Les decía tras el adelanto electoral anunciado por José L. Rodríguez Zapatero que el mismo estaba ceñido a un periodo que iba a dificultar para el nuevo Gobierno la presentación de un presupuesto de acuerdo a las necesidades económicas. De paso me preguntaba que cuál iba a ser su próxima y última maldad, pero sin hacer alusión a la penúltima. Que de todo ha habido.
Pero todo esto ya corresponde al pasado. Tras su “espantá” de los ruedos demos tiempo al tiempo, que ya se encargará éste de dejar en el negro sobre el blanco las páginas de nuestra reciente historia protagonizada por el político más nefasto, más incompetente, más insidioso y más sectario que ha ocupado un escaño en el hemiciclo de la Carrera de San Jerónimo desde la transición democrática. Sólo de sus leones que decoran la entrada, no se conoce el menor gesto de espanto ante tanta ligereza en sus años de Gobierno.
El pueblo español ha hablado y aprovechando la ocasión ha colocado al PSOE en el puesto que le corresponde debido a un gabinete tan ineficaz como torpe y embustero. En el fiel de la balanza del que ZP buscaba la “Ley de Igualdad”, sólo encontró el sostén para unas alforjas por cuya urdimbre huía lo poco de bueno que en ellas se encontraba.
Si las encuestas nos han venido vaticinando por unanimidad aplastante la mayoría absoluta de Partido Popular, su logro nos indica que no iban erradas, pese a los últimos coletazos de incitación a la “pelea”, embrollos y malas artes que la izquierda sibilina ha utilizado tantas veces como le ha venido en gana tras sus más de ciento treinta años de historia.
El pueblo español ha hablado y harto de tanta “amenaza”, ha optado por la aptitud, por la seriedad, hastiado del donde dije digo, digo diego y “del que no todos somos iguales”.
¡Pues claro que no! Ni falta que hace. ¡Ay, Alfredo! Calladito y por las cloacas eras más eficaz para los intereses de un partido alimentado de tus mentiras.
En la Comunidad Valenciana y como es de rigor, los del “País Valenciano” (una mentira más que no les cuela y de la que no aprenden) nuevo batacazo y en vuelo libre hacía su propia destrucción. “Crónica de una muerte anunciada”; punto y aparte.
De lo que se aprovecha Izquierda Unida, que más que lo que su nombre indica, es el clásico eufemismo de un pasado que intenta maquillar.
Desgraciadamente, los del Compromís han logrado transmutarse al Congreso al que acudirán con sus números de circo, sus insultos y sus esperpentos, tal y como lo han venido haciendo con su paranoias en las Cortes Valencianas.
Me alegro por el escaño conseguido por Toni Cantó, que por correcto y educado, al menos se lo merece.
Nota. Mi reloj de Windows Profesional indica las 18,15. Es el más exacto que tengo; créanlo.
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