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29 octubre 2010

BALNEARIO TERMAS PALLARÉS

Terma Pallares

Un chorro de agua caliente que sigue brotando de las entrañas de la tierra fue el que tuvo la culpa. Tras más de dos mil años de existencia, al menos que se sepa, fiel a su quehacer, ha ido escribiendo día a día el fango de su historia.

En la Hispania romana, allá por el siglo II d. C. un camino unía dos de sus más importantes ciudades: Cesar Augusta y Emérita Augusta. Al paso por Medinaceli, la puerta romana de tres arcos, cuya construcción data de entonces, situada en lo alto del cerro como lugar de entrada a tan vetusta ciudad, es uno de los muchos testimonios del legado romano que aún conserva todo su esplendor pese a los arañazos del viento. Ruta y vestigio de un pasado que atravesando llanos, montañas y venciendo abruptos caminos dio fruto a un proceso de romanización que hasta la caída de Imperio Romano de Occidente se dedicó a la realización de sólidas y necesarias construcciones que, en la actualidad y con la consideración de históricos monumentos, se mantienen intactos venciendo el látigo del tiempo. Al igual que la creación de asentamientos que dieron lugar a nuevos núcleos urbanos, muchos de los cuales perduran en la actualidad.

Una fuente termal que a 35º brota de la tierra y lo hace desde aquellos años. Su descubrimiento por los romanos les sirvió de descanso a las huestes que al abrigo de sus elevados peñascos asentaron sus tropas en el lugar hoy conocido como Alhama de Aragón, así como al logro del placer de las aguas al que estaban habituados. Siglos más tarde y con el mismo fin, fue igualmente utilizada por los musulmanes que reconocieron el lugar como Al-Hammam: “los baños”, del que viene el actual nombre a tan bello enclave aragonés.

Aquel brote de calientes y medicinales aguas ha configurado el único lago termal de España dentro de un parque frondoso que ha dado vida al centro del salud Balneario Termas Pallarés, construido a mediados del siglo XIX, cuando la moda de estos complejos se impuso en España al servicio de la sociedad alto-burguesa y al abrigo de la realeza. La proliferación de centros hoteleros de sabor palaciego y líneas neoclásicas afloraron junto a otros nacimientos termales, muchos de los cuales se mantienen acomodados a las exigencias actuales y puestos al servicio de quienes buscan el descanso, la relajación de sus músculos y en definitiva, la mejora de su cuerpo, aliviando el estrés que a diario nos acecha.

Terma Pallares1En Termas Pallarés, el bañista que disfruta de las cristalinas aguas del lago observa la presencia de una legión de pececillos que se pierden a ras del caliente fondo, al tiempo que hacen las delicias del paciente nadador, dispuesto y complacido a la picada del hambriento pez; pequeños animalillos que a la búsqueda de su alimento lo encuentran también en las pieles muertas de los pies del tranquilo caminante entre las aguas del lago y que a su calor se relaja; o ven frustrado su intento si por un temor inexistente, quien goza de la estancia, retira su pie.

El otoño deja sobre las aguas las hojas secas de la arboleda que cercan al lago, así como la de sus dos pequeñas islas. En una de ellas, la que ocupa el centro lacustre, un templete, antiguo palomar que hace de vestuario, alza y deja su impronta decimonónica sobre un pequeño jardín gustosamente decorado con un fuente que emerge de un alberca acompañada a su rededor de estatuas de emulación romana que recuerdan su documentada presencia, y que a la sazón y a la orilla del lago, mediante un fila de hamacas, da ocasión al descanso con el goce de un baño de sol y el disfrute del paisaje que lo circunda.

El chorro de agua alimenta al lago, y la temperatura de sus aguas cálidas dan lugar a que sobre su superficie una nubecilla de vapor se rompa ante la presencia del nadador que bracea o camina hacía el brote milenario en una de sus orillas, anheloso en recibir en su espalda la caliente cascada que sin su existencia de más de dos mil años no hubiera dado lugar al nacimiento de tan idílico paraje, más tarde núcleo urbano, y que merced a su constante y saludable agua termal hace de Alhama de Aragón un centro de salud de reconocido prestigio y variada oferta hotelera.

Las propiedades terapéuticas de sus aguas y los servicios de relajación muscular que ofrece el Balneario es una muy buena y atrayente opción para unos días de disfrute en quienes buscan el descanso alejados del cotidiano quehacer que tensa el cuerpo y agota sus fuerzas.

Y de todo ello hemos disfrutado un grupo de amigos durante unos días, y no sólo por los baños, chorros y las acariciadoras burbujas de sus aguas, que también, sino por los cantos, chistes y chirigotas cuya eficacia para sanar el cuerpo van a la zaga de las milenarias aguas termales que siguen dando vida a un balneario decimonónico, adecuadamente remozado y en el que se vislumbran las huellas de un suntuoso pasado.

1 comentario:

Balneario Termas Pallarés dijo...

Julio

Gracias por narrar su experiencia en el Balneario Termas Pallarés de una forma tan elegante.

Me gustaría agradecerles en nombre de todo el personal del Balneario Termas Pallarés, el tiempo dedicado a escribir sobre su estancia, así como de publicar una magnífica galería fotográfica del balneario Termas Pallarés.

Saludos y un fuerte abrazo amigos!