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25 abril 2011

ARTUR MAS Y SU GIRO DE 180 GRADOS

artur mas y su giro de 180 grados

Haberlo haylo, de quien dicen que le han regalado unos cuantos trajes. Haberlo haylo, de quien se ha enfundado millones de euros en los últimos años, bien de fuentes directas e interesadas como pago a su encomienda, bien de fuentes corruptas tal y como conoció la opinión pública en la llamada “Operación Pretoria”. Corruptela que pese a los millones de euros que en ella se esconden, el alcance que ha merecido su divulgación en la prensa adicta a Zapatero ha estado en proporción desvergonzadamente inversa a unos supuestos regalos en forma de trajes de escasa cuantía, que por otra parte aún están por demostrar.

Supuestos regalos que sin pruebas de las que valerse han ocupado las páginas de la prensa todo el tiempo que han necesitado quienes procuran el desprestigio ajeno. Estrategia la del Gobierno ZP basada para ocultar su propia incompetencia, descafeinar las corruptelas de sus propios ministros escondidos entres ERES y plumas de faisán, utilizando el ariete de la mentira y el spray de la difamación, como hemos visto y comprobado desde el primer día que Zapatero se encontró en el interior de la Moncloa.

Haberlo haylo, decía, y de nombre de pila Eliseo Climent, el antenista furtivo, el mayor mercader del reino y el galáctico de la subvención, cuyo único objetivo es el de la catalanizacion de una Comunidad en la que no cree, que está viendo cómo se le cierra el grifo del que ha chupado muy satisfecho durante ya muchos años a sabiendas de que en sus intoxicadas aguas estaba presente el germen de la infección, pero que con la vacuna de los millones en sus venas, él se veía a salvo y con el riñón bien cubierto.

Ignoro lo que habrá de cierto en el cambio anunciado en el actual Gobierno de la Generalitat de Cataluña con su deseo en boca de sus primeros espadas de llegar a acuerdos con el Gobierno valenciano, al tiempo que anuncian postergar al olvido al “antenista furtivo”, quien, por otra parte, quiere desprenderse de su chatarra. Lo deseable pues, se funde con la duda que nos suscita, dado los antecedentes que todos conocemos.

Una firme y obligada decisión del Gobierno catalán, ésta de ahora, al entender de una vez por todas que no se puede estar al lado de quien infringe la ley y que así debiera haber sido desde el primer día en lugar de dirigir partidas millonarias hacia una Comunidad que le es ajena, puestas en las manos de un hombre en su función quintacolumnista y a quien le cedieron el dominio del timón.

El tiempo dirá el respeto que se merece quien en lo que parece un giro de 180 grados anuncia una concordia tantas veces ultrajada por sus propias actuaciones.

22 abril 2011

LA JUSTICIA CON MAYÚSCULA

La justicia con mayuscula

No es la primera vez que la Justicia ordena la busca y captura de un terrorista etarra huido de España. Dicho esto, dos dudas me invaden en base a las reiteradas ocasiones que ello se ha producido motivado por unas decisiones judiciales que han causado estupor en la sociedad española.

La primera de ellas se me ha presentado al escribir la palabra Justicia. He dudado en hacerlo con minúscula o con mayúscula. Me he decidido por lo segundo por el deseo de honrar más su nombre, tal es la importancia que le debemos y que cada uno en su medida debe contribuir a ello, denunciando en lo posible a quienes la desmerecen. La segunda duda que me ha surgido es si la huida de un terrorista facilitada por los jueces será la ultima que se produzca en España, que de volver a repetirse a nadie extrañaría dado los antecedentes conocidos, entre los que destacan los de Josu Ternera, huido en el 2002, Juana Chaos en la misma situación desde el 2008 y Antonio Troitiño desde hace unos días, todos ellos por la desidia de unos jueces; así como la reducción de las penas a los autores de atentados contra la sociedad civil de la forma más vil y sanguinaria.

Juzgar a los jueces por el respeto que deben merecer las víctimas del terrorismo, cuyos asesinos se ven beneficiados de una u otra forma por quienes hacen de su capa un sayo, considero que es de obligado cumplimiento.

Suena a indecencia que un terrorista no arrepentido, sentenciado con una condena de cientos, incluso miles de años, beneficiado por la inexistencia de la cadena perpetua que debiera existir para estos casos, un juez ordene su puesta en libertad cuando aún le faltan unos años para cumplir el máximo que contempla la ley.

Causa indignación, como consecuencia de la actitud irresponsable de Alfonso Guevara y Javier Gómez Bermúdez, ambos de la Audiencia Nacional, ver cómo un terrorista a sabiendas de que otras estancias judiciales iban a ordenar su retorno a presidio, haya puesta pies en polvorosa al estar mejor instruido que unos jueces a quienes les ha ganado la mano.

En estos supuestos es cuando el juez debe indagar, cotejar, verificar, buscar, confrontar, investigar, repasar, controlar e inspeccionar todos los vericuetos de la ley, incluso espigando entre sus legajos, que de seguro encontrará la jurisprudencia necesaria para que el reo cumpla íntegramente la pena merecida.

Sin embargo, nos hace pensar que en su quehacer ante estos casos sea todo lo contrario, actuando con meridiana ligereza. Como lo demuestra el hecho de que su titular ha aparecido en las portadas de todos los periódicos cuando ha llegado el caso. Lo que de forma implícita alerta no sólo de la gravedad de los hechos, sino de la actuación de unos jueces cuyo quehacer se cuestiona.

Juzgar a los jueces es la mayor de las garantías para considerar a la Justicia con mayúscula, que es como corresponde. Lo contrario es dejarla en su interior al libre albedrío de cualquier tarambana; que haberlos, haylos.

19 abril 2011

PRINCESA

Princesa

Mi ventana daba a la calle de Quart esquina a la de Aladrers y acostada en la cama todos los días al amanecer lo primero que vislumbraba era una de las dos torres, donde sabía que estaba él. La otra torre estaba impedida a mis ojos al no poder desde mi cuarto disfrutar del conjunto de las Torres de Quart: una de las muchas puertas de entrada a la Valencia amurallada de las que me hablaba mi abuelo. Se me antojaba como un castillo encantado de escondidos pasillos y amplios ventanales, en cuya habitación principal y bajo un dosel a cuadros de vivos colores él pasaba en el lecho sus horas esperando el amanecer.

No así en mi cuarto humilde, sin visillo ni cortinas, desde el que a través del cristal de una pequeña ventana me emboba observando la torre, tal y como lo venía haciendo desde muy pequeña fascinada por su esbeltez.

Supe de él cuando mi madre a mis cinco años reemplazó mi primera camita con otra más elevada. Vistió mi habitación con una cama de mullido colchón y cabezal de hierro de cuyos barrotes me servía para levantar mi cuerpo descansando en ellos mi espalda. Entonces, penetraban mis ojos por los arcos de la torre que mi abuelo decía que eran góticos, al tiempo que en mi alucinación me perdía en su interior habitado por un príncipe que, sabiendo de mí, trataba de verme. Y en ello me embelesaba.

De inmediato, al verlo, me escondía en mi embozo y se enrojecía mi rostro. Al saber de su existencia lo escondí en mi almohada haciéndolo mío. Nuestra relación en la distancia fue de unos tres años, y durante ellos, cuando salía a la calle de la mano de mi madre hacía la Iglesia de Santa Úrsula, situada enfrente y que tras las Torres creaba una pequeña plaza por la que cruzábamos para acudir a misa de nueve, alzaba mi mirada hacía las torres en el mismo instante que ya divisaba las dos, elevadas al cielo pero sin encontrar a mi príncipe escondido en su interior.

Nunca se lo había dicho a mi madre y cuando cumplí mis primeros ocho años y me enojé al descubrir que mi príncipe jamás había existido, me invadió una gran tristeza.

Aquel fue mi primer desamor y cada vez que paso bajo las almenas sonrío su recuerdo.

17 abril 2011

LOS 30.000 MUERTOS DE JORGE ALARTE

Los 30000 muertos de Jorge Alarte

Vaya con el “curita de Alacuás”, el televisivo Alarte que acusa al Conseller Cotino, nada más y nada menos, de ser el culpable de más de 30.000 muertos.

¿Es éste el modelo de televisión que para un futuro nos anuncia el actual dueño del espacio televisivo Telealarte? ¿Es éste el que nos ofrece?

No nos sorprende; demasiado ya es el tiempo que su partido ha recurrido a la insidia y al vilipendio utilizando la estrategia de los fuleros compulsivos las más de las veces; y en ocasiones, la propia de gentes de baja condición como es el caso de ésta vil acusación anunciada a los cuatro vientos por quien dice estar en contra de la manipulación.

Si Ángel Luna mostró su desvergüenza arrojando la piedra de quien se ve limpio de pecado, su argucia sólo le ha servido el tiempo escaso que media hasta que un juez se ha visto impedido a sentenciarle de su delito por la constatación de que el mismo está prescrito.

Pero el “curita de Alacuás”, el calumniador Jorge Alarte, ha superado el listón, cosa que ha nadie sorprende habida cuenta que sabemos cómo las gastan quienes se han alimentado con el libelo, cuyo nutriente es el único que utilizan para el ejercicio de su política. Actitud en ocasiones patética, cuando no perversa.

30.000 muertos y el juez Garzón sin enterarse; al menos por el momento.

12 abril 2011

LOS ARRIBISTAS

Los arribistas

Los arribistas no pertenecen al grupo de las especies en extinción pese a que en determinados periodos se escondan en sus propias ampollas a la espera de que aires propicios les faculten para sus mejores logros.

No, su peligro de exterminio es inexistente, pues en todo momento han sabido llenar su baúl del mejor trigo, haya sido cual fuere el dueño del trigal.

Recuerdo a Juan Antonio Bardem con su chaquetilla blanca de rica tela, su pajarita de corbata y con su bigote sobre unos labios que rivalizaban en sonrisas con las de Solís, conocido como el de las del “régimen”, en el instante que se estrechaban las manos complacidos recién recibido el premio del Sindicato Nacional del Espectáculo. Y en la sala, el clamor del aplauso donde de seguro se encontraba su hermana Pilar Bardem recibiendo parabienes, exultante ella.

Años después, eran los tiempos en los que irrumpía con voz de nostalgias un cantautor que acompañado de su guitarra lanzaba loas a "un gran hombre" y que por su tono, debían salirle del alma; surgía de tierras mineras y era conocido como Víctor Manuel.

Aquellos arribistas aún permanecen acomodados al nuevo trigal utilizando la "ceja" cuando se les requirió para su concurso. Ceja que en la actualidad tienen guardada en su baúl de disfraces para cuando sea de necesidad, sin que de ellos haya surgido el menor lamento por los millones de parados. Ni en prosa ni en verso, ni en un corto, ni en un gran documental. Quizá bloqueada su inspiración o más bien en barbecho, a la espera de que llegue el momento de la gran farsa para abrir el baúl.

Ni actores ni cómicos, como dicen algunos de la camada que les gusta llamarse. Puros arribistas dispuestos a servirse del dueño del trigal sea quien éste fuere. Lo dice el pasado y lo veremos en el futuro.

08 abril 2011

¿JUECES PROGRESISTAS?

Progresistas

En el comienzo del siglo XIX dos grupos políticos dividían la sociedad española: los absolutistas y los liberales. Avanzando en la centuria, fueron surgiendo escisiones entre los liberales que inicialmente se dividieron en dos grupos: los moderados y los exaltados.

Refrendada "la pepa", la Constitución de Cádiz de 1812, años más tarde, los exaltados decidieron cambiar su nombre por otro de mejor semblante, decidiéndose por el de progresistas que lo era de nuevo cuño. Algunos de ellos, conocidos como los “arrepentidos” se pasaron al bando moderado.

Como progresistas pues, fueron reconocidos a lo largo de todo el convulso siglo, a cuyo final, los bandos políticos se vieron reducidas a dos: los conservadores y los liberales, representados por Cánovas y Sagasta, respectivamente.

Ya en el XX y con las nuevas tendencias políticas, desaparecieron los liberales de la vida política española, acomodándose en los diferentes partidos, excepto en los extremistas de uno y otro signo. El término progresista se incorporó al campo de las ideas, abandonando el de las siglas, aunque algunos partidos minoritarios siguieron con su uso.

Ello ha llevado a que la condición de progresista se haya utilizado en ocasiones de forma adecuada, pero desafortunadamente, no siempre.

Como de buena aplicación se debe considerar la ley del divorcio porque no se puede obligar a la perpetua unión de dos personas que deciden dar un nuevo rumbo en sus vidas. De la misma aplicación se debe el respeto a las inclinaciones sexuales de las personas, desgraciadamente condenadas por una parte de la sociedad occidental, aunque dicho sea de paso, en menor medida que en otras latitudes en las que la lapidación o penas de muerte son prácticas comunes.

Sin embargo, considerar como progresista una acción agresiva y por lo tanto violenta, como lo es la del aborto, para solucionar un problema cuando es fruto de la irresponsabilidad cultural, es más bien una engañifa tendente a la obtención del voto fácil de una parte de la sociedad, confusa y manipulada.

Tratar al aborto de progresista es un insulto a la inteligencia de cualquier persona racional.

Pero el colmo de los despropósitos lo encontramos en el poder judicial cuando unos jueces dan su voto favorable a una organización, Sortu, afín al mundo etarra. De sus vasos comunicantes, no hace falta más que darse una pequeña vuelta por las localidades donde viven en las que todos sus vecinos sobradamente se conocen.

Tildar de “progresistas” a unos jueces capaces de autorizar para unas elecciones democráticas a un entramado cuidadosamente seleccionado, es el mayor de los esperpentos, tanto en cuanto supone un menosprecio a una sociedad a la que tienen obligación de defender, una rémora a la capacidad de discernir de los ciudadanos sembrando la duda y un insulto a quienes han sufrido en sus familias el azote del terrorismo. De seguro que si algunas de éstas lo fueran de los citados jueces, su voto hubiera sido contrario.

¿Cómo no dudar de una judicatura en la que se halla incrustado un sector ajeno a las evidencias de fácil constatación, a poco que se decidan a cumplir con su obligación asistiendo a su trabajo con los deberes hechos?

¿Progresistas? ¿Quién les da la patente? Nadie. Más bien se califican ellos a semejanza de aquellos “exaltados” decimonónicos que para mostrar su mejor talante cambiaron su nombre.

¿He dicho talante? ¿De qué me suena?

05 abril 2011

ZAPATERO, TOQUE DE RETIRADA

zapatero, toque de retirada

Este fin de semana nos ha traído una muy buena noticia como lo es que José Luis Rodríguez Zapatero, popularmente conocido como ZP o lo que es lo mismo, el hombre de la ceja, dejará la Presidencia de Gobierno renunciando a su continuidad. Sin duda, una gran noticia en boca de quien desde su llegada al Gobierno mostrara su anunciado talante vislumbrado a través de las ondas de la SER y el Grupo Prisa que a su servicio y en jornadas maratonianas de 24 horas se dedicaron durante tres largos días a pergeñar la gran mentira que le sirvió para ganar unas elecciones tras el domingo electoral.

Atrás ha quedado un cúmulo de despropósitos cuyas consecuencias sufre la sociedad, mientras permanece olvidada en su baúl de falsedades una alianza de civilizaciones en la que no creía, pero que le era de utilidad cual mejor disfraz para todo su despotismo que pululaba por su mente y que con el tiempo íbamos a conocer.

Fulminó con la rapidez de la pólvora el espíritu de la transición y tramó el enfrentamiento nacional sin medir las consecuencias, convencido de que en ríos revueltos las ganancias están en quien los provoca. Su desvergonzada actitud ante las víctimas del terrorismo no tiene parangón en la historia de los últimos cincuenta años y de su vileza en tal encomienda supimos hasta donde puede llegar la degradación humana en una actitud de la que, sin embargo, se enorgulleció tanto de forma implícita como explícita.

La retahíla de mentiras tanto en lo económico como en lo social, no hace falta rememorarlas sabidas por todos, al tiempo que mostraba su dañino juego de cañitas con el nacionalismo radical necesitado de su apoyo, así como su desprecio contumaz a la sociedad más necesitada a la que ha fustigado con saña, pero mostrando su generosidad al mundo de la banca.

Desde la transición democrática el poder judicial jamás ha estado tan cuestionado como en estos últimos años, con la evidencia de una constante información de secretos sumariales, en la mayoría de los casos tendenciosamente manipulados, sin que en momento alguno pusiera freno a tales corruptelas en beneficio de su partido, cuando para las propias el envase light ha estado servido.

El conjunto de todo ello nos indica el perfil de un político tan nefasto como insolente, tanto en cuanto que de prometer el pleno empleo y un sinfín de bonanzas, nos está llevando por la senda hacia los cinco millones de parados con la complicidad, a la postre, de un sindicalismo adocenado y el silencio de los de la ceja de VISA ORO ocultos en las bambalinas de su indecoro.

En su periplo europeo y como solución a la crisis se presentó con su coche eléctrico para vergüenza y escarnio de la nación a la que representa, al tiempo que producía sopor e indiferencia en quienes le escuchaban allende los Pirineos.

Pero la buena noticia tiene también el peligro de su continuidad hasta las próximas elecciones generales de 2012 al frente de un Gobierno cuyos resultados hablan por si solos.

Un año que nos debe atemorizar por el peligro que supone hallarnos ante un personaje humillado y herido. Capaz en sus estertores de muerte de causar con sus zarpazos aún más daño a la sociedad española.

Qué peligro el de este hombre ante una sociedad necesitada de que no se le mienta, tal y como pregonó un día Rubalcaba, quien en su ejercicio de esta guisa, el cum laude se lo ha ganado con creces.