Si das una vueltecita por mi Blog, espero sea de tu agrado.

18 noviembre 2016

FALCÓ


Falcó, el último libro de Arturo Pérez Reverte. Una genial novela centrada en una leyenda urbana, que independientemente sea o no sea cierta, si lo fue, debió cobrar vida de la forma que nos plantea el autor. A mayor, o menor distancia.

Y se vale de esta ficción  para contarnos cómo fue la España guerra civilista, fuera de la nobleza de las trincheras, inmersa en los bajos fondos de la ciudad, en sus sombras, en su discurrir por las cloacas, donde imperaban las tesis  más miserables de unas ideologías enfrentadas sobre un escenario donde la vida humana apenas valía nada.  

Con seguridad, menos que el devenir de una mosca empeñada en posar sobre la oreja de uno, fuera ésta la de cualquier sujeto, fuese o no de medio pelo, que intervenía en uno o en el otro bando. En eso se parecían ambos, los del uno y los del otro. Calcados. Quien molestaba, pasaporte. O con mayor precisión: al “paseo en la noche”.

Espionaje urbano que se tramaba tanto desde una siniestra oficina, como al compás de un baile dispuesto en una fiesta de alta sociedad, donde uniformes de alto copete  cruzaban sus órdenes a subordinados dispuestos a llevar a cabo las encomiendas más siniestras. ¡Cuéntame! que te cuento.

En sus páginas, con la acostumbrada jerga del antiguo periodista, ilustrado en vivo y en directo ante los más ruines actos de los que es capaz el ser humano, el autor no nos habla de bandos, sino de sus banderías.

De una sorprendente misión sutilmente orquestada, que con el tiempo perdura en el imaginario español ante un mar de dudas más o menos interesado, donde la certeza del mismo se fija en la arena del desierto, certificada por un oasis como posible.

Cambio de cromos que Arturo Pérez Reverte trata a su manera con la maestría propia de una intriga que engancha al lector.

La liberación de José Antonio Primo de Rivera a caballo de la leyenda, con las riendas de la emboscada, con el final de su muerte en una cárcel de Alicante tras un juicio de parte.

De su prisión, llevada a cabo con anterioridad al comienzo de la guerra civil, se vale el autor para trasladarnos a una época tan de actualidad en los últimos años; que no debiera.

Protagoniza la novela Falcó, de profesión espía a sueldo, quien pertenece a uno de los bandos, que, sin embargo, no es más que el suyo propio. El otro, el bando rival, lo ocupa el resto. Falcó marca las fronteras que en cada caso le conviene. Falcó no tiene más reglas que las suyas. El código de circulación no le sirve. Conduce a su antojo.

La vida humana es como una hoja suelta y con espinas, que en día de viento, cuando te viene a la cara, si molesta, la apartas de tu camino. Su moral no es más que una bala en la recámara de su Browning, una navaja automática en la mochila, una cápsula mortal para uso propio y cafiaspirinas para sus frecuentes migrañas, todo el conjunto como faro y guía hacia un probable final que sabe está presente al torcer cualquier esquina.  Le va en el cargo.

Pero el verdadero protagonista de la novela no es Falcó: es la España que el autor nos muestra, parece que de reojo, pero con la profundidad de la crítica a la que él nos acostumbra, libre de perjuicio alguno. Con premeditación, con alevosía. 

Falcó tiene, no obstante, su regla base: el autor nos la desgrana en un libro de necesaria lectura. De los de una tacada.

28 septiembre 2016

EL PEDRITO SANCHEZ


Jamás pactaré con un partido populista”: es un frase que cuelga en el éter de la noticia, clara, rotunda, sin matices, ni medias tintas.

Su único valor, el de la frase, viene dado por quién es su autor, quien en este caso es dueño y esclavo de su palabras, aunque a él, esto le importa un pito. Y aunque a los demás adversarios, en especial a los que considera enemigos, les exige la rigurosidad de sus expresiones, el se mea con la meticulosidad de las propias.

En el ejercicio de una profesión que por su escasa valía personal él mismo desprestigia, en sus derivas, incapaz de tomar el camino de villadiego que de ser hombre cabal lo haría y en alta velocidad, por supuesto en clase turista, así debiera, en cambio, cuando procede hacerlo, ancla sus posaderas asido a  un antro cutre y rancio, soez y tabernario, donde el palabro indecente recrea su halitosis.

"Un capitán no debe abandonar su barco cuando se hunde", igual es su reflexión, sin tener en cuenta que no sirve la leyenda cuando la grieta surge provocada por él mismo en su pertinaz tarea hacia el fondo de sus miserias.

Ausente de un curriculum vitae de especial relevancia, aunque como guaperas obtuvo sus rentas, se adhiere como una lapa al calor del partido que le asegure jornal y patrimonio.

Pedro Sánchez es así, el abominable hombre del no, el del vuelva Vd mañana de Larra, el del insolidario preocupado por los recortes, el que hace gala de un partido, que, es lo cierto, cuando ostentó el poder hace unos pocos años hizo aumentar el número de parados en la gruesa cifra de 3.5 millones más de personas, para quienes, dicho sea de paso, había que procurar un fondo económico,  que, dirigentes de su propio partido desviaron a los bolsillos.

Los de ellos, por supuesto.

06 septiembre 2016

NO HAY DOS SIN TRES

No entro, entre otras razones porque no me apetece, en la cuestión del perjuicio que pueda ocasionar a España estar con un gobierno en funciones desde hace ya diez meses, con el agravante, dicen, de que vamos a unas terceras elecciones.

Ni me preocupa, toda vez que la hipotética deriva que se denuncia por ello, no va a ser, con seguridad, peor que la ocasionada por el socialismo de Zapatero. Ni de lejos.

Y si superamos aquel trance, el que dicen se avecina ya no puede asustarnos, porque no será tan dañino. Imposible.

¿Terceras elecciones? Pero si ya hay quienes con cierta sorna vaticinan irónicamente: ¡¡ Y por qué no una cuarta!!

A estas alturas todo es posible.

Pero lo que ha quedado más que evidente, con prueba de nueve incluida, es el muy deficiente, escaso, hasta se puede decir nulo, sentido democrático de unos diputados que ante un doble resultado electoral, a la sazón ratificado en la segunda cita con mayor diferencia y en el mismo sentido, escuchen quienes me lean, con rotundidad más que evidente, han negado la mayor para enrocarse así mismos, sin importarles un bledo una situación que ellos mismos dicen negativa, supongo que así lo interpretan, para los “intereses generales” de la nación.

Nación a la postre en juego como si de una negra aceituna se tratara, cuya situación, encubierta por tres cuencos de pansida patata, hay que averiguar el lugar donde la esconden.

16 julio 2016

EL 18 DE JULIO


Se aproxima el “18 de julio”, en el santoral cristiano onomástica de Anub, de Berta, de Federico, de Gudena, de Marina y de Materno, a la que se añaden un buen puñado de otros santos que por una u otra razón celebran su festividad en el mismo día. 

Sin embargo, para un muy concreto sector de la sociedad, por fortuna minoritario aunque instalado en el sueldo público, su recuerdo es más bien un no puedo vivir sin él. Como un sarpullido que llegadas las vísperas, el tic tac de sus sístoles y diástoles se altera. Sin tan “importante día”, su capacidad de discernimiento se vería mermada de forma sustancial. Puro revanchismo, fruto de un vacío intelectual castrado a golpe de forja. Incrustados tan peculiares socios en las instituciones gracias al apoyo del PSOE, para las llamadas confluencias y en torno al “coletas”, el “18 de julio” representa el clímax de su paranoia.

Un recuerdo ya muy lejano, totalmente apartado de la vida social española desde hace ya muchos años -estamos ya en los ochenta- sin ningún tipo de añoranza para ningún sector ni siquiera marginal de nuestra geografía. Remembranza que aparece de la mano, precisamente, de los correligionarios de uno de los bandos entonces enfrentados, en la actualidad establecido en el ya olvidado túnel del tiempo pero conectado a nuestros días, con seguridad necesitado de la pócima que alimenta sus retorcidas entrañas, prietas con el regusto del  rencor.

El “18 de julio” no deja de ser para tan excéntrica secta el día festivo por excelencia. Es imposible entender, al menos para ellos, un calendario anual con ese día en blanco, o bien como uno más de los que configuran su particular almanaque, que, afortunadamente, no es el de todos.

29 junio 2016

TODOS CONTRA UNO


El 26-J ha hablado y la geografía española se ha cubierto con el azul de la prudencia, tal y como si las aguas del Mediterráneo abrazaran las del océano, ambas dispuestas a las mejores empresas.

El todos contra uno de Fuenteovejuna, en esta ocasión, ha supuesto el triunfo del uno contra todos, y la Comunidad Valenciana, con el freno a la provocación, clamado en las urnas, ha contribuido con su aportación a que se imponga, tras seis meses de auténticos dislates, la sensatez que tanta falta nos viene haciendo.

Ahora se abre de nuevo el tiempo que se dice “de los pactos”, siempre conveniente, para formar buen gobierno. El resultado electoral deja bien a las claras quién debe optar a la presidencia gubernamental, dadas las diferencias entre las cuatro opciones que optaban a mejorar la convivencia del pueblo español. Y éste, ha dicho sin tapujos quién debe coger el mando hacia la salida de una crisis ya demasiada larga.

Y en las formas lentas pero seguras, el cómo ha sido nítido, desechando encantos de sirenas que más se antojan desquites de zafios camuflados de pura banalidad.

No se trata de un órdago, sino de la mejor receta. Y en ella, el ganador de las elecciones, Mariano Rajoy, plantea “la gran coalición” que daría la necesaria y benefactora estabilidad política con el valor añadido de que seis ojos ven más y mejor que dos, al menos en la labor de vigilancia desde el mismo barco. Dispuestos, como debería ser, para la vista en lontananza desde babor, desde estribor, desde el timón de mando. Todos a una.

Barco que sin duda necesitará de una muy buena crujía y firmes jarcias, sin duda, pero en su ejemplo de gran coalición reside su mejor higiene, tanto en cuanto muy bien pudiera ser el inicio hacia el punto y final de las llamadas dos Españas, siempre enfrentadas.

Gran pacto que sin duda sería suscrito y en especial por la mayoría silenciosa, independientemente de a quien hubiese dado su voto.

Sin embargo, el río revuelto, la lucha sin cuartel en forma de algarada y el enfrentamiento social permanente, tienen sus adeptos.


De ello viven.

19 junio 2016

REMENDANDO, QUE ES GERUNDIO




La "transición española" cuyo bordado fue considerado como ejemplar, siendo elogiada dentro y allende nuestra frontera, tuvo sin embargo dos “remiendos” cuyo perjuicio directo estamos sufriendo en la actualidad. Nada es perfecto.

Uno de ellos tuvo lugar en el curro de los ponentes de Gredos, quienes al frescor de sus cumbres caminaron en aras de un consenso que, tras los años, nos hemos dado cuenta de que en su recorrido, la pifia habitual les surgió al paso sin advertir de su peligro: metieron en la mochila la existencia de tres comunidades históricas que si algo deseaban era romper la armonía existente en nuestra orografía nacional, a lo largo de sus valles y de sus ríos.

De aquel barro estos lodos. España parece que se rompe, o más bien bastardos intereses pretenden hacerlo. Otros, de sobra bien conocidos, como única solución a la sinrazón existente, recurren al dislate de un Estado Federal, cuando el actual estado autonómico es puro federalismo en su más alto y puro grado.

Otro de los remiendos se produjo tras el fallido intento de una reconciliación nacional, por otra parte ya lograda en la primera mitad de los setenta, que jugada a dos bandas, no se aplicó el reglamento. Si la derecha rompió de cuajo con el franquismo llevando al centro político a los nostálgicos del entonces llamado bunker, que de facto desapareció del escenario nacional, la izquierda, en lugar de hacer lo mismo desprendiéndose de un pasado del que debiera avergonzarse, optó por levantar bandera del mismo, para con los años retrotraernos a una época en la que el enfrentamiento social de entonces, tienda a llenar las primeras páginas de la prensa actual, tal y como estamos viendo.

Dos remiendos que en lugar de cicatrizarlos para siempre, se hurga sin disimulo en la herida para que produzca el mayor daño, y el pus se expanda por el resto de la geografía nacional tanto en lo social como en lo político.

Y en ello estamos.


14 junio 2016

EL GRAN PACTO


Por lo que hemos visto y oído el “gran pacto de gobierno” es una quimera. Llevamos  seis largos meses con un “gobierno en funciones” cuya única misión bien podríamos decir que es la de mantener el protocolo en un horizonte que nos llena de incertidumbre.

Y entre tanto, haberlos haylos que se lo saltan. Al protocolo me refiero. Sujeto como está, y así debe ser, a un marco constitucional que haberlos haylos también que están dispuestos a incumplirlo.  A pasárselo por la entrepierna, vamos. Es lo que dicen en repetidas ocasiones sin ningún tipo reparo ante los medios, que a la par que nos informan, nos aburren. Es lo que hay.

Vemos pues que de lo que se trata en estos días de campaña electoral es instar a un presumible treinta por ciento de indecisos, dicen, para que se inclinen sus integrantes por una u otra opción de las que se presentan ante las urnas.  Opciones todas, y cada una de ellas, que nos ofrecen la pócima redentora de nuestras inquietudes.

Sin embargo, el encaje de bolillos, tal y como está la España nuestra que por lo visto ya no es la de todos, tiene la complicación de que se corresponde con una nación que ha dejado de ser “una”. Tampoco es  “grande”, pues hace milenios que perdió tal condición; y en cuanto a “libre” se nos antoja que no, condicionados como estamos a los avatares de una crisis económica cuya única solución pasa por una estabilidad política que –sálvese quien pueda- no vislumbramos.

Luego está, aunque en el mismo saco, la existencia de las dos Españas enfrentadas motu proprio, aunque lo cierto es que el rifirrafe viene motivado por una Ley de Memoria Histórica que, dígase lo que se diga, más que unir ha roto.

Así, puestas la cosas, el gran pacto electoral nos daría la necesaria estabilidad política, que, a más, sería un claro aviso para los navegantes furtivos, cuya única pretensión es romper la hoja de ruta que a su largo nos ha permitido avanzar como nunca en las últimas cuatro décadas, por lo que cuanto menos se merece un respeto, que una minoría, y gracias a una determinada afinidad ideológica que le insufla aire, desprecia.

Pacto electoral que daría paso a la sensatez, a la vez que a los acuerdos obligados entre una amplia mayoría, siendo freno al populismo y dejando en fuera de juego a la insidia, salvo las de la citada minoría que siempre se alimentara de ellas. 

Un gran paso adelante que bien pudiera significar una ventana abierta al fin de las dos Españas. 

Pero… ¿A quién o quienes interesa siga el enfrentamiento que las separa?


25 mayo 2016

LA CONTRARREFORMA

La España a caballo de la Contrarreforma nos alejó de Europa.  Bien es cierto que se correspondía a cuando no se ponía el sol en el “gran imperio español”, pero más cierto fue que el pensamiento único impuso sus puertas al campo a lo amplio de nuestra geografía. El púlpito marcaba su impronta.

Así fue durante tres largos siglos sin aprovechar “la guerra del francés” cuando el pueblo clamó por la vuelta de un rey absolutista al que bautizaron como “El Deseado”, dando la espalda a la Ilustración personificada en los afrancesados. El púlpito seguía en sus trece, dale que dale.

Tuvo que pasar más de un siglo, bastante más, para que con un cambio de rumbo de 180 grados hubieron quienes nos hablaron acerca de los avances, tanto sociales como culturales, que el pueblo español necesitaba. Pero las manecillas del reloj no se pararon, avanzaron deslocadas y el cambio fue de 360 grados, con su vuelta de tornillo pero al punto de partida, es decir, nos quedamos en el mismo punto del pensamiento único pero en esta ocasión con vientos anticlericales sustanciados en el fundamentalismo más radical. Pintaron bastos entonces. El púlpito plegable soflamas a cambio de dogmas paganos que se esparcían por la calles. Ajuste de cuentas, decían, desde la ortodoxia oficial.

Vino lo que vino y la transición, cuarenta años después, prometía restañar viejas heridas y la libertad sin ira estalló por las ondas. Los carteles de los Fondos Feder inundaban las carreteras hispanas ante el jolgorio nacional. Estábamos en Europa tras un sí a la OTAN que con anterioridad se negaba.

Pero resultó efímero. Una nueva Contrarreforma llama a nuestras puertas en andas de confluencias, mareas y en comú. La gorra chavista muta a "coleta" y como osado “personaje del sur”, lo mejor es ir en mangas de camisa alejándose de Europa. Nada nuevo ni original.


Spain es diferente, como tantas y tantas veces nos dijeron… y nos dicen. 

Nada es casual. Por uno que piensa nueve que embisten. Nuestro poso cultural.

20 mayo 2016

LA CORRUPCIÓN JUDICIAL, LLANAMENTE.


La actuación de los jueces Baltasar Garzón y Elpidio José Silva Pacheco representa la punta de un iceberg en el que esconde un entramado judicial defensor de unas directrices que en absoluto tienen relación con el código penal existente. Esto es y tiene su nombre: “Corrupción Judicial”.

Un Alto Tribunal Constitucional que tarda cuatro largos años en resolver si Cataluña es o no es una nación, su demora se debe en exclusiva a razones políticas.  Esto es “Corrupción Judicial”, llanamente.

Que un medio informe en su portada y a diario durante meses y meses, años incluso, información bajo secreto de sumario ante el silencio y cruce de brazos de los jueces implicados, se llama a esto “Corrupción Judicial” y con mayúsculas.

Que el Fiscal del Estado no haya intervenido de forma rotunda ante la deriva independentista cuando es su principal obligación y a la vez su razón de ser, su silencio e inhibición obedece a la “Corrupción Judicial” existente que erosiona los cimientos del propio Estado.

Que una Institución Autonómica, cuyos principales cargos han jurado o prometido su lealtad a la Constitución, y aquellos lancen sobre ésta el guante con ademanes chulescos propios de tahúres, con la más absoluta impunidad y sin temor alguno, sólo es posible cuando los guardianes de la Ley se mueven en terreno propicio a ello, que no es otro que el de la “Corrupción Judicial” existente.

Que los jueces admitan a trámite denuncias basadas en frívolos indicios y sin aporte documental alguno que se resista, no sólo obstaculizan su funcionamiento, sino que convierte a la judicatura en una especie de rastro al capricho de quinquis y trileros, bajo el nombre de “Corrupción Judicial”, en este caso abierto tanto en días laborables como festivos.  

Corrupción Judicial” de la que se han beneficiado quienes actúan al margen de la Ley y en perjuicio de las víctimas, que, fundamentalmente, se representan por la sociedad entera. Su amparo, único por cierto, queda en la sumisión y aceptación de lo políticamente correcto navegando desde su condición de ciudadano a la de súbdito, sin peaje alguno, que con el tiempo bien pudiera servirle de garantía.

Corrupción Judicial” de alcance insospechado, imprevisible y con muy dolosos resultados.  Cuantitativamente inmedibles.  

En lo social y en lo económico.


04 mayo 2016

POR FAS O POR NEFAS.




Se inicia una nueva campaña electoral tras el fracaso de la última legislatura. La más corta desde el inicio de la transición. Cuatro meses que si para algo han servido ha sido para descubrir las aptitudes circenses de quienes conforman la nueva política, a la sazón, auténticos expertos en el arte de captar la atención, como modernos politólogos de un sustento cuyas esencias no sólo nos asombran, sino que atemorizan. Menudas alforjas para aquel viaje.   

Ante el horizonte del 26-J, el pegado de carteles se ha iniciado. Como muestra, los primeros grafitis que han tenido la casual coincidencia, anunciada en los telediarios, en la mano de sus autores.

Ellos, quienes por fas o por nefas han sido los principales protagonistas del reciente fracaso legislativo, al ser su principal obsesión el bastón de mando en detrimento del pacto. Encomienda que al mismo tiempo y cinícamente han pregonado (con su habitual caradura de siempre) como la esencial exigencia del ciudadano del que se mofan.

Pedro Sánchez nos dice que “se equivocó” cuando llamó “indecente” al actual Presidente en funciones. Más de lo mismo nos anuncia Pablo Iglesias, alias “el coletas”, que repite la secuencia diciendo calcada que “se equivocó” llamando el de la “cal viva” al expresidente Felipe González.

La nueva campaña electoral se ha iniciado y por lo visto a toque de corneta en su misma tonadilla.

¡Pasen señores! La segunda parte del más que posible “pifostio nacional” se dispone a entrar en escena.

Sus protagonistas están dispuestos a ellos. Por fas o por nefas.


27 abril 2016

CARTA ABIERTA A PABLO IGLESIAS


Reúnes en ti tres circunstancias. Las califico así porque no me atrevo a hablar de ellas como cualidades. No, no lo son. Sumadas y en su conjunto, dejan de ser tales.

Eres inteligente, maquiavélico y comunista convencido. No estás preparado para ejercer cualquier actividad productiva; serías un fracaso. Lo tuyo es pensar y sólo esto. En definitiva, eres un peligro social.

Te comparo en el tiempo a Martín Lutero (pese a la calidad humana de éste y de la que tú careces) quien denunció con sus famosas “noventa y cinco tesis de Wittenberg” todos los abusos que ejercía la clase dominante, la del papado romano.

El resultado fue que consiguió un baño de sangre en toda Europa. Sin embargo, al final de sus días, Lutero se consideró asimismo culpable de aquella sangría. Fue cuando buscó su retiro como un penitente producto de su osadía.

Tu serías incapaz de lo último porque no eres creyente. Por otra parte e independientemente de ello, eres maligno.

En cambio, fueron otros personajes como Luis Vives, Tomás Moro y Erasmo de Rotterdam, quienes denunciaron lo mismo. Pero jamás practicando el anti sistema.

Consiguieron que llegara el Humanismo, la Ilustración y la Democracia, dando ocasión posteriormente y con sus legados, al fin del absolutismo.

En definitiva, eres perverso. Lamentablemente un encantador de serpientes.

Finalmente, te digo que puedes preparar tu respuesta, pero sepas que yo, al tanto de tu maldad, no la voy a leer. Si lo haces por correo, él mismo, te tratará como un spam y automáticamente irás a la papelera. Y ni siquiera a la de reciclaje.

Por cómo engañas a la gente y te sirves de ella, eres basura.

14 abril 2016

RIBÓ I EL PROVOCADOR


Joan Ribó es un provocador. En su programa de gobierno llevaba las “fechas marcadas”. Por supuesto, escondidas bajo la mesa, como los rufianes; pero dispuesto a jugarlas. Sant Dionís, Epifanía, tanatorios, Santos Vicentes como patrones de la ciudad, todo cuanto oliera a incienso, que al fin y a la postre sahúma el ambiente, sin causar daño o dolor alguno, salvo para los resentidos. Y ahora el “14 de Abril” y en fecha equivocada.  

No hay que confundir los términos.  Una cosa son las ideologías, que se pueden rebatir con argumentos siempre y cuando se buscan puntos de encuentro, y otra los sentimientos. Que se merecen siempre respeto. Pero hay un tercer estadio a la sazón muy útil, dispuesto para albergar a quienes practican el resentimiento. Condición ésta que presupone predisposición, sin la cual no existirían los resentidos. 

Joan Ribó pertenece a este grupo de la condición humana y por eso hace lo que hace. El guión es sencillo, no hacer nada y de vez en cuando, provocar.  La gestión queda para los tecnócratas. Y nuestro alcalde, que no es de todos, tal y como se empeña en demostrar, no es de estos.

Es un inductor de ideas. Igual abre un balcón que peatonaliza una plaza a base de cutres vallas. Obliga a las motos a estacionar en las calzadas, restando espacio para los vehículos, que no dejan de ser la expresión más cruel del voraz capitalismo. Si dificulta su presencia en las calles, la sociedad será más igualitaria. 

Así razona Joan Ribó, muy preocupado por sus súbditos que en la  bicicleta basa el logro de la mejor salud, lo que reduciría el gasto en sanidad.

Habría entonces más y mejores partidas para cabalgatas y otros saraos, donde con la cuatribarrada y la tricolor (ojo avizor al almanaque de las “Fechas Programadas”) dios con minúscula mediante, y con la complacencia de que el tiempo lo permita, sería lo progre y culto con estas guisas conducir el rebaño a su redil anhelado.

Basta con provocar. Lo de gestionar con eficacia no entra en sus planes.


Por cierto, nuestra ciudad fue Capital de la II República un 17 de Noviembre. Ribó en el trueque domina las distancias. Ya reconvirtió en cabalgata de las “reinas magas”, el recuerdo de una fiesta de exaltación bolchevique de 1937. 

Cuando la guerra civil.

08 abril 2016

NI EN VALDEAJOS


Con la invasión del francés dos bandos enfrentados dirimieron en Cádiz la primera Constitución Española. Pocos años después tuvo sus primeros desgarros, dando ocasión a un siglo convulso que no vería sus mejores logros hasta la llegada de la Restauración, con Cánovas y Sagasta como primeras espadas. Los espadones quedaban atrás.  Por el momento.

Y así lo era. Desde principios del siglo quienes escenificaban la vida política española eran "los absolutistas y los liberales". Tras la Constitución, los últimos pasaron a ser conocidos como los "exaltados", cuando el Trienio Liberal, cuyo nombre mantuvieron hasta la muerte de Fernando VII.  Fue ésta la hora en la que tal nombre dejó de ser del agrado de sus dueños, que optaron motu proprio por el de "Progresistas", que lo era de nuevo cuño en la vida política. Quedaba bonito.

El siglo XX, pese haber logrado cierta estabilidad, amaneció amenazado con la aparición de formaciones de corte anarquista, socialista y republicano, que, más que colaborar, animaron el "cotarro" rumbo a la nada, ante una sociedad tan analfabeta como ajena a la Ilustración. El terreno estaba abonado para una cosecha que daría a Europa regímenes totalitarios, de cuya teta brotarían tan sólo penurias y esclavitud. En una palabra, un oasis que sólo veían quienes se proclamaban así mismos socios de número del Intelectual Club Sectario, sitos en la ínsula de "Progrelandia", al que a la sazón llamaban "El Paraiso".

Ya en la segunda década del siglo XXI, a las horas visto, no deja de ser un remedo de su anterior. Entre el "populismo y sus confluencias", sus páginas vienen calcadas.


Tan solo cambia la presencia de la "manipulación mediática" sin cuya aportación sus líderes no serían nada.  La Ilustración queda aún más lejos y la falta de "papel higiénico" cada vez más cerca. 

Y lo que es peor, nunca tuvimos petróleo. Ni en Valdeajos.

27 marzo 2016

EL TERRORISMO


Por su actualidad, comentarios míos publicados en el año 2004. Aquí los dejo.


EL TERRORISMO - I

Viendo la actuación de los terroristas en sus acciones, solo se entiende que el móvil preferente que les han inculcado sanguinarios personajes sea el del odio hacia la sociedad, o parte de ella. Han eliminado de la mente del terrorista, en el supuesto que los tuvieran,  sentimientos de respeto y consideración hacia los demás.

De esta forma actúa el terrorista. Con un odio exacerbado que le ciega y no ve a su derredor  seres inocentes, sino simplemente  objetivos .Un niño, una mujer, una persona, como unidad de un fijado grupo, no lo es tal, sino un objetivo. Y una vez determinado, siempre busca que tenga una gran repercusión social. Cuanto mayor sea el daño, mayor será su “éxito”.

Considero un gran error creer que hay diferentes modos de terrorismo. Todos son iguales en cuanto su forma de actuar. El terrorista siempre ejecuta sus acciones sobre inocentes.

El terrorista se ha ido formando desde el odio labrado por unos iluminados de un entorno bien religioso, bien nacionalista. Lideres enfermizos, ora perversos ora corruptos, van modelando las mentes desde la infancia de una juventud enferma e ignorante, sin meta noble a la que afiliarse. Aquellos líderes buscan el poder y la fortuna, y no desean que sus gentes, de las que se consideran amos absolutos, prosperen cultural y socialmente,  evitando así que se opongan después a sus despiadadas pretensiones.

Muchos países islámicos, en la actualidad ejemplo de todo esto, son estados dictatoriales, donde se amasan grandes fortunas en perjuicio de un pueblo pobre e inculto. Estos tiranos se han ido formando con el consentimiento de los países occidentales. Países que por esta tolerancia, han sacado partida de los recursos naturales y ventajas de sus  estratégicas situaciones geográficas. Beneficios de todo tipo, desde lógicos hasta despreciables. En otras ocasiones han sido utilizados para fines conocidos, sin darse cuenta que estaban gestando autenticas alimañas, que con el tiempo se iban a volver contra su promotor.

Por otra parte, los nacionalismos han fecundado, a veces sin darse cuenta y en otras a propósito, movimientos terroristas sin base moral que lo justifique. Salvadores de la patria los han engendrado, engordado y utilizado. Y los mantienen, máxime cuando han procurado que sus objetivos finales sean los mismos que ellos pretenden.

El terrorismo es la gran amenaza del siglo XXI que acaba de iniciarse, y que al mismo tiempo empieza a sufrir  con relativa frecuencia  sus  funestas consecuencias. Pero estas no son más que un terrible aperitivo de unos tiempos que se avecinan, en los que sufriremos, cada vez con mayor virulencia, desgarradores azotes siempre contra inocentes.

¿Qué hacer para evitarlos?

 Como dos grandes líneas de trabajo y en primer lugar, actuar con firmeza contra él, teniendo en cuenta que con los terroristas no se negocia. Y después,  tratar de evitar todo aquello que signifique caldo de cultivo para ellos.

Hay que actuar con decisión, con fortaleza y por procedimientos democráticos. Cosa que no siempre se hace. Y no cometer  torpezas realizadas desde el poder, al actuar  desde una presunta legalidad, por muy noble que fuera el logro a conseguir. De esta forma el resultado siempre será el de dar un nuevo balón de oxigeno a los terroristas. Por otra parte comprometerse a solucionar las desigualdades existentes. Esto no debiera ser una actitud contra el terrorismo, sino una obligación constante de los gobernantes. No obstante hay que tener presente que en territorios donde se han destinado esfuerzos considerables, también el terrorismo ha hecho su acto de presencia. La información, la infiltración en sus filas, el desprecio de la sociedad hacia aquellos que lo justifican y protegen, la constante actualización de leyes vigentes para frenar su expansión, son las principales estrategias a seguir desde los poderes públicos. La internacionalización de estos procesos facilitaría considerablemente la lucha contra esta plaga. Los Servicios de Inteligencia deben de estar atentos, procurando todo tipo de información en aquellos “ghetos" afines a los terroristas. Los Estados deben de ser muy cuidadosos en sus relaciones con aquellos otros, que justificando a los terroristas, les sirven cobijo cuando menos.

Septiembre 2004

EL TERRORISMO - II

El fenómeno terrorista etarra  solo se entiende desde el odio embutido en la juventud por perversos iluminados ajenos a la verdad y a la realidad histórica. La españolidad del País Vasco jamás fue cuestionada. Sirva como ejemplo que en la Batalla de las Navas de Tolosa de 1212, la aportación vizcaína fue decisiva en aquel proceso conocido como Reconquista. A finales del siglo XV, en Cádiz, “El Colegio de Pilotos de Vizcaya” significó el más importante doctorado para futuros navegantes de todos los océanos, que fueron aportando activos para los Monarcas españoles.

De todas estas campañas durante la Edad Moderna existen en los Museos y Archivos documentación de sus participantes, significando nombres y apellidos de sus  legendarios personajes a los que acompañaban desconocidos paisanos. Observando tales toponimias, su ensamblaje es rápido con las históricamente llamadas provincias vascongadas. Actualmente ese territorio unos lo denominan "pais vasco", social y culturalmente riguroso sin paliativo alguno, y para otros sin base alguna, nación vasca. Nación vasca que históricamente nunca existió. La lealtad vasca a la Monarquía española fue ejemplar en los sucesos ocurridos durante los reinados de Felipe IV y Felipe V. Cuando la Gran Alianza declaró la guerra a España las provincias vascas fueron leales, como Navarra. Por eso mantuvieron sus Fueros.

Ya en el siglo XX la intelectualidad vasca tampoco dudó de su españolidad. Pío Baroja, Unamuno, Blas de Otero, Gabriel Celaya, José Mª Aguirre, entre otros muchos, no tenían duda alguna de su identidad.

Tan solo Sabino Arana, hombre enfermizo y nada ilustrado, fue el que sembró la semilla del odio a finales del XIX,  tan bien cultivada ochenta años después por Javier Arzallus, -que terminada la Guerra Civil participó en la confección de los “Juegos Florales” ensalzando al Caudillo– cuando le surgió la mentalidad sabiniana incorporando el RH sanguíneo y la estructura ósea del cráneo como fundamentales motivos de la nación vasca. Los objetivos etarras, formulados en la alternativa KAS, coinciden plenamente con los del PNV significados en su Plan Ibarretxe. Desde el adiestramiento de la juventud vasca  en las ikastolas y otros similares procedimientos, el único fruto ha sido el de  engordar las arcas del odio, creando una clima de enfrentamiento pre bélico.

Todos sabemos muy bien que el terrorismo de ETA, fue más notorio después de la muerte de Franco. Y que conforme iba avanzando la transición democrática su escalada hacia el crimen adquiría mayor velocidad. Hasta la muerte del General sus acciones fueron escasas, (destacando el asesinato de Carrero Blanco que asombró a todos por la facilidad de su ejecución) y fue a partir de ese momento, tras la muerte de Franco, cuando, incomprensiblemente, desde varios sectores por todos conocidos se fue presentando a los terroristas como “idealistas de noble causa”. Era el “pan para hoy y hambre para mañana”. El pan se convirtió en semilla y el fruto todos los sabemos.

Atrás quedan los años que se defendían, entre otras muchas “semejantes lindezas”,  la de que si se marchara la guardia civil del País Vasco, ETA desaparecería.

En cuanto al terrorismo Islámico,  la reivindicación de El Andalus, (así denominan ellos a España, no a Andalucía como pudiera interpretarse) está en sus escritos. Demostrado ha quedado en manifiestos de la organización Al Qaeda, donde reivindican El Andalus que está  en manos de “infieles” y se ven en la obligación de liberarla. En los últimos años acciones terroristas realizadas por ramificaciones de Al Qaeda en Bali, Mombasa, Estambul, Casablanca, Kerbala, Nueva York, han producido centenares de victimas inocentes. Todas estas masacres contra la población, se han producido antes de la Guerra de Irak.

Cuando se está intentando atribuir la “causa-efecto” del hecho terrorista a algún motivo en particular, solo se está haciendo el juego a los terroristas, que precisamente buscan ese eco en los medios de comunicación. Ese eco es el que ha alimentado y engordado de odio las mentes dirigidas contra lo que para ellos no son ni niños, ni mayores, ni ancianos, sólo objetivos.

Políticas equivocadas de los países avanzados no han contribuido a frenar ese odio, sino más bien a que lideres sanguinarios vean en ello la razón para incitar con nuevas acciones a sus incondicionales ejecutores, seleccionados entre la  mas perversa ignorancia.

La peligrosidad del terrorismo islámico se ve ampliada por el hecho de que se libra en un pueblo inculto y de profundas creencias religiosas. Son gentes de un solo libro. La guerra al infiel será de muy difícil erradicación dentro de sus mentes. La guerra al infiel también tuvo su momento en forma de Santas Cruzadas para liberar los Santos Lugares y rescatarlos para la Cristiandad. Pero a pesar de las grandes matanzas que se libraron en nombre de un Credo, sus ejecutores pertenecían a una sociedad muy culta, y precisamente por ello, aquella sociedad, evolucionó dando fin al genocidio. Ojala dentro del mundo islámico prevalezca el sentido común existente en algunos de ellos y puedan cortar de raíz estas nuevas Cruzadas contra el mundo occidental.

Todos tienen que contribuir a la paz Mundial. Los países occidentales con una política internacional correcta, de acuerdo con todos los principios fundamentales de los Derechos Humanos. Los países islámicos, tienen que empezar reconociendo que el Estado debe ser laico, y la implantación de sistemas democráticos que les lleve a instaurar los mismos Principios Fundamentales. Desgraciadamente hoy en día, esto pertenece al reino soñado de las utopías.

Finalmente y por lo que respecta al 11-M de Madrid y a todo lo ocurrido en las siguientes escasas cuarenta horas, me pregunto si es lícito después de una masacre tan cruel, y desde el respeto que las victimas se merecen, si es moralmente licito instar al Gobierno desde algunos medios de comunicación y partidos políticos, a que haga públicas todas y cada una de las averiguaciones de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, posibilitando, con tales comunicaciones entorpecer las acciones iniciadas para la detención de los culpables y su puesta en poder de la Justicia.

Septiembre 2004


22 marzo 2016

DIEZ ESCAÑOS


Diez meticulosos escaños han tenido la culpa. Con ellos más en poder del PP o en el saco de Ciudadanos, Mariano Rajoy ya sería desde hace un par de meses Presidente del Gobierno para los próximos cuatro años. Que no es moco de pavo.

En cambio, ahí tenemos a Pedro Sánchez con su mochila de intrigas cortesanas colgada a la espalda, mendigando por la piel de toro la abstención de Podemos ante una nueva petición de investidura por su parte al Congreso de los Diputados. Mochila en la que en su interior y en un saquito, guarda su urdido plan B: maquinar hacia un “Estado Federal” (que nadie sabe explicar en qué consiste visto el actual Estado de las Autonomías) con la jauría que encabeza Pablo Iglesias, dejando en la estacada a Ciudadanos con tres largos palmos de narices, para sumar a la postre y en la camarilla a los nacionalistas. Que ansias y muchas tiene por ello.

Diez quisquillosos escaños han tenido la culpa de la debacle que se avecina, debido a que un nuevo frentepopulismo, gestado en su día por Zapatero, ha aflorado tras voraz campaña mediática del “Sectario Club Social”, que, tras el pasado 20-D, tuvo muy claro que la posibilidad de gobernar la izquierda era cuestión de tiempo. A base de mercadeo, de mentiras y de regates en corto. O en largo.

Unas nuevas elecciones DEPENDEN EN EXCLUSIVA de Podemos. Están cantadas si ve tras ellas la posibilidad de engullir al PSOE dejando entre ambas formaciones tierra por medio, para convertir de esa forma a los socialdemócratas en el relevo de IU como partido marginal. Sólo así habrá nuevas elecciones. En cambio, si los populistas ven que no le serán propicias, con su abstención, llevará a Pedro Sánchez a la Moncloa, al que volverá a situar nuevamente entre la “caspa” en marrullera oposición a la caza del "dorado".

El sueño dorado de Pablo Iglesias es introducir a España en lo que él llama la “Europa del Sur”, la de la miseria. Más paro con una inflación en desbocado aluvión por el tobogán de las ilusiones fallidas. Y hará todo lo posible para ello, ahora, o dentro de cuatro años.

Y todo por diez escaños. También Judas vendió a Jesús.  Luego se ahorcó.

17 marzo 2016

¡MONTESQUIEU HA MUERTO!


Montesquieu ha muerto, dijo Alfonso Guerra hace ya unas pocas décadas; lo que no sabíamos es que “Jueces para la Democracia” iba a encargarse de su funeral. Lo hemos ido descubriendo con los años. La Ser, como “Notario Mayor del Reino de las Españas”, daría fe a la encomienda. La antigua “Cadena del Movimiento” de prestigio reconocido, daba nueva aleación a su urdimbre, cambiando el azul del azulete por el rojo del rojerío. A buenas horas mangas verdes, hasta aquí hemos llegado, de reconciliación alcanzada ni una sola palabra dijo Zapatero, que madre no hay más que una y a ti te encontré la calle. Que la calle no es de nadie, como “aquél” que la reivindicaba sólo para él. Y si dueño necesita, en la algarada, el vocerío y los rompe cristales está su nuevo amo.

Por las cloacas de la ciudad corren ríos de tinta. Canales de silencios que comunican secretos de sumarios con redacciones de prensa llamados a embadurnar portadas a cuyo pesebre acuden quienes dan por bueno el trueque hecho a la postre para cambiar las páginas de la historia al capricho de quienes las consumen.

 Lloras como mujer lo que no supiste defender como hombre, escuchó un día Boabdil, quien respondió tal y como siglos después lo haría Ortega y Gasset en su famoso “no es eso, no es eso”. De esta guisa se iba a convertir el famoso ensayista en el Nostradamus de su tiempo, aunque medio siglo después la realidad de su vaticinio se vería cuestionada por el Boletín Oficial del Estado esparcido por todo El País, el más preciado por los pseudos progres como “certificado de valía” dispuesto para el ingreso en “Progrelandia”, sin pago de cuota fija como afiliados al Sectario Club Social, asociación cultural “sin ánimo de lucro” que había obtenido sus credenciales en los despachos de Juan Guerra, tras acatar sin gran esfuerzo, el santo y seña de “quien se mueva no sale en la foto”.

Una simple captura de un elefante ha hecho olvidar a las grandes cacerías garzonianas organizadas por los extensos campos andaluces, donde jueces, fiscales, comisarios y periodistas, junto a la necesaria parafernalia, se dedicaban a la caza de miles de carpetas y legajos camuflados en forma de ciervos y venados.

Los Bárcenas, Pujoles, Granados y Griñanes no dejan de ser más que un vulgar sainete  en comparación con las corruptelas de los togados de la tarima, quienes en su pluriempleo constante, suministran guiones a los showmans de la Tele, los  grandes estrategas para la puesta en escena del Gran Teatro Nacional, llamado a convertirse en populachero cine de sesión continua con proyección para diecisiete arrabales cuya maquillaje, como no puede ser de otra manera, será diferenciado.

Botín dijo un día que en España había muchos ricos, pero ricos, ricos de verdad, muy pocos.

-No se preocupe- aseguró raudo Solchaga, -“nuestro país es el de Europa donde más fácilmente puede uno hacerse rico, pronto habrá algunos más”, quiso explicarle.

¡Vaya si lo sabía!

De chaqueta de pana a fiestas  de alto standing con lo más granado de la sociedad en su retiro dorado desde Punta Cana al Magreb seis meses al año: el resto de conferencias, merced a Rumasa, ha mutado al esmoquin con su tez tostada al sol y sus cabellos de plata.

Aunque siempre hay excepciones; por tres trajes le amargan la vida a uno. Para ello y con gran éxito, tras tres largas e ininterrumpidas temporadas en su escenario predilecto, surgía El País: de los archivos de la plaza de Castilla a las linotipias en agotador trabajo de 24 horas al día, cada día del año.

¡Montesquieu ha muerto!

09 marzo 2016

DIECISIETE PATAS


El tan mencionado en los últimos tiempos bipartidismo político no deja de ser más que el mismo monstruo con dos cabezas. Camaleónico animal al que en esperpéntico atrezzo nuevos actores quieren sustituir por una especie de pulpo con muchas patas tendentes a su propia ruptura, con desconexión más o menos retardada, propenso en su actuación a desprender la tinta de su camuflaje, para lo que recurre a todo tipo de morralla, a la sazón alimento de rica nutriente para quienes buscan el cambio al Dorado, ofrecido cual viajero a instancias del benefactor Imserso, vía al paraíso anhelado, que, cuestión curiosa, ni se sabe dónde está, ni siquiera se le encuentra. Ello a base de un programa de hábil diseño, urdido con todo lujo de detalles, pero con el sello de la falsedad. Vista de un plumazo, su falsaria etiqueta identitaria se constata de inmediato.

La Ítaca feliz se corresponde hoy con un oasis libertario producto de una fiebre expandida en una parte de la sociedad, que, mira por donde, resulta ser esclava y a su vez enferma, producto de su falta de aliño e higiene personal, víctima de un lavado cerebral por supuesto a la carta, programado con aviesa intención por quienes sólo venden humo, utilizando en su objetivo el botafumeiro de la vanidad.

La granada del escudo nacional que de siempre simboliza la unidad lograda por los deseos inasequibles al desaliento de los monarcas hispanos durante siete siglos, resulta ser que seis centurias después, sufre la presión de los voceros de barrio, artistas del ruido, quienes sin decoro alguno, instan y lo consiguen que los granos de tan sabroso fruto, prietos y hermanados en su confortable nido, gracias a pócimas televisivas en sus continuadas jornadas, se conviertan en un tarro de pus: el de un pulpo pestilente que en forma de alga con coleta trueca a expandir su halitosis obscena por el fondo del mar para alojarse en la Cueva de los Desafectos.

Diecisiete patas en su embaucador camuflaje.
  

27 febrero 2016

EN BARBECHO


En estos momentos no sé si la próxima semana tendremos Presidente de Gobierno, pero de lo que estoy seguro es que en los meses sucesivos el desgobierno va a ser el pan nuestro de cada día.

Por otro parte tengo el pleno convencimiento de que ahora mismo más del setenta por ciento de la población española desea un gobierno estable tras un pacto responsable por parte de los únicos partidos que garantizan la continuidad de una España unida. No hacen falta citar a las tres fuerzas políticas a la que me refiero. Todo el mundo lo sabe.

La existencia de otros grupos minoritarios dispuestos al fraccionamiento de nuestra nación es la prueba más evidente del fracaso de una Constitución qué introdujo en sus entrañas el espermatozoide que iba a fecundar la bestia salvaje capaz  de su propio finiquito, salvo el árnica que la calme

España da la imagen que se desmorona y ni siquiera tiene a su alcance un timón al que agarrarse.  El Poder Judicial hace aguas, y por sus grietas, progresistas y conservadores, haciendo de su capa un sayo, menosprecian de todas todas al código penal que debiera ser su único norte hacia el mejor de los puertos.  

El resultado electoral es un valor a la baja, y los "trileros" buscan su botín en los pasillos de las Cortes, convertida la institución en un mercadillo de productos del todo a cien, tan caducos como tóxicos.

La España cantonal tratan de avivarla, un tiempo de penuria nos acecha. Ojalá en el barbecho resida nuestra esperanza. 
La buena tierra permanece a la espera.

04 enero 2016

VUELVA VD. MAÑANA.


En el vasto erial español queda muy poco margen para el resuello. Las patochadas, al orden del día, surgen como setas. Crecen y se reproducen en cualquier lodazal de nuestro hispano bosque. Convertida en selva cainita, yerma de ideas nobles, depredadora de sus raíces, se entrega al esperpento. La fauna ibérica fija su timón rumbo hacia lo desconocido. La brújula desnortada, tan asequible a la manada, se convierte en santo y seña cual pseudo garante de un viaje a un mundo mejor del que no se tienen noticias. Si acaso, susurros de rancias leyendas para algunos deseadas.

Nuevos vientos acuden al muladar patrio, cálidos en su equipaje y en perpetuo zigzag. Lanzan arengas de concordia sobre un confuso lienzo urbano, al socaire de los contenedores, auténticas trincheras de un espíritu nacional de nuevo cuño que mediante soplidos tratan de inculcar. La nueva Biblioteca Nacional tiene sus alforjas.

El otrora seny catalán, adormecido por hierbas del Montserrat, ha sido sustituido por la alquimia de las aulas. De sus pupitres, mesías irredentos esparcen venturosas loas en el jardín de barrio a la espera de una jornada electoral, nuevo deporte habitual, de moda y en auge, salvoconducto de la ingenuidad.

Su mensaje se ha esparcido por la piel de toro, salva valles y ríos, montes y mesetas. La jauría domina un mundo feliz en el que durante las horas de mayor audiencia son valores al alza. Sus frutos cumplen su cometido. El insomnio se convierte en alucinógena duermevela.

Tiendas y comercios en jornadas de rebajas abren sus puertas y el gran vendaval embravecido vacía sus anaqueles. La holleja de la uva ha escupido las horas. Hasta doce veces. Un nuevo año comienza. El gran sainete nacional, dispuesto en sus bambalinas, lucirá en su apoteosis.


El vuelva Vd mañana de Larra, tan español y penitente siempre, vuelve de lleno a la geografía nacional. En esta ocasión al servicio de la patochada cual marca de la casa, mal que les pese por otra parte a quienes renieguen de su identidad.