Todos los Santos” cuando son visitadas las tumbas sagradas por los familiares que, más o menos creyentes, no reniegan de aquello que ahora Joan Ribó les prohíbe.

Si antes declaró su intención de ser alcalde de todos los valencianos, ahora y en su malicia, da a conocer su perversa actitud.

¡Qué por él no queda!

09 octubre 2015

EL 9 D'OCTUBRE



Llega "el 9 de Octubre" y vemos el color rojo en el almanaque oficial que nos indica estar ante un día festivo. Festividad que lo es para la Comunidad Valenciana desde 1982 y que también lo había sido el año anterior, pero sólo para la ciudad de Valencia, antiguo "cap i casal" del Reino. 

Día festivo que reúne muchas casuísticas que nos invita a la reflexión, cualidad ésta no muy acorde con nuestra forma de ser en la que aunque el "pensat y fet" no se corresponda siempre, lo cierto es que ha dejado callo.

Para una parte de los valencianos y por la posibilidad tan frecuente que se produce, la festividad supone el "puente de octubre". Unos días idóneos para alejarse hacia algún lugar de descanso o diversión. Para otros es Sant Dionís y su "mocaora", por lo que acuden a las pastelerías con sus escaparates repletos de mazapanes en forma de frutas, con los famosos "piuleta i tronador" que rompen por una día nuestra dieta alimenticia.

Sin embargo, para un sector representa el día del "nacimiento de un pueblo", como si con anterioridad al "milagroso" día de aquel 1238, Valencia hubiese sido un páramo y de repente el "feliz nacido" hubiera comenzado a caminar por sus montes, valles y llanuras desiertos en busca de su destino. Sector éste para el que más de quince siglos de historia no representan nada.

Para otros es el día que se celebra uno más de los "antes y después" de nuestro devenir forjado en el crisol de la historia, que lo fue alimentada a través del Mar Mediterráneo por el que diversas culturas llegaron a nuestras costas. Civilizaciones que fueron mezclándose unas con otras y que de todas ellas se nutre nuestra idiosincrasia. No puede entenderse la etnología social valenciana prescindiendo de cuantas gentes ocuparon nuestras tierras, depositando en el limo de nuestra historiografía unas costumbres que en gran parte permanecen vivas.

No obstante, hay otra forma de entender el festivo día del 9 d'Octubre. Deviene en conmemoración a cuando en su condición de Cruzada y desde territorios adictos a la Cruz de Cristo, el antiguo reino musulmán fue incorporado a la Cristiandad, tal y como venía sucediendo en el resto peninsular, ansiosos los monarcas de entonces por recuperar la identidad perdida y de acrecentar su poder. Y Jaime I lo consiguió creando un Reino, el de Valencia, en el que cristianos y mozárabes que pasarían a denominarse moriscos, convivieron juntos hasta el siglo XVII, lo que explica la existencia en la actualidad de un variopinto muestrario de modos y costumbres que tienen su expresión tanto en el hábitat urbano como en los usos  huertanos, sin olvidar la lengua valenciana con su singular raíz arábiga que la diferencia de otras romances, originarios del gran legado romano y del que disfrutamos por su variopinta aportación.

Y en la celebración de esta efeméride, la Real Senyera tiene lugar principal concentrándose en ella la atención por lo que representa.

Dígase lo que se diga, hágase como se haga y si galgos o podencos, lo cierto y desde esta última forma de entender la fiesta y por su oficialidad, que el 9 d'Octubre tenga  una connotación religiosa es más que evidente, como se demuestra que cien años después de la Reconquista se celebrara su recuerdo siendo la Catedral el epicentro del homenaje. Como lo fue desde entonces en un rememoración en los sucesivos centenarios y anualmente en el último, salvo en periodos en los que no se llevó cabo celebración alguna por las circunstancias del momento.

Y si en la actualidad resulta ser que tras las últimas elecciones el actual alcalde de Valencia se pronunciase en que iba a ser el de todos los valencianos, la aseveración admite la duda.

¿Lo es de todos, Sr. Ribó?

Por lo visto las palabras del Alcalde valen bien poco, pues ya no lo es de todos, tanto en cuanto ha elegido su particular forma de celebración, dejando aparte el sentimiento de muchos valencianos, defraudados por su actitud, fruto de su ineptitud.  

24 septiembre 2015

ELECCIONES AUTONÓMICAS EN CATALUÑA


El próximo domingo se celebra en Cataluña una jornada electoral propia de una tribu bananera. Hecha la Ley, hecha la trampa. Se corresponde con la gran farsa. Sea cual fuere el resultado, la celebración de una nuevas elecciones a muy corto plazo están cantadas.

Iniciada la nueva legislatura autonómica, no será  posible que la jauría se atrinchere en la misma jaula.

Subyace en el enfermizo vaho catalán un sentimiento nacional abanderado desde la urdimbre de una falsa historiografía elaborada a través de los medios de comunicación y al calor de la aulas de la docencia, donde la "asignatura de la indecencia" se ha impartido en abundancia, con celo y con desvergüenza.

El tan manido eslogan del "derecho a decidir", derecho incuestionable otorgado a la propia condición de ciudadano, tiene el límite legal de que sólo es aplicable cuando lo que se cuestiona corresponde al patrimonio exclusivo de uno. Uno o unos no tienen derecho a decidir sobre aquello que no es suyo. 

Falaz argumento aquel, del que se han valido las huestes pujolianas, aún más interesadas en el 3%, dígase goloso 5%, al considerar al pueblo catalán más facilón para condicionarle como súbdito, que a su protección como ciudadano con capacidad para discernir por sí solo. 

El feudalismo carolingio aflora a lo largo del Llobregat en detrimento del seny catalán que por lo visto ha fenecido.

En juego la soberanía nacional, ésta corresponde al conjunto de los españoles tras un marco constitucional de más de dos siglos, sucesivamente avalada por las continuas cartas magnas elaboradas por la legalidad representativa en cada momento de todo el territorio español, de la que formaba parte los elegidos en la región catalana.

Adquiere especial relevancia el ejercicio de una sutil pederastia que se ha mantenido en las últimas décadas sobre la población infantil de Cataluña en la utilización de sus mentes con ánimo de goce. Convencidos desde la Generalitat Catalana de su eficacia, no han dudado de tan deleznable actitud, dedicando toda su atención  a la mutación de una historiografía que tuvo momentos relevantes cuando la "Marca Hispánica", para su conversión en una sucesiva historia de mentiras, falacias y mezquindades, elaborada desde la alquimia de su detritus.

¿Les habrá llegado la hora de su San Martín?

04 septiembre 2015

EL MAESTRITO DE ESCUELA VICENT MARZÁ, AHÍ ES NADA.


Acto de apertura curso universitario 2015-2016. Fíjense con atención. Rectores de Universidades, Presidente del Consell en el centro, y a su derecha el Conseller de Educación y de otros añadidos con anterioridad "maestrito de escuela". Ojo a la foto, por favor. Mucha gracias.

La alcaldesa de Barcelona, Ana Colau, manifestó no hace mucho que las Leyes que no le gustan no las va a cumplir. Leyes, usos y costumbres en bancarrota pues.

Y lo estamos viendo: banderas que no cumplen lo obligado, himnos con agravios a su letra y contenido, bustos a la papelera de reciclaje, perjurios tras juramentos constitucionales, y como es el caso que me lleva a esta reflexión, en mangas de camisa en un acto oficial entre togas y birretes.

Y lo estamos viendo con el beneplácito de la Vicepresidenta del Consell Mónica Oltra, que, dice ella, se dedica en la actualidad al lavado de banderas, quien también se ha manifestado en más de una ocasión  en su decidida marcha hacia el incumplimiento de aquella Ley que no le gusta.

Y como si pudiera tener razón en el consejo que nos brinda, quizás debiera llevarnos a su aceptación imitando en aquellas de nuestras obligaciones que no nos gustan. Es decir, el incumplimiento sistemático de las Leyes siempre y cuando su ejecución va en contra de nuestros criterios, según consejo de la Vicepresidenta.

¿Acaso por ser Vicepresidenta o Conseller, elegidos por las urnas, les da licencia para ejercer a lo Pancho Villa? Por lo visto el "pan y circo romano" resurge.

La única explicación a tan desvergonzadas actitudes, tan prolíficas en los últimos meses, tanto en sedes municipales como autonómicas, estriba en la Fiscalía del Estado que mira hacia otra parte,  temerosa de ser calificada como facha o casposa por esa izquierda que nos viene mostrando su auténtica identidad: la del zascandil sectario con resabios de malignidad.

¿Y qué decir de las más elementales normas protocolarias, tendentes al respeto y buen gusto ante cualquier acto institucional que el "maestrito de escuela" se pasa por la entrepierna?

El futuro y la salida de la crisis, por lo visto, está en el incumplimiento de aquella ley que no es de nuestro agrado. Nos dicen.

¿Les hacemos caso?

18 agosto 2015

MÓNICA OLTRA, - ¡POR QUÉ NO TE CALLAS!


En entrevista dominical, Mónica Oltra se ha despachado  a su gusto en las páginas de Las Provincias. Aprovechó la ocasión para mostrar hasta qué punto es capaz de llegar todo el entramado de su propia desfachatez. 

Tras ufanarse de haber vencido en la "unidad de la lengua", en su desvarío crónico, lamentaba haber perdido la batalla de los símbolos, lo que indica la razón de su ignominia.

Con su patente de corso, acreditada en los más bajos recovecos de su existencia, salió al paso de los quiméricos "países catalanes", alegando que eran muchas las razones para su existencia. Más, muchas más que la mención que en ocasiones se hace de la Corona de Aragón, decía la Mónica, para ella órganizacion insustancial.

Lamentable el desconocimiento histórico de nuestra singularidad que puede ser entendido en quienes les importa un bledo nuestro pasado, pero intolerable en quién con una presunta formación que no demuestra, aspira al ejercicio del poder político en nuestra Comunidad Valenciana.

Porque lo cierto es que, efectivamente, claro que hay razones que nos unen con Cataluña de forma impoluta. Básicamente tres: haber pertenecido ambas regiones a la Corona de Aragón durante seis siglos, una; la pertenecía al Reino de España, dos; y en su obviedad, una lengua en común: el castellano. Tres.

Por mucho que diga la ínclita (afamada más bien) dama y demás voceros del ancestral ruedo ibérico, sálvense los tres casos citados, no hay nada que nos una históricamente con Cataluña.

Jamás compartimos territorio en solitario, ambas las dos regiones; jamás tuvimos un Rey en común; jamás compartimos Cortes forales; jamás tuvimos leyes comunes.

Y por si fuera poco lo dicho, mientras que en lo social, primero en los condados catalanes y después en  Cataluña, imperaba el feudalismo, en Valencia lo que residía era el señorío.

Y en cuanto a lo económico, mientras Cataluña se ha venido beneficiando del proteccionismo (España nos roba, qué jeta), Valencia se ha visto sometida a los vaivenes del librecambismo.

En una palabra, no hay nada que nos una. Ni tan siquiera nuestras lenguas maternas, porque si el catalán ha ido evolucionando de la occitana lengua, influenciado por el francés, en cambio, el valenciano, se ha ido enriqueciendo del árabe; asentamiento morisco que se mantuvo hasta el siglo XVII. Digan lo que digan los apesebrados de ese virtual sustrato denominado con muy poca inteligencia "comunidad lingüística internacional", dicho sea de paso, creada por encargo.

Como diría Juan Carlos I y con más razón que un santo:

¡Mónica Oltra! - ¡Por qué no te callas!


13 agosto 2015

VICENT MARZÁ, CATEQUISTA CONVENCIDO.



El Siglo de las Luces significó un antes y un después en la historia del Universo. Fue el también llamado de la Ilustración, en el que se llegó al convencimiento que sólo desde la observancia de la naturaleza se podía  llegar a la razón, a su mejor conocimiento, y a través de este camino llegar al origen de aquellos efectos que desde el principio de los tiempos se venían produciendo.

Las creencias religiosas, sus doctrinas, quedaban aparcadas en su diversidad, al considerar la razón como fundamento único basado en la gravitación universal que de forma exacta se mostraba.

Fueron los Ilustrados quienes llegaron al convencimiento que a la razón sólo se podía llegar desde la  libertad de expresión y en su cauce parlamentario, apartando de la vida social el poder absolutista. Libertad de expresión que se iba a desarrollar a través del Enciclopedismo que vería su mejor fruto en la Revolución Francesa de finales del siglo. El camino a la razón quedaba expedito. La libertad para discernir parecía quedar asegurada, aunque... sería por el momento.

Pasó un siglo y en sus finales, aparecieron los nacionalismos. Giro copernicano que iba a significar en el futuro el intento de aparcar en el olvido los principios básicos de una Ilustración, sustituidos por unas nuevas creencias que ya no iban a ser fruto de la observancia sino del adoctrinamiento, cuyo mejor y más rentable cauce no iba a ser otro más que el escolar y desde la infancia.

Los Derechos del Niño reconocidos en su capacidad para desarrollarse mental, social y moralmente con libertad y dignidad, iban a quedar en entredicho, tal y como estamos viendo y de forma más próxima en la España de los últimos treinta y cinco años.

Este ataque a la dignidad de la juventud, por si no estaba claro, queda diáfano con las declaraciones del "maestrito de escuela", Vicent Marzá, Conseller de "Educación" y otros añadidos,  que de forma rotunda se expresa asegurando que todo es "cuestión de tiempo", al tiempo que "libera" a 150 profesores de los llamados piratas para llevar a buen término su objetivo: esclavizar a la juventud en perjuicio de su capacidad para discernir, mediante catequesis e imaginarias doctrinas.

Auténtico genocidio cultural al que los nacionalistas se dedican aprovechando el analfabetismo existente en una población desnortada y fácilmente utilizable.

Vicent Marzá y Compromís, partido al que se debe, no vienen de aquel movimiento ilustrado en beneficio de la razón y de individuo, sino del decimonónico que ha provocado enfrentamientos, guerras, asesinatos y terrorismo.

Lacras de las que todos hemos sido testigos, aunque sea en la hora de las urnas, cuando, haberlos haylos, que miran hacia otra parte dando su voto a tanta perversidad. Lamentable.

11 agosto 2015

COMPROMÍS, DE FACTO GOLPISTA.



Compromís tiene un problema cultural de gran calado que obedece a una de sus muchas contradicciones. Como partido constitucional forma parte de las propias instituciones que la Carta Magna establece, fruto de unas elecciones a las que libremente ha concurrido.

Leyes constitucionales que llegado el caso se pueden modificar de acuerdo a los procedimientos existentes. Pero no antes.

Sin embargo, instalado en las celdas del poder, se debe a sus normas y a su cumplimiento, aunque tengamos dudas que lo haga bien en la función de zánganos o en la acostumbrada y falsa oferta de abeja obrera.  

De esta guisa  y por lo visto en Compromís y por sus palabras y hechos, las leyes están hechas para no cumplirlas. Actúa como si de "un fuera de la ley" se tratase, y con la patente de corso que cualquier pirata o filibusteros se otorga.

Problema cultural de gran calado en su divorcio con la historia. 

Si las vías públicas están para tomarlas en la antesala del poder, en la acción de su cometido y ya en las alcaldías, su objetivo no es otro más que el incumplimiento del marco legal vigente.

Otrora amigo de las banderías y del enfrentamiento con las fuerzas del Orden Público, en la actualidad, Compromís, henchido de su poder absoluto, dueño de imaginarios dominios forales, arrambla contra la bandera española que las ordenanzas obligan a su lucimiento en los lugares obligados. Opta asi por su desalojo, y ubicación en el interior de su propia ruindad.

Compromís, un partido político acrisolado por Mónica Oltra  (no reñida consigo misma sino con la historia) que desde sus irresponsabilidad está llamado a convertirse en el fiel reflejo de su propio esperpento.

31 julio 2015

MÓNICA OLTRA, SU PARIPÉ.


Lo suyo no son ni las distancias cortas ni las largas. Recientemente la hemos visto en un programa televisivo, tertuliano, de audiencia nacional, donde perdida como un pulpo en una garaje se la escuchó vacía de contenido,  sin mensaje, dicharachera acerca de estivales banderas azules cuyo sentido nadie entendía, y muy fácilmente mejorable para una mejor presencia. Aunque tras el arreglo hubiera seguido siendo ridícula.  Porque el ridículo es lo que hizo.

Mónica Oltra sin camiseta de perro flauta no es nadie. Lo suyo es la insidia, el exabrupto, el golpe de voz soez, tabernario, la mentira. Cuando frunce los labios surge de ella el peor de sus instintos cocinado en los derrames de su cerebro.

Como portavoz del Gobierno autonómico,  no se la espera en busca de la noticia, sino para ver sus ojos, los del esperpento. La chica de la pelicula como reclamo de cartelera. Sus ojos, cuando denotan ira, están en su ambiente. Si se muestran tranquilos, nada tiene que decir.

Alcanzó "fama y prestigio" en el atril de Les Corts que utilizó como si de un antro de putiferio prestado se tratase; eso sí, con vaso de agua mineral al lado que, sin embargo, no lograba limpiar sus labios. Ni siquiera filtrar su voz, siempre acompañada de sapos, de culebras.

Mónica Oltra, hasta hace poco, lo fue en estado puro, ahora juega al trilerismo ante un público dispuesto al paripé. El suyo.

29 julio 2015

JOAN RIBÓ, ¿ALCALDE DE TODOS?


La procesión cívica del 9 de Octubre tiene su origen en aquel mismo día del año 1338 cuando se cumplía el primer centenario de la reconquista de Valencia para la Cristiandad.

Desde entonces y en agradecimiento a la gesta se ha venido celebrando el acto con visita a la Catedral y en acción de gracias, con la participación de los Jurados (en los años de su existencia) los Gremios y los ciudadanos, a lo largo del acontecer histórico.

Esta es la razón de la existencia de una festividad cuyo punto más emotivo es la bajada de la Real Senyera desde el balcón municipal, en un itinerario que se vio modificado tras la instalación del monumento a Jaume I de Agapito Vallmitjana en 1891, tras la decisión municipal de engrosar la procesion con un emotivo homenaje en el Parterre. Hasta ese año la ruta procesional se limitaba a la visita catedralicia.

A excepción de los años en los que la vara de mando del clan socialista, en las ultimas decadas del pasado siglo, desvirtuaba tan generoso acto de gratitud.

Y ahora volvemos a las andadas, aunque en bicicleta. Joan Ribó quien dijo que iba a ser el "alcalde de todos", no aclaró, sin embargo, que este anuncio era hecho más bien o algo así como por imperativo legal, al que sin embargo y en la oscuridad de su mente, ya tramaba la mentira.

Se escondía en ello su razón de ser, que no es otra que la falsedad en sus actos. Por eso mismo es de Compromís.

Y no es que falte a su diríamos promesa, sino a la verdad, manipulando la historia. 

Dueño de sus complejos, Joan Ribó, no tiene la suficiente talla moral, ni personal, ni de grandeza de espíritu para abandonar en su mochila las rancias muescas de su perfidia.

Y si en el a Dios, lo que es de Dios, y al César lo que es del César, se configuran las reglas del buen gobierno, tampoco hubiera estado de más haberle exigido al presunto "Alcalde de todos"  un gesto garante de su intención, que ya se nos antojaba falsa.

Misión imposible de encajar en una organización política cuyo único argumentario tiene dos componentes esenciales: la insidia y la mentira.

28 julio 2015

LA SOGA


Tal día como hoy. Media mañana de un caluroso día de asfixiante trato al que no nos queda otra que irse acostumbrando. Dios aprieta, pero no ahoga. Dicen. 

En cambio, una soga.

Por sus obras los conoceréis, dice la cita bíblica. Son como sepulcros, blanqueados por fuera pero llenos de cieno por dentro. Corresponde a otra mención bíblica que venía a calificar a aquellas personas cuya actitud se forjaba en lo miserable, no exentos por la halitosis de su mezquindad.

Y para las horas de PAN Y CIRCO que se nos ofrece, el atrezo de lo ruin y de lo malvado no podía faltar en la escena.

Compromís, fiel a su estilo, no tiene el menor decoro para ofrecer a la opinión pública su verdadera calaña.  Ni se inmuta.

Puertas abiertas al balcón municipal para que el pueblo, ansioso de PAN Y CIRCO, averigüe hasta dónde son capaces de llegar en sus deseos de enfrentamiento ciudadano, a lo que se dedican.

De lejos, desde cualquier punto de la plaza del Ayuntamiento, en esta mañana de julio, la Senyera comparte palco con la bandera española y la europea. Todo es normal, digno y saludable.

Pero ya en el balcón y desde el mismo, el decorado cambia. Dos banderas estiran sus telas del mástil por la acción del viento, mientras que nuestra Senyera no puede. Su deseo es impedido por una envolvente soga para que no pueda estirar sus brazos de orgullo y amistad.

El Ayuntamiento de Joan Ribó abre sus puertas. 

Joan Ribó se esconde, la Soga, en cambio, aprieta.

Pasa pueblo, pasa.

25 julio 2015

VICENT MARZÁ, ADOCTRINADO DE CUNA


Vicent  Marzá, el "maestrito de escuela" en entrevista a Las Provincias se sincera. Con luces y sin sombras. Toda una vida, aunque por razones obvias corta, dedicado a involucrarse en la defensa de lo que considera "su pueblo", aprovechando el tiempo con sus muchas aportaciones a la Gran Enciclopedia Catalana cuyo objetivo político es incuestionable: los Países Catalanes.

Y su decisión no es producto del adoctrinamiento escolar, declara, sino fruto del seno familiar en cuyas creencias le instalaron sus padres.

Un bello cuadro hogareño con pinceladas patrias sobre un lienzo de ensueños.

Qué más noble que unos padres dispuestos a inculcar a un hijo una tabla de valores éticos, de una moral sea laica o sea religiosa, que le sirva para caminar con provecho en aras a su mejor desarrollo personal.

Pero no es este el caso en al ámbito familiar de nuestro "maestrito de escuela".  Sus padres, al menos así nos consta por lo que él mismo dice, e independientemente de otros valores que Vicent Marzá no menciona, lo instalaron en una creencia histórica en la que fijaron la fecha de su inicio en el año interesado para su particular pelicula.

Y esto ya no es inculcar unos valores que la buena crianza de unos padres obliga. Esto es simplemente coartar la libertad individual de la persona, colando en su mochila y desde el poder circunstancial que los mismo padres se otorgan, un credo al que obligarse.

"El nacimiento de un pueblo". 

Manida frase tras la que se esconde de forma rotunda la razón para el más puro adoctrinamiento, ocultando gran parte de nuestra historia de XV siglos, a su vez la más importante por las diferentes culturas llegadas a nuestra tierra, acrisolando la personalidad valenciana con rasgos que en la actualidad la hacen diferente. 

Y no por ello desgajada de un tronco vertebrador de rica savia, cuyos frutos o testimonios aún permanecen incrustados en la vida social y urbana de lo que ahora conocemos como Comunidad Valenciana, con más de XXIII siglos de viva historia.


Y si los padres de Vicent Marzá quisieron fabricar una nueva mente a su semejanza, ahora el "maestrito de escuela" opta por más de lo mismo, adoctrinando y manipulando al ser débil e indefenso en las aulas escolares. 

Lo que él mismamente un día fue y sin posibilidad alguna de discernimiento.

21 julio 2015

LA CRISIS


España en la actualidad está en crisis, económica, social, nacional y en la docencia. 

La Convivencia entre españoles está en crisis. La Partidocracia está en crisis. La Democracia, nuestra Democracia está en crisis. La Judicatura está en crisis. Los Medios de Comunicación están en crisis y su salvación consiste en la oferta sensacionalista, que no informativa. La Juventud está en crisis. La Sanidad está en crisis. La Docencia está en crisis. Los Servicios Públicos están en crisis. Los Sindicatos están en crisis. 

Las empresas, medianas y grandes, están en crisis. La Constitución,  nuestra Carta Magna, está en crisis. Los Autónomos están en crisis. Los Partidos Políticos están en crisis. La Familia está en crisis. Los Valores Cristianos están en crisis. Nuestra Cultura Occidental está en crisis. El Conocimiento de nuestros orígenes está en crisis. Las leyes de Primera y Segunda Enseñanza están en crisis. La Actividad Industrial está en crisis. La confianza en el futuro está en crisis. La Seguridad en la calle está en crisis. La garantía de las Pensiones está en crisis. Las Ideologías están en crisis. 

El futuro de nuestros hijos y nietos está en crisis. El campo, la agricultura está en crisis. La pesca está en crisis. Las ONGS están en crisis. La industria del mueble está en crisis. Las Editoriales están en crisis. Los Valores Eticos están en crisis. Los Gobiernos Autonómicos están en crisis. El Senado está en crisis. El Congreso de los Diputados está en crisis. El Tribunal Constitucional, en su lentitud, está en crisis.  Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado están en crisis. Los Servicios Básicos están en crisis. Las Universidades están en crisis. Los Universitarios están en crisis. La España de las Autonomías está en crisis.

España está en crisis, cultural, social, política, judicial, económica y educativamente hablando.

En cambio, los Nacionalismos, y las Entidades Separatistas por ellas mismas denominadas culturales (faltaría más) están en sus dorados años, Exultantes, al tiempo que el éxito en el adoctrinamiento escolar a las últimas generaciones resulta Espectacular, mientras que la fe del alumnado por las enseñanzas recibidas se corresponde en proporción directa a la fidelidad ante la Catequesis ofrecida como Dogma inquebrantable. 

Nunca jamás y con tan mínimo esfuerzo, la juventud aprendió tanto y con tan muy buena nota.

En 1978 los Ponentes Constitucionales y desde el Parador de Gredos habían acordado sibilinamente la existencia de unas “Comunidades Históricas”, donde un extraño viajero allí alojado,  convencido de la teoría de Joseph Goebbels, tomaba buena nota de ello.


En la actualidad, España es lo que se ha pretendido, un concepto vacío de contenido que desde las aulas y con gran éxito se ha explicado al alumnado con meridiana claridad.

En la actualidad, alojado en un nido de buitres, el extraño viajero sonríe guarneciendo en su mochila una muy buena dosis de yesca y pedernal. 

30 junio 2015

VICENT MARZÁ, MAESTRO DE ESCUELA


Vicent Marzá, de profesión maestro de escuela, profesor de inglés; treinta y dos años y dirigente de "Escola Valenciana". Poco, muy poco bagaje para un recién nombrado Conseller de Educación, a la sazón en una Consellería proclive a otros aditamentos, como son los de Investigación, Cultura y Deportes.

Pura "tocata y fuga de lolita" porque lo suyo, en Vicente Marzá, es la unidad de la lengua, la estelada y “los paisos catalans”, aunque estos y de momento, los ponga en barbecho.

Sé de qué les hablo.

Vicent Marzá es un souflé hecho a conciencia en el obrador del esperpento. Alquimia imaginaria acuñada con el más profundo desconocimiento de nuestra historia, producto del adoctrinamiento escolar, certificado por eso que llaman la "comunidad lingüística internacional" que resulta ser un sectario banderín de enganche al que se acogen los desnortados.

Y es que el conocimiento de nuestra historia se ha convertido en las últimas décadas en un cambio de cromos adulterados. Lo que explica la existencia de una juventud a la que nada resulta más fácil que embutir un ideario político, tan falso como de confrontación ciudadana, salpimentado con dosis de odio a España en mayor o menor grado, como es éste en la Comunidad Valenciana. Al menos, por ahora. 


Y aquí tenemos a Vicent Marzá y lo que él representa. Conseller de Educación como gran logro de Compromís. Toque de fagina. El pesebre abre sus puertas. Pasad y redimiros.

09 febrero 2015

LOS NUEVOS INDIANOS

los indianos (2)Podemos. Cada vez sabemos más de ellos. Ya sabíamos la cueva de su origen. Una universidad, la Complutense, que en el mundo de la docencia tiene por delante más de ciento cincuenta claustros universitarios que la aventajan. Ahí es nada.

Se explica en parte la razón que sean los pasillos de la universidad madrileña los que se han convertido en cárceles de la memoria, donde mentes juveniles están encarceladas por mesiánicas promesas. Véase a vuelo de cron en el supuesto caso que la guardia pretoriana permita la entrada.

¡Listo el Hugo Chávez! Se enteró un día de su existencia y de quienes estaban dispuestos a cruzar el charco para “hacer las Américas”.

Conseguido su primer objetivo de cambiar la Constitución venezolana para perpetuarse en el poder, sólo le quedaba llenar sus propias arcas para el pueblo, pero sin el pueblo.

Como nación exportadora de petróleo y de primer orden, cobra lo que suministra; pero al poco tiempo aparecieron torres humanas necesitadas de lo más esencial para una supervivencia, que dicho sea de paso no encuentran. Televisión secuestrada y oposición entre rejas. Aire fresco de libertad, dicen.

Y el Hugo, como ahora el Maduro, negoció con voceras dispuestos a pregonar falsas excelencias caribeñas a cambio de que en su beneficio quisieran las Américas.

Puro trueque mercantil facturado a extrañas empresas, expertas en defraudar a hacienda. Si me elogias te hago de oro. Dijo un día Hugo a Monedero quien le contestó ipso facto ante semejante Visa Oro, poder puedo: ¡Podemos!

Podemos sale a escena pero por las catacumbas de la insidia a golpe de tuerca. Y en su camino, el núcleo duro de podemos será la nave de la desvergüenza.

Transmiten cánticos bolivarianos con abrazos de hermandad dividiendo a una parte de Europa que ahora llaman del Sur. Cobran minutas a precio de oro que nada tiene que ver con lo que reciben profesores docentes que ejercen desde la decencia.

Nuevos indianos emergen con trasnochados "cuentos del abuelo" que cuelan a un público entregado rendido a sus pies, cuales viejas adhesiones inquebrantables, que, hubo un día, llenaron calles y plazas al calor del rebaño.

07 enero 2015

DE LA LEPRA A LA CASPA CATALANISTA

lepracatalanista

Vicente Blasco Ibáñez en el año 1907 y desde su diario republicano El Pueblo alertaba entonces de la  peste catalanista.

En la amenaza tanto endógena como exógena, advertía de los peligros que para los valencianos de su tiempo podía suponer, en un artículo de portada que viene al pelo en nuestro diario acontecer. Y entonces como ahora, también existía un grupo de "tontos útiles" (les decía) quinto columnistas en fin, a quienes Blasco Ibáñez definía como “catalanistas”, demostrando una clarividencia tal, que sólo lo hechos y el tiempo le han dado toda la razón.

Un siglo después, persiste el engaño y lo que realmente amenaza a nuestra personalidad, ya no es la peste, sino más bien “la caspa” que se ha venido filtrando en nuestra sociedad. Y lo ha hecho de forma cobarde, lamentable y desleal, a través de los más desprotegidos, en sus propias aulas de estudio, sirviéndose de la inocencia de los pequeños alumnos a quienes utilizan en su beneficio. Lamentable.

Ya no es pues la peste, sino la caspa. Ese mejunje que desde las hombreras se ha ido filtrando en las mentes de un sector de la sociedad valenciana para formar parte de unas creencias que han ido tomando cuerpo, como dogma de fe.

Una caspa que no tiene reparo alguno en construir el mayor genocidio cultural hacia nuestra identidad, tachando en su credo de un plumazo más de quince siglos de nuestra propia historia.

Blasco Ibáñez y en su primer trayecto literario se subió al carro del movimiento costumbrista de la época, interpretando a la perfección la problemática de la huerta, del mar y de la ciudad en unas narraciones que se excedían en su cometido, trasladándose también al ámbito de lo social. Y cuando quiso contar a sus lectores las originarias costumbres de nuestra tierra, se trasladó a Sagunto, donde, y desde “Sónnica la Cortesana” se ha ido acrisolando nuestra forma de ser  con sus raíces iberas,  griegas, fenicias, romanas, godas y más tarde musulmanas, de cuyos vestigios permanecen huellas que son visibles paseando por nuestra ciudad y su entorno.

Ahí está el origen de nuestro pueblo y no en siglos después con la alquimia del engaño por parte de unos cuantos investigadores forales que practican la técnica del bonsái.

Ni en territorio, ni en Reyes, ni en Cortes, ni en Fueros, ni en lo económico, ni en lo social, Valencia y Cataluña han compartido proyecto alguno por más que inventen los mercachifles del autobombo, portadores a la sazón de un ombligo con ínsulas imperiales.

¡Que inventen ellos! Decía Miguel de Unamuno. 

Mucha, mucha caspa es la existente, deseosa por dividir a una sociedad valenciana, mayoritariamente española, que tiene muy claro cuál es el propio sentimiento arraigado en la población, que en su molestia para algunos y de forma ruin tratan de eliminar para sustituirlo por un proyecto condenado  al fracaso. Pero del que mientras tanto se alimentan las “víctimas” de aquella “peste catalanista” que denunciara hace un siglo nuestro más universal escritor en prosa española y por ello mismo, valenciano de pura cepa.

"Victimas" que no tienen ningún escrúpulo en remar hacia una sociedad dispuesta al enfrentamiento y sólo en beneficio del sectarismo de sus talibanes.