LA REFORMA LABORAL

La reforma laboral. ¿Qué es eso de la reforma laboral en época de crisis? ¿Nos lo explica?

¿Es acaso un globo sonda con pretensión de darle contenido pero que de tanto hincharlo igual termina reventando? ¿Es un eufemismo, acaso? O más bien es un trabajo de bricolaje al trastero que se derrumba en el interior de la Moncloa que, desde la manipulación constante, su inquilino utiliza para relajarse de la tensión acumulada fruto de su incompetencia.

Porque eso de reforma laboral tiene tantas y tantas lecturas y son tan diversas su forma de acometerla, que dejarlo en un simple enunciado parece otro más de los engaños a los que nos tiene acostumbrados Zapatero. Y dicho sea de paso: la supuesta “reforma laboral” parece tenga más de señuelo interesado, que de error manifiesto, pero ambos a la zaga.

Dígame entonces Sr. Presidente del Desgobierno. ¿En qué consiste la reforma laboral? Quizá en que los de la escala veintidós pasen a la uno por aquello de que la tierra es para quien la trabaja: el famoso slogan de la reforma agraria, versus siglo XXI, en su decidida vocación de trasladarnos al pasado. Aunque después de escucharle en su aseveración de que la tierra es del viento, su invitación a la incertidumbre nos llena aún más de dudas. Hacia su persona, por supuesto.

¿Acaso en que el sector agrícola en lugar de recolectar patatas, cambie sus sistema de producción y construya tractores para exportarlos a Sudáfrica por la posibilidad que tiene de ganar el Mundial aumentando su cotización?

Sin llegar a entenderlo del todo, temo que los efectos de la globalización incidan en el mundo del trabajo, donde merced al trasiego de materias primas y el de productos terminados, su importancia en la “reforma laboral” es de necesidad, según la manida y esnob aseveración de los “efectos colaterales”. Reformas laborales, que en pura verdad, siempre vienen de la mano del empresario emprendedor que aceptando el reto, reforma y mejora sus sistemas de producción en beneficio de quienes forman la empresa.

Pero que en tiempo de crisis y paro creciente auspiciar una "reforma laboral" basada en una mayor facilidad para echar a la calle al empleado por cuenta ajena, suena a cachondeo. Pero por muy mal que suene esta palabreja, según dicen los puristas, el arrojar gente por la borda cuando el capitán ve que su barco se hunde, herido de muerte en su línea de flotación, el calificativo que merece su persona quizá no haya llegado el momento de que aparezca en los escritos. Pero todo se andará.

A nadie sorprende la capacidad de cinismo del Sr. Rodríguez Zapatero: su habitual línea de actuación desde el primer día de su gobierno.