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12 octubre 2017

JOAN TARDÁ, EL DERECHO A MENTIR



El #DerechoAMentir que se otorgan es la clave en la que se sustenta un imaginario independentista, pseudo historiográfico, urdido en el tiempo por quienes no son más que vulgares artificieros de una representación en forma de vulgar sainete, la propia de un país bananero, en el que el principal protagonista es el #DerechoADecidir.

El libreto, en su sinopsis más histriónica, lo ha publicitado el diputado catalán Joan Tardá en su intervención ante el Congreso en respuesta a Mariano Rajoy quien a petición propia ha salido al paso de la decisión tomada en el día anterior por el president Puigdemont ante el hemiciclo catalán, donde en un sombrío manifiesto ha ejercido un medido pasapalabra donde lo explícito mutaba a lo implícito, o viceversa, con el desparpajo propio del más experto trilero.

#JoanTardá nos ha dado su particular punto de vista con el recuerdo histórico de los reyes felipes, los monarcas españoles del XVII y del XVIII, así como su parecer sobre nuestro actual Rey que en el ordinal regio y como Felipe VI, lo toma de sus antecesores V y IV.

Su argumento, además de ser falso es un insulto, un cronicón estrafalario dirigido a los oyentes, tanto a quienes sabemos de su habitual verborrea fruto de unos sueños oníricos que imaginamos le son placenteros, como a sus acérrimos seguidores, a su vez cautivos, presos de catecismos doctrinarios que han portado en sus mochilas desde el primer día que caminaron por un aula docente, con el previo paso por las guarderías de su más tierna infancia.

En su particular narrativa historiográfica pasa de largo la condición de los Austrias  de Felipe IV, a quien #JoanTardá “culpa de todos los males” en aquellos años mediado el XVII, cuando entonces la Generalitat “pidió socorro” al rey Borbón con su proclamación como Conde de Barcelona. 

Lo que justificaba que al comienzo del siguiente siglo y ante la llegada de Felipe V como rey Borbón de España, la Generalitat le jurase fidelidad, juramento que motu proprio fue incumplido tras la inmediata invasión austracista, para de seguido “culpar de todos los males” en esta ocasión al monarca Borbón, proclamando la Generalitat al líder austracista como Rey de España, porque como españoles se consideraban los catalanes tal y como se  demuestra con su decisión.

Este vaivén político tiene su actual bucle relatado contra Felipe VI, cuando éste, como Jefe de Estado, ha puesto en claro la manifiesta deslealtad de una institución que se supone debiera ser fiel con su juramento, o promesa, que un día hicieron sus componentes a la actual Constitución Española.

La lealtad del perjuro se alinea con el #DerechoAMentir en su objeto expreso al #DerechoADecidir no recogido en ninguna Constitución en los términos que la Generalitat ha promocionado en los últimos años.

Una campaña desleal sustentada en el #DerechoAMentir al que se acogen quienes por su sectaria e insolidaria actitud, están siempre dispuestos a la búsqueda del “culpable de todos los males”.