CINISMO

¡Quién lo iba a decir!

 

El Eliseu Climent, el antenista furtivo, echándole una mano a Fabra, el Molt Honorable President de la Generalitat.

 

¿Qué buscará? Con seguridad, más subvenciones.

 

¿No ha tenido bastantes?

 

La incógnita se resuelve a sabiendas de que el grifo se lo han cerrado desde las Ramblas y ahora las busca en Valencia, para él, la segunda ciudad en importancia de sus deseados “paisos catalans” en los que sueña.

Y tiene gracia la cosa porque a tenor de sus exigencias, ahora resulta que el discurso de Paco Camps durante sus últimos ocho años era calcado al que ahora exige el Eliseu: la financiación que nos corresponde.

 

Pero a más, resulta que este incipiente clamor no sólo lo abandera junto al Partido Popular valenciano, sino que a él y todos a una voz, se les han unido el resto de los partidos que, por cierto, jamás la exigieron.

 

Y lo hacen convencidos de su necesidad quienes en un par de años optarán a la formación de un tripartito. Los mismos que quienes mientras Paco Camps ocupaba la Presidencia del Conçell en ningún momento apoyaron su propuesta, más dedicados entonces a su caza y captura utilizando todo tipo de insidias al igual que patochadas, con el fin de provocar en el hemiciclo valenciano las escenas más tabernarias que imaginar se pudieran.

 

¡Cuánta desvergüenza, rediez!

 

Mejor nos hubiera ido si cuando Paco Camps la exigía argumentando sus datos, se hubiesen unido a la misma tarea sin menoscabo de su acción parlamentaria de control al ejecutivo.

 

Con su actual actuación nos indican de forma explícita que el ex Honorable tenía razón, y de forma implícita que quienes antes lo silenciaban y ahora lo pregonan, están hechos de una especial pasta cocida a fuego lento para que deje en ellos la sustancia del cinismo.

 

Una salsa tantas veces utilizada y como plato de la casa.