¡ ABAJO LA PEPA !

Pero de oro puro.

 

“Ni los Tribunales ni la Constitución pararán el proceso soberanista” (sic) En boca de Artur Más.

 

¿Inhabilitarlo para su cargo?

 

Confieso que me comprometí en estas páginas a no hablar más de este memo, de este pedigüeño cuya única soberanía viene significada por su propia imbecilidad; urdida de una autoestima bajo mínimos, sustentada en un complejo de inferioridad que él mismo trata de solventar aludiendo a una parte del pueblo catalán al que ha faltado el respeto bajo un arco triunfal sujeto a tierra con la argamasa de la mentira, del engaño, del patrocinio en su propio beneficio, todo ello y en resumen, para esquilmar a la opinión pública el resultado de una gestión que por si sola huele a corruptela.

 

Más dedicado a su beneficio personal y a corta rueda de su padrino político, el Jordi Pujol de los párpados caídos, cuya fortuna personal, la del Jordi, surge, gracias al impulso de una cuatribarrada y a la música de fondo del “segadors” que tan sabia como ultrajadamente ha utilizado.

 

Un Sánchez Gordillo cualquiera, vamos, pero en afeitado. Como el toro de los Osborne sutilmente manipulado, porque cualquier acto que de su cerebro emana, es el de la mentira.

 

Un Hugo Chavez que se salta a la torera (a la torera, sí, pese a su prohibición) tanto a los Jueces como a la Constitución, pues la única Ley que abandera es la que le sale de su entrepierna.

 

Tanto añora al Antiguo Régimen (auséntese el franquista, quizás) que al considerarse como el Deseado del siglo XXI, pues a tomar por el saco las Cortes de Cádiz, abajo la “pepa” , muera el Conde Duque de Olivares y viva el Duque de Lerma; aquel valido corrupto hecho así mismo, al igual que el magnate de Banca Catalana y su delfín Más, ambos al tanto de un exilio dorado por el que laboran empecinados.