Día 16
Ya en el aeropuerto de Bari, la sorpresa de encontrarnos otra vez con el avión de la Federación Española de Futbol volvió a resultarnos agradable. Pensamos, que si la selección de España necesita del avión después del partido final de la Eurocopa, será muy buena señal.
De seguro, tendrá un hueco donde depositar la Copa para ofrecerla al aficionado hambriento de un título europeo, y si el único título logrado hasta ahora, lo fue gracias al gol de Marcelino, ahora lo será con una rabona de David Villa, el guaje valencianista.
Y con el vuelo Bari-Madrid, escala Barcelona, y Madrid-Valencia, dimos por finalizado un viaje de casi 4.000 kms por el Mar Mediterráneo, adentrándonos en sus hijos del Egeo, del Jónico y del Adriático, pisando las tierras firmes de Grecia, de Croacia y de Italia.
1 comentario:
Estoy mirando tu blog y viajando por el y con el... todo muy bello y maravilloso... un abrazo desde Brasil. Benê.
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