Cuánta desvergüenza ¡Pardiez!
Qué cinismo ¡Rediez!
El otrora instigador por las cloacas de la Justicia, quién todo lo sabía porque todo lo vigilaba, tiene la miseria humana de pedir la dimisión de Mariano Rajoy como Presidente de Gobierno.
Y no la pide por el elevado número de parados cuya cuenta a velocidad de Fórmula Uno se inició cuando ocupaba un puesto de especial relevancia en su tarea de Gobierno.
Y no la pide por el deterioro de la economía cuya caída acelerada fue bajo su impulso.
Y no la pide por el deterioro de la banca cuya responsabilidad en su inicio la tuvo quien gobernaba el Banco España por deseo socialista.
Y no la pide por el deterioro en el sentimiento español, toda vez que en los ocho años de su legislatura ya se encargaron de sentar las bases para una desmembración nacional con la astucia del engaño.
Y no la pide por el engaño de las preferentes iniciado bajo su mandato; ni por el problema de los desahucios que dejaron al capricho de la banca sin instar ninguna medida que los frenara.
¿Cómo va a pedirla por todas estas razones, más que suficientes para abandonar el poder, cuando fueron los propios socialistas quienes dieron el empuje a un descarrilamiento social, económico y cultural que Mariano Rajoy trata de frenar envuelto en dificultades?
No, por ninguna de estas razones. Que de utilizarlas sólo significarían la bajeza moral tan arraigada en el socialismo español, aún más latente cuando se escora a los grupos radicales que actúan al mandato del izquierdismo español.
Y al no poder hacerlo, pues en tal caso su ruindad quedaría sobradamente expresa, lo hace porque un miembro del Partido Popular en un puesto de responsabilidad ha amasado una fortuna que por no estar claros sus orígenes ha ingresado en presidio.
Cuánta desvergüenza ¡Pardiez!
Y recurre a su uso cuando un Ministro de Fomento está apartado de la vida política, como escondido, por su enriquecimiento ilícito. Cuando la Junta de Andalucía es un nido de corrupción con un Ministro del Gobierno del que formaba parte está imputado por diseñar la posibilidad de la utilización fraudulenta de millones de euros del socialismo andaluz en perjuicio del obrero parado.
¡Qué cinismo, ¡pardiez!
Basta recordar la andadura del socialismo español, la de su verdad histórica, para saber que si en los últimos casi ochenta años algún ministro español ha ido a la cárcel, lo ha sido de filiación socialista.
Sucedió en los años treinta durante la II República; igualmente en los años 80 cuando se hicieron con el poder y es la hora en la que dos Ministros socialistas están en la posibilidad de ello.
¡Cuánta desvergüenza ¡Pardiez!
4 comentarios:
¡PARDIEZ!, es poco.
Que menos que ¡PARDIECISIETE!
Iván
Tienes toda la razón Ivan, hasta con parcientes veces nos quedariamos cortos para denunciar todas las tropelias de estos personajes.
un abrazo.
Julio me has rejuvenecido porque no había vuelto a leer la exclamación de !Pardiez¡ desde que leía "Roberto Alcázar y Pedrin" o "El Guerrero del Antifaz".
Rubalcaba es que es todo un caso de perdida de la memoria reciente, creo que hasta el mismo se lo cree que no tienen nada que ver con el gobierno anterior. Entonces que les queda, pues tratar de mover la silla, a ver si puede ganar algo de lo que no puede por las hurnas.
Marcos, pues me alegro que ello te haya rejuvenecido. Lo interesante sería que también sirviera para refrescar la memoria a aquellos que sabiendo lo cierto de lo que manifiesto, miran hacia otra parte buscando mentiras y mezquindades con el único objetivo de deteriorar la convivencia en nuestra sociedad a sabiendas que ello les da votos.
Qué pena.
Saludos.
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