Si das una vueltecita por mi Blog, espero sea de tu agrado.

30 septiembre 2012

NO FUERON LOS INTELECTUALES QUIENES…

No fueron los intelectuales quienes
Ni lo fueron los intelectuales de 1931, ni tampoco los de 1934, ni siquiera los de 1936, intelectuales e ilustrados de aquel entonces quienes propusieran la desmembración de España. Un deseo en exclusiva a merced de unos personajillos alimentados de vapores nacionalistas que más que oxigenar sus mentes, les restringieron de cualquier manifestación cultural.
 
Las ideas nacionalistas de aquellos años, así como las actuales del siglo XXI, ni calaron ni han sido asumidas por quienes saben muy bien hacía donde fijar sus miras, siempre en las antípodas de unos movimientos separatistas cuya mayor aceptación la han tenido y la tienen en los campos de la ignorancia en época de barbecho. 
 
Ni la generación del 27 de los Azorín, Diego y Machado, ni los Marañón y Ortega-Gasset, ni Madariaga, ni tantos otros, así como los ya fallecidos Ramón de Ayala, Dámaso Alonso, o los afortunadamente aún vivos, como Marsé, Carlos Mendoza, Pérez-Reverte, en fin una lista que sería interminable, ni uno sólo de todos ellos inculcó entonces o clama ahora por las ideas separatistas. Ni el Boscán del XVI, ni el Balmes del XIX, ni el Joseph Pla del XX, catalanes todos.
 
El poso cultural de todos ellos, su conocimiento de la España de siempre, la de las luces y de las sombras, no ha logrado más que reafirmar la existencia de la vieja nación europea, España, que sólo desde el más profundo cerrilismo se pretende cercenar al grito del lerdo.
Es triste y penoso escuchar y observar que las doctrinas incendiarias de cuatro desvergonzados politicastros del tres al cuarto, de reputación cuestionada, hayan calado en un sector de la sociedad que lo es desnortado, rancio y paleto, dispuesto a lo que sea y que en momentos de necesaria solidaridad, como los actuales, se deciden por la algarabía callejera, dispuestos a mostrar el lado más oscuro del ser humano; de lo que aquellos sinvergüenzas se benefician desde la más incomprensible impunidad.
 
Y más aún cuando se presentan ante la sociedad en sus propuestas excluyentes como personas doctas, investidos con halo cultural y piel dorada por fuera, aunque lo cierto sea ser que resulta negra, muy negra en su interior y de cieno olor: allí dónde esconden los más pueriles argumentos sahumados de mentiras. 
 
Qué no, qué no. Que ningún aporte cultural les induce a semejante correría, por muchas que seas las bambalinas, falsas como la más falsa moneda y de las que alardean.
 
Tinta negra sobre papel mojado.


29 septiembre 2012

LA CAVERNA, de José Saramago

la caverna

Pudiera asegurarse que el conformismo y la resignación nos llevan a sentarnos en un frío banco de piedra al que nos quedamos anclados con nuestras cabezas bloqueadas y contemplando un muro de cemento que se fija ante nosotros, limitando toda capacidad de maniobra hasta el último día de nuestra existencia.

Todos, consciente e inconscientemente queremos completar nuestra andadura marcándonos metas y anhelos. Queremos ser protagonistas de nuestra historia. Y que por ser únicos dueños de ella, tenemos derecho disponer a nuestro antojo con la pretensión de gozar y ser felices durante el tiempo que tenemos asignado. Pero los amos del universo son los que quieren mandar de nuestra existencia. Por lo tanto piensan y deciden que para ello sólo tienen que construir mágicos mundos que serán demandados por las primarias pasiones humanas innatas desde su fecundación.

Emociones éstas que no se originan en nuestro centro de discernimiento, ni siquiera en nuestro corazón. Estas pasiones son fruto de una sociedad que nos conduce por la mediación de incesantes destellos de los medios de comunicación, y de sus llamadas intermitentes al consumo, convirtiéndonos en victimas y sin procurarnos las defensas necesarias para liberarnos de aquellos que nos impiden conseguir nuestros anhelos en gozar de una vida feliz. Debajo de la sociedad de consumo aparece entonces el banco de piedra situado dentro de una profunda cueva, exactamente debajo de nuestra existencia, significando el lugar de nuestro asignado enterramiento. Y a ello nos llevan sin ni siquiera darnos cuenta.

Somos ignorantes de su existencia, nos lo impide un sofisticado cuerpo de seguridad que nos evita el paso a su conocimiento, es un cuerpo militarizado que se va alimentando por la aportación de nosotros mismos. Estamos pues destinados a que nos dirijan a ese banco de piedra, y quedar a él sujetos contemplando el muro infinito que nos impide llegar a un destino de paz y de gozos. Solo los privilegiados, los osados, aquellos cuyo instinto les alerta de la existencia de algo desconocido, son los que buscan la cueva, llegan a ella, la contemplan y comprenden su significado. Y sin dudarlo toman la decisión de huir de ese mundo; es su libertad la que incita a la huida. Entonces, sólo entonces, consiguiendo vencer las murallas de los anuncios de neón utilizados para tenerlos confinados, sólo entonces, es cuando logran salir del influjo atenazador que lleva al derrumbamiento.

El hombre alcanza su plenitud al alcanzar que su vocación profesional sea la base de su sustento. Cuando sus ágiles manos laboran con agrado, cuando sus dedos bailotean felices todos los días de su vida mostrando el resultado de su dedicación, cuando llegan las noches y con ellas las horas del regenerador descanso, entonces es, llegado ese momento, el del examen por lo realizado y por lo mejorable a la luz del alba, cuando gozamos por la feliz reflexión acerca de las relaciones que tenemos con nuestro mundo familiar y profesional.

Pocas veces suceden las cosas de esta forma, pero nosotros no somos culpables de ello. No siempre y no por culpa nuestra, conseguimos la facultad de evitar el banco de piedra. El natural cambio de costumbres, los nuevos inventos, los descubrimientos, la siempre nueva tecnología que no cesa de actualizarse, nuevos mercados, niveles de exigencia, e innumerables medios inmersos en el arca de Noe de la producción, albergue de infinitas elaboraciones que cubren las necesidades del ser humano, nos impiden evitar el zarpazo al que están prestos los promotores del Centro enmascarado en la sociedad de consumo.

Por otra parte, pero en el mismo orden de esas cosas que nos pueden llevar al fracaso, el inicio de algunas de estas actividades, sobre todo si no estamos alertados y preparados, pueden representar el fin de otras, inmediatamente anteriores.

Es entonces cuando los centros de producción cambian y con ellos las obligaciones contractuales de sus promotores. Unos saben sobreponerse a ello, otros no. El triunfo de unos los lleva a crecer patrimonialmente. El fracaso de otros los lleva a desaparecer. La gran ciudad, embajadora de la sociedad de consumo, crece comiendo de sus lindes, arrasa los aledaños campos agrícolas, los convierte en solares abandonados donde se aloja un chabolismo cuyo sostenimiento es logrado sustrayendo lo ajeno, perteneciente a clanes vecinales.

Sólo las excavadoras conseguirán expulsarlos, ensanchando los límites de la gran ciudad. La gran ciudad, el Centro, la sociedad de consumo, todo es lo mismo, el lugar donde se construyen mágicos mundos donde conviven aquellos quienes han sido incapaces de descubrir la cueva situada en las profundidades del sistema, y, por lo tanto, el significado de sus escenificaciones labradas en su interior.

José Saramago, en la Caverna nos habla de todo esto valiéndose de una familia de alfareros. Cipriano Algor, toda su vida dedicado a dar forma al barro, construyendo cántaros, platos, botijos, que sirve en exclusiva y con la honradez de un hombre bueno a un importante Centro, con pretensiones de ser el único ofertante de las demandas de toda la población. Su hija Marta, enamorada profundamente de su marido a quien entrega todo su cariño, labora el barro ayudando a su padre aportando perspectivas propias de su juventud; igualmente muestra hacía su progenitor un profundo respeto y gusta de protagonizar con él enfrentamientos dialécticos, no solo relativos a los propios de la actividad productiva de la alfarería a la que alumbra con nuevas ideas comerciales, sino también acerca todo lo concerniente a los modos, vivencias, comportamientos, reacciones, conclusiones, conveniencias, y demás aspectos que conforman los hábitos de vida entre las personas y su entorno social. Marcial Gacho, esposo de Marta, cuyo mayor deseo es convertirse en Guarda titular del Centro, lo que implica el usufructo de vivienda con los enseres necesarios para su habitabilidad; hacia su suegro muestra un gran respeto, ayudándole siempre en las horas que su trabajo le deja libre. Un perro, Encontrado, llega a esta familia, de ahí su nombre, se incrusta profundamente dentro de ella y se procuran compromisos y responsabilidades mutuas. Isaura Madruga, viuda y vecina de la familia, situada en la antesala de los sueños de Cipriano, se convertirá al final en motor impulsor de una huida hacia el inicio de una nueva vida. Aparecen también los padres de Marcial, enfrentados de siempre a Cipriano, deseosos de ir a vivir con su hijo. Éste los visita con frecuencia haciéndoles ver la imposibilidad de satisfacer ese deseo, que no juzga necesario, pues además de carecer de sitio para albergarlos, viven los dos y ambos pueden ayudarse.

Estos son los personajes. La alfarería, como centro de producción, deja de interesar al Centro. Nuevos mercados la hacen innecesaria. Luchan por permanecer generando nuevos productos. Cambios de costumbres los rechazan. Tienen que sucumbir. Abandonan la alfarería y se incorporan a la sociedad de consumo. Cipriano, osado, inquieto, olfatea el peligro. Lo encuentra y huye de él. Y en esa huida que no es tal, es el inicio de una nueva vida impulsora de nuevas ilusiones, Isaura definitivamente se introduce totalmente.

Un amor oculto, que ambos sentían pero el alfarero prefería reprimir, vence todas las dificultades y se convierte en fuente de energía para la huida a la que también acompañan Marcial y Marta. Ambos de dan cuenta que el usufructo de la vivienda les da cobijo, pero no casa. Con el tiempo se convertirían en huéspedes de la Caverna. Todos inician una nueva vida y con ellos, el perro Encontrado.

28 septiembre 2012

JOAN BALDOVÍ: ¿Y QUE ENCIMA COBRE POR ELLO?

juan baldovi_ y que cobre por ello

Joan Baldoví, diputado por Compromís en el Congreso de Diputados, da vida a la sospecha de que en la manifestación celebrada en la proximidades de la Carrera de San Jerónimo existiera un grupo de policías infiltrados con el único fin de provocar a las Fuerzas de Seguridad que protegían a los padres de la patria con el deseo de que surgieran actos de violencia; cuya responsabilidad sería entonces ajena a quienes por lo visto se manifestaron de pacífica forma. Según Joan Baldoví, por supuesto.

Y por tal motivo se ha dirigido al Ministro del Interior para que aclare los hechos, utilizando una serie de preguntas que de forma solapada dan por cierta su premeditada, estudiada y diseñada acusación desde días antes de los hechos.

Ahí tenemos el auténtico rostro de un partido político, Compromís, maquillado de insidia y que no tiene reparo alguno en lanzarla sobre quien o quienes le plazcan en cada momento. Y que por desgracia y vergüenza tiene sus partidarios.

Lanzada la incendiaria sospecha, le importa un pito la respuesta del Gobierno, toda vez que no era ésta lo que buscaba. Lo suyo, lo de Compromis, es el fármaco genérico de la infundada sospecha, a sabiendas de su secuela tan del agrado de un sector minoritario de la sociedad que rendido a sus pies, lo único que espera Compromis es la carnaza que a su alcance llegue.

Todo lo demás es irrelevante, inusual y nada nuevo bajo el sol. Lo curioso es que no denuncie que la totalidad de los participantes fueran alistados de los “Tercios de Flandes” en guerra triunfal, en perjuicio y denigre de una masa tan indignada como pacífica con ánimo de manifestarse. Vamos, que a lo Gandi, mostrándose de blanco OMO nada desarrapada.

Compromís, como siempre, al más puro estilo Mónica Oltra que tanto parodian y que por su “gracia y merced” suspiran en aumentar los necesarios escaños que justifique el tripartito. Mejor dicho, “el tripartit”, delirio por el que sueñan las veinticuatro horas del día.

Es lícita la aspiración de llegar al poder por cualquier partido político, pues para eso nace. Otra cuestión es la forma de lograrlo; pero que existan los dispuestos al uso de la sospecha, de la difamación, del vodevil tabernario, de la más desvergonzada y perenne insidia, lo único que se merecen es el desprecio. Pues lo hacen a sabiendas de la existencia de quienes aceptando de buen agrado tan vil chalaneo, están dispuestos a darles su voto.

Corresponde la acción al lado más oscuro de un sistema democrático que si se considera el menos malo existentes, ya sabemos su porqué. La existencia de Juanes Baldovis nos lo demuestra.

¿Y para esto nos ofrecía su voz clara, limpia y valenciana en Madrid?

¿Para levantar sospechas e insidias sobre los Cuerpos de Seguridad del Estado, mientras él es incapaz de rendir cuentas públicas por la “caja” de Sueca, de su pueblo, durante los seis últimos y largos años?

Y que encima cobre por ello.

27 septiembre 2012

EL ARO DE SUS JUEGOS

el aro de sus juegos

León Valderas, en su ficción, navegaba entre el desasosiego y la incertidumbre. La mar rizada fustigaba su quilla, la flojedad del velamen fortalecía su temor y su estado de alerta no le garantizaba consuelo alguno.

La luz sobre la lámina de un mar en calma era una hoja arrancada del almanaque en su pasado.

León Valderas estrechó aún más su circulo, se encerró en su interior al que decoró en la monotonía. Pasaron a ser las mismas caras de todos los días y su destino, el de unos buenos días o el de unas buenas tardes. O los dos. Un hola y un hasta luego.

León Valderas, si bien quería despertar, el despertador sobre la mesita le fallaba más de la cuenta y el taller del viejo relojero había cerrado las puertas ante la escasez de demanda, aunque de estar abierto, igual no lo hubiera llevado. No era el único, el relojero, quien había bajado el telón a lo largo de la calle.

Aquel cuadro ante los ojos de León Valderas lo hundió en el sopor, fustigó su templanza y adivinó que vencido, entregado a sus corrientes, el maderamen de su existencia se esparciría por el ancho mar tal y como los cristalitos de una jarra rota en mil pedazos desaparecen barridos por la escoba.

León Valderas no lo pensó más y se dispuso a salir fuera de aquel círculo estanco cuya salida no encontraba.

El aro de sus juegos permanecía amarrado, como escondido en los huecos de unos recuerdos que intentaba resucitar al son de nuevos bríos que hicieran correr la rueda.

26 septiembre 2012

EL DERECHO DE LOS CATALANES

 
el derecho de los catalanes
Tan cierto es que los catalanes tienen sus derechos, como que por el mar no corren las liebres.
 
Y vaya si los tienen, sobre a todo a vivir en libertad. Esa que quieren cercenar a base de mentiras una pandilla de golfos nacionalistas que no sólo se han dedicado a contarlas, sino amedrantar a una ciudadanía desde ese nuevo TOP llamado “lo políticamente correcto” para que se sienta culpable y sojuzgarla a su voluntad. 
 
Un amigo me ha pedido que divulgue su carta. Aquí está.
 
“Soy un barcelonés de 30 años que, como mi generación, creció con el Club Super 3, el Tomàtic, la Bola de Drac, la Arare , Sopa de Cabra, Els Pets, Els Caçafantasmes, “Regreso al Futuro”…
 
Veíamos la predicción del tiempo en la TV3, con los dibujos de soles y nubes sobre un mapa de los Países Catalanes. 
 
En la escuela nos explicaban la historia de las cuatro barras, pintadas por el emperador franco con la sangre de Wilfredo el Velloso sobre un escudo o tela de color amarillo-dorado: así nació nuestra bandera (la Senyera). 
Los domingos por la mañana bailábamos sardanas en la plaza de la Iglesia , y daba gozo ver en un mismo círculo a los abuelos y los nietos, cogidos de la mano. 
En Navidad hacíamos cagar al “Tió”, y poníamos un “Caganer” con barretina en el Nacimiento. Así, disfrutábamos de una auténtica Navidad catalana como Dios manda. 

En la primavera cogíamos las Xirucas (Chirucas , marca de calzado), y nos íbamos a nuestros Pirineos a disfrutar de nuestras montañas y sierras, en nuestra tierra. Celebrábamos la “Diada”, con ánimo de no olvidarnos de la derrota de nuestro pueblo contra Felipe V y los españoles. 

Somos un pueblo trabajador, con carácter, distinto del resto. Tenemos la Caixa , el RACC, los Mozos de Escuadra y los Ferrocarriles Catalanes. ¿Qué más queremos? Pues queremos, queremos, queremos…

Pero la verdad no se puede ocultar siempre. Te vas de Erasmus a Londres, y descubres que existe vida fuera de nuestro pequeño planeta catalán. Que también hay trabajadores con carácter en otros territorios. Que la Caixa no es tan importante, si se compara con el Comercial Bank of China. Que solamente una ciudad como Shanghái tiene 20 millones de personas (tres veces toda Cataluña). 
Descubres la verdad: que lo de las cuatro barras de Wifredo el Velloso sólo era una leyenda, un mito, sin fundamento histórico. Ni Wifredo fue contemporáneo del emperador, ni se usaba la heráldica en ese siglo. Además, hasta la unión con Aragón, el emblema de los condes de Barcelona fue la cruz de San Jorge (una cruz de gules sobre campo de plata). 

Descubres que la sardana la inventaron en el año 1817. Fue un tal Pep Ventura, que tampoco se llamaba Pep sino José, nacido en Alcalá la Real, provincia de Jaén, e hijo de un comandante del Ejército español. 

Se la inventaron, porque no podía ser que la jota de Lérida o del Campo de Tarragona fuese el baile nacional. Y tampoco podía serlo el baile denominado “El Españolito”. 

Por eso se inventaron la sardana a comienzos del siglo XIX: para crear una identidad nacional inexistente hasta entonces. 
La sardana, otro mito. 
Descubres que en 1714 no hubo ninguna guerra catalana-española, que Cataluña no participó en ninguna derrota bélica. Fue una guerra entre dos candidatos a la Corona de España, vacante desde la muerte de Carlos II sin descendencia: entre un candidato de la dinastía de los Borbones (de Francia) y otro de la de Austria (de tierras germánicas). En todos los territorios de la Corona de España hubo austracistas y borbónicos: por ejemplo, Madrid, Alcalá y Toledo lucharon en el mismo bando que Barcelona. No fue, como intentan venderlo, una guerra de secesión, sino de sucesión: ningún bando aspiró nunca a romper la unidad dinástica entre Castilla y Aragón, ni la separación de Cataluña.
La Diada , otro mito.

Descubres que el “Caganet” del belén es una “tradición” que no se generaliza hasta el siglo XIX, como la sardana. Y que el “Tió” es otra milonga identitaria y absurda. La Navidad catalana, otro mito. 

Te das cuenta que [los nacionalistas] nos han tomado el pelo. No nos han educado, sino adoctrinado. Que nos han alimentado, sin darnos cuenta, de una “ideología total” que se encuentra por encima de todo y de todos. Lo abarca todo: permite pisar el derecho de las personas, modelar la Historia a su gusto, y determinar qué está bien o mal. 

Te das cuenta que [los nacionalistas] nos han adoctrinado a través de mitos, leyendas, mentiras. Que han construido o falseado una realidad, con tal de fundamentar su ideología. Intentaré poco a poco ir comentando esos mitos. Pido ayuda y la colaboración de todos, para tratar de encontrar otras mentiras. Así, [los catalanes] podremos liberarnos de esos mitos, y ser libres de verdad. 
Está claro que eso de viajar, es para algunos, una estupenda vacuna contra la estupidez y el aldeanismo”.
Josep Savalls i Vila
Vic

MIGUEL MARTORELL, PROFESOR DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL “EDUCACIÓN A DISTANCIA“

Miguel Martorell_profesor de historia de la uned
“En la historia reciente de España los monarcas que tomaron partido causaron estragos” (Sic) Frase que ha salido de los labios de Miguel Martorell, un profesor de Historia en la UNED.
Sea cual fuere el contexto en el que el citado docente se expresa y en la que va implícita la referencia a la última declaración del actual Borbón como Jefe de Estado, igual resulta ser una falacia como la más exultante provocación.
No hay derecho que de la boca de quien dice ser “profesor de historia”, se expele tal aseveración, tanto en cuanto comparar la actuación de Juan Carlos I con sus antecesores de la misma dinastía, no se sostiene desde el rigor que se merece, sustituido por la ligereza en la hora de manifestarse.
Jamás ha habido un monarca desde Fernando VII, que respetase tan al pie de la letra la Constitución vigente en cada momento como el actual monarca español, y con la responsabilidad que el cargo exige.
Igualmente, diría yo, y en comparación a cualquier otro ciudadano; incluido y por supuesto, los profesores de historia, a quienes supera en respeto a la Carta Magna, tanto en el fondo como en la forma. Y si nunca se debe de generalizar, ver cómo se expresa el Sr. Martorell y los ecos que surgen del mundo estudiantil, hacerlo en este caso no es baladí.
Y si es así, si el profesor de historia en la UNED supiere de alguien con mayor respeto constitucional que Juan Carlos I, que lo indique o que se calle para siempre.
Es lamentable y bochornoso que se hable tan a la ligera, sin el menor rigor histórico, y lo que es peor, cuestionando la actuación de nuestro Rey, tan ejemplar ésta, como la de quien más.
No es cierto que Juan Carlos I haya tomado partido por ninguna institución política en perjuicio de otras. Expresarse así es mentir, como arriba indico, tendente a provocar ante la opinión pública una actuación que, por otra parte, es considerada como ejemplar por la inmensa mayoría de españoles.
Que una minoría por definición nada solidaría, excluyente y al mismo tiempo enferma, portadora de un virus contaminador cuyo origen ignora, cargue contra el Rey Borbón, dignifica a éste y descalifica aquella.
Don Miguel Martorell, ni sabe lo que se dice, ni siquiera sabe de lo que habla, por muy profesor de la UNED que sea, donde de seguro debe haber algún que otro soplagaitas, tribu que de seguro alterna.
De la existencia de estos últimos sabemos por el maestro de historia, quien todo parece indicar que forma parte de la banda y además con “nota”.
También sea, que a la ejercer en la Universidad Nacional de “Educación a Distancia”, su conocimiento, el de los Borbones, lo haya perdido por el camino por los vientos que soplan, y que él aviva. Con seguridad, el del vigente.










25 septiembre 2012

JOSEPH BAUSSET, “EL MONJO DE MONSERRAT”

Joseph Bausset el monjo de Monserrat
Vaya por Dios. Por lo visto alguien ha dado en el clavo al problema cultural que alberga al nacionalismo catalán de la mano de quien periódicamente lanza sus monográficos panfletos sobre el papel del diario Levante-EMV.
 
Al hacer alusión a Dios, démosle gracias porque nuestro horizonte despejado viene de la mano de un “monjo de Monserrat”, Joseph Bausset, al hilo de una bandera catalanista que ha aparecido en los últimos días cima el Castillo de Almenara, y cuyo anuncio, el de la solución al problema, ha rubricado en su columna “La bandera de Almenara” aparecido hoy en el diario. 
 
Sitio nada habitual el del Castillo y que dado el momento convulso provocado por una manifestación catalanista en la Diagonal catalana (que para eso están las diagonales; para separar más que para unir) su alzado, ha provocado la crítica por parte de la oposición municipal ante tan falaz chulería.
 
El “monjo de Monserrat”, invita al edil del PP a que visite aquellos sitios del “Cap i Casal del Regne” donde figura la enseña representativa de la antigua Corona de Aragón instándole a que lo denuncie. O a que las quite.
 
Tergiversación pura y dura por parte del “Monjo de Monserrat”, tan avezado en ello, que en un ejercicio de manipulación cum laude sabe muy bien y a la vez oculta, que la bandera cuatribarrada ha sido utilizada miles de veces como vulgar estandarte de un ejercito de vándalos contra las señas de identidad de los valencianos, tendente al logro de unos Países Catalanes por los que “el monjo de Monserrat” sueña.
 
Sueños oníricos tantas veces anhelados por la izquierda valenciana, aunque una parte de ella los oculte en la actualidad, pero cual Guadiana surgirán cuando les interese.
 
El “monjo de Monserrat” manipula una vez más un hecho puntual que en el contexto actual está muy claro. Y él lo sabe, pero no lo dice y se lo calla.
 
Pero sin pretenderlo ha dado con la solución a un hecho histórico inapelable, jamás cuestionado por cualquier historiador que se precie.
 
Efectivamente, la bandera cuatribarrada es la enseña de la antigua Corona de Aragón y como tal figura en todos aquellos reinos de la que formaban parte.

 ¿Quién lo niega?
 
Si dice “el monjo de Monserrat” que el “peñó de la conquesta” representa a Aragón, pues la cuestión está clara y el Bausset y en su escrito, en lugar de intentar dar con las narices, fija la solución mediante una reflexión tan cierta como contundente.
 
La bandera cuatribarrada no representa a los “paises catalanes”, dice él, que muchos pretenden. Tampoco es catalanista. ¿A santo de qué? ¿Verdad “monjo de Monserrat”?
 
Es, según asegura, la bandera de la antigua Corona Aragonesa y por lo tanto todas aquellas raíces que estuvieron bajo su amparo, son aragonesas, no catalanistas. Eso dice. No hay más que leerlo.
 
Resuelta la incógnita por Joseph Bausset, alias “el monjo de Monserrat”, somos pues aragoneses y hasta hablamos el aragonés. Que por inventar no quede.
 
A ver si de una vez resuelven su problema cultural y nos dejan tranquilos.

24 septiembre 2012

RATA DE CLOACA

ratas de cloaca

Quien no se consuela es porque no quiere, pero haberlos haylos.

Los hay que con los libros, pero también quienes disfrutan mediante el recurso de la algarabía, ajenos al freno de marcha que intencionadamente evitan.

Como también haberlos en el hallazgo de un furor uterino, su única credencial más la del “calimocho”, o quienes siempre dispuestos a destrozar el más preciado búcaro (sea éste de veinte siglos de antigüedad fundido por el crisol de la historia) en su deleite se solazan. Responden a quienes disfrutan como cerdos con su vista fija en ombligo propio y rascándose la tripa. O destrozando un contenedor en la calle solitaria; incluso a la luz del día.

O quemándolo. O diciendo: ¡Ve y quémalo!

Y no hace falta catalejo alguno pues están bien a la vista.

En medio de una profunda crisis, somos los españoles los europeos que más la sufrimos, pero desgraciadamente y sin intención alguna -más que la de los emprendedores-  de cerrar filas a la busca de la luz del túnel.

Están a la vista y son aquellos quienes desean que si Moisés abrió las aguas del Mar Rojo camino a la salvación, éstas se cierren; tal y como se demuestra por esa algarabía “tensionada” un día por Zapatero, quien dejó a sus consecuencias y para su uso zarza seca y pedernal, hacia un federalismo mal entendido que si algo pudiera tener de eficaz, no lo es cuando desde la mentira y la manipulación se ha ido incrustando de forma sibilina a una legión de pardillos deliberadamente formada, la idea de que cuando pintan bastos, en lugar de sumar, hay que romper la baraja.

O lo que es igualmente peligroso, aquellos que sin entrar a la jugada, los pardillos, disfrutan de la partida satisfechos de que el volcán entre en erupción, aunque les abrase.

Son estos ratas de cloaca. Son quienes ajenos a la luz, les gustan las sombras, por las que disfrutan, pero no para su solaz recreo, sino para incrustarse en ellas dejando su simiente. Allí dejan su huella a la caza de huestes ignaras dispuestas a destrozar la nación a la que pertenecen y nada solidarias en aportar un granito de arena por diminuto que éste sea: ¡Ve y quémalo! Dicen. 

Que lo es, pero no por ello inútil.

Haberlos haylos y todos sabemos de ellos.

Los conocemos.

23 septiembre 2012

UN VELERO BERGANTÍN

un velero bergantin
El niño, sujeto en su trona donde no surca el mar sino vuela, trincha la patata frita y se la lleva a la boca. Asia a un lado, al otro Europa y allá, a su frente, Estambul.
Luego se relame, sonríe y se lleva otras dos a sus labios, cuando viento en popa a toda vela coge con su mano el vaso y sorbe su agua, cantando alegre en la popa. Gira su cabeza hacia Bob Esponja en la TV mientras la lona gime el viento a quien sonríe desde su cuerpo que absorbe sin explotar.
Navega velero mío; rompe y come un trozo de pan del mejor amigo que puedas tener. Como sabe, mastica bien el trozo de carne, pues veinte presas ha hecho a despecho del inglés.
Tal y como a los peces les es fácil flotar, mientras cena, sonríe en sus travesuras del uno al otro confín.
Toda vez que una piña vive debajo del mar, escudriña la fruta troceada a la luna que en el mar riela, cuando, como a los peces le es fácil flotar.
Ya libre en su sofá, dice si están listos los chicos, sí capitán, le respondo.
Rendidos a sus pendones cien naciones a sus pies, busca su osito peluche y su mantita de rizo. Se la lleva hasta el cuello con diez cañones por banda, mientras la noche apaga su luz dando vida a olas de plata y azul que gritan fuertes: ¡Sí capitán!
Qué si mi barco es mi tesoro, mis sueños son la libertad.
Bob Esponja ya llegó y del uno al otro confín y en todo mar conocido no sólo surca sino vuela un velero bergantín.
Al influjo de la luna que sobre el mar riela, canta feliz en sueños: Bob Esponja, Bob Esponja, Bob Esponja.
Bob Esponja… ya llegooooo.









22 septiembre 2012

INDIGNACIÓN ESTUDIANTIL

indignacion estudiantil

La indignación de los españoles en las últimas semanas y coincidiendo con el inicio del año escolar se ha trasladado en una parte al mundo estudiantil, con el folklore del añadido por un asaltador de caminos quien de disfraz desdentado y barba totalitaria, goza de un muy buen patrimonio que configura sus rentas.

No debe extrañarnos pues esas entradas en universidades y centros docentes que patrocinan a grito pelado un sector de la juventud que si por algo destaca en los últimos años lo es por su ausencia a las clases, por sus suspensos reiterativos, sus cursos repetidos, todo ello producido por la ausencia de estudio y la abundancia del botellón.

Mientras quienes logran muy buenas notas, permanecen en sus casas rompiendo codos con el disfrute de los libros, ajenos al vocerío.

Lo que nada nos extraña es que la citada algarabía pseudo estudiantil, viene dada por su obstinación en la ausencia de unos valores democráticos basados en el respeto a los demás y que por sus reiterados actos violentos conocemos; más bien han recibido la asignatura de lo “políticamente correcto” cuyo común denominador es el aroma anticlerical, propenso al mismo tiempo a los actos de vandalismo, al graffiti como rúbrica personal pero en propiedad ajena, a la basura matinal y no sólo ésta en parques y en jardines, sino allá donde les place.

Fieles reflejos de una juventud cavernaria que si está dispuesta “al asalto en los caminos”, por desgracia y en su utilización, aún goza del respaldo político de quienes han tramado con insistencia unas Leyes Docentes propensas a la inutilidad del esfuerzo y a la devaluación del estudio con la cultura de lo fácil.

Nada mejor que pasear por la calles de la ciudad cualquier mañana de sábado o domingo, especialmente, para saber de esta camada que por si algo destaca es por el desprecio a una sociedad en la que vive acomodada; la que no ha sufrido privaciones ni inculcado el temor a la “calabaza” en su hoja de estudio, cuyo resultado sufrimos y del que se beneficia una izquierda que transforma al hombre en un voto, papel mojado en la urna, válido en el recuento electoral y en su propio beneficio sin compartirlo con los demás. Que cuando la vaca es mía, esa no se reparte.

Para su disfrute nada mejor que una entrada triunfal en un paraninfo universitario, en su antesala al botellón.

21 septiembre 2012

ARTUR MÁS, MEMO MOTU PROPRIO

Memo motu propio

Cuándo uno ve, oye y escucha “dimes y diretes” semejantes a los manifestados por el Artur Más de los redaños (que citado así no se expresa que los tenga, pues por otra parte, dotar de dichos atributos a un memo es harto difícil y en especial y en el supuesto caso que los utilice para causas nobles), nos lleva a las claras ver de qué clase de memo estamos hablando.

En este caso y por suerte para España entera, salvo para la región catalana en la que dicen que un millón y medio de sus habitantes están eufóricos. ¿Eufóricos de qué? mientras que el resto y hasta los 6 mm de catalanes seguro que están hasta los redaños del citado memo.

¿Está claro ahora el sustantivo genital y su matiz diferenciador?

Y si no es lo mismo el predicar que dar trigo, en este caso el Artur Más de los redaños, ni da, ni recoge.

Su paso por la Moncloa sólo ha servido para llenar portadas y portadas en la prensa y para dar aporte alimenticio a los columnistas que proliferan por todos los medios. Para poco más; aunque sin duda va a marcar el declive de un político nefasto llamado a desaparecer de la “cosa publica” española; sí, de la española, aunque lo será en su beneficio gozando de un sueldo vitalicio que de seguro es lo que busca.

Penoso los columnistas que dan como hecho consumado una sedición que en sus adentros desean, despreciando a una mayoría silenciosa que tendrá su despertar desde Port Bou al Ebro. Penoso y descarado.

Pasado su momento de gloria, la de Más, queda la resaca de su miserable actitud.

Rajoy en su respuesta inequívoca va implícita la visión del hombre de estado que atesora. ¿Quién dice que este hombre no habla claro?

Así pues basta ya de hablar de este sujeto, el Arturo, que ni él se merece tanto, ni España y la más importante de su Rambla se merecen tal memo.

Aunque a su vera se agrupe una multitud que ni sabe a lo que iba, ni de qué va la película.

Multitud que en su ochenta por ciento son de nacimiento andaluz, extremeño o manchego. Y que de la historia de Cataluña lo único que saben es lo que les han contado: un sucedáneo de “pa ab tomaca” que en época de crisis aceptan con agrado.

Basta ya de esa cara, la del memo.

20 septiembre 2012

ADIVINANZA CATALANA

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Artur Más ha dicho ante las cámaras de TV y yo lo he visto y oído que quiere ser catalán.

Entonces ¿Qué es?

¿?

UN TAL JUAN SOTO: UNO DE LOS VOCEROS DEL PSPV

juan soto

El diputado de nombre Juan Soto ha tenido la desfachatez de pedir en Las Cortes Valencianas que una parte del patrimonio eclesial valorado en 150 mm de euros sea devuelto en beneficio de la ciudadanía, dado que una parte de nuestros impuestos van a las arcas de la católica Iglesia.

¡Cómo si no lo fuera ya!

Ahí están templos, iglesias y catedrales de casi diez siglos a disposición de todo aquel que tenga deseos no sólo cuidar su alma, sino de aquellos interesados por conocer en el plató de los hechos, el devenir de nuestra historia.

Con seguridad el manipulador Juan Soto no asistirá a ellos, desinteresado en ambos temas, y cierto que por ser víctima de un enfermizo rechazo, o bien porque su interés por el pasado sea nulo. O más bien por ambas razones. Que sí.

Y digo todo esto porque sé del quehacer diario de tan desagradable personaje cuyo destile he visto muchas veces en el hemiciclo de nuestra Casa Consistorial ante la luz y taquígrafos que representa verlo en su escaño.

Lugar que siempre ha utilizado como fruto de su trabajo, pero para servir el más rancio rancho que ni en el frente de Teruel lo hubiere.

Lugar desde el que igualmente ha dispuesto el vino mísero y cabezón para estigmatizar a sus seguidores, así como ha certificado en cajitas de seda el fruto de la manzana podrida destinado a ensañar cualquier mesa que por su gratuidad lo acoja.

¿Qué de nuestros impuestos se ha beneficiado la Iglesia?

Y de quienes ha sufrido el más blasfemo ataque, destrozando, saqueando e incendiado su patrimonio, cuya restauración ha sido muy bien acogida por la mayoría del pueblo español y al mismo tiempo costeada de nuestros impuestos.

Qué se resarza el Estado de tal cuantía del sueldo de Juan Soto y de las arcas del su partido, toda vez que fueron sus mismos correligionarios quienes con su vandalismo rancio, mísero, cabezón y podrido destrozaron gran parte de nuestra de historia: la nacida cuando Europa era conocida como la Cristiandad y de la que España formaba parte.

Juan Soto: cuantifique el daño y pague.

Y hecho esto, deje ya de una vez de contar mentiras, de las muchas que allí se han escuchado aprovechando su cargo. Y si de paso se acoge al reglamento institucional al que acude, con cortesía y educación, al menos, le dará la dignidad y seriedad que con su presencia desmerecen.

19 septiembre 2012

MANIFIESTO REAL

manifiesto real Manda güevos. Ahora resulta que el Rey no respeta el pluralismo político, cuando refrendado como Jefe del Estado por nuestra Carta Magna votada de forma mayoritaria por la ciudadanía de nuestra rosa de los vientos y que tiene como principal misión procurar por la unidad de España que cuatro gatos de mi...seria cuestionan, dicen estos que no respeta el pluralismo por ejercer las funciones de su cargo.
Manda güevos que quienes tratan de imponer su criterio por encima de una inmensa mayoría de sus propios paisanos a quienes tratan de silenciar por toda clase de medios, lo que ha inducido a que muchas familias bajo la presión totalitaria propia de los nacionalistas y con el miedo sobre sus cabezas se hayan visto obligados abandonar su tierra, nos vengan ahora con estruendos contra un Jefe de Estado que siempre ha sido respetuoso con cualquier opción política como jamás de los jamases lo haría un presidente republicano, obligado a su partido y al que se debería, así como cualquier republicano fruto de una nefasta Republica que, sin embargo, ven como un árbol florido pero a la sazón ignorantes de la savia venenosa que alimentaba a sus huestes.
Nacionalismos que, dicho por otra parte, como muy bien dice Vargas Llosas, jamás han inspirado un libro legible (sic), salvo por mi parte digo, catecismos irredentos para lectores cuya capacidad de discernimiento nace en las Batuecas, lo que justifica todas sus acciones.
Coincide el “manifiesto real” con la muerte de quien naciendo para la historia en los últimos meses del 1936, Comisario de Orden Público, cargo ansiado por cualquier comunista que se aprecie, ha puesto fin a la suya particular ante la frustración de Baltasar Garzón, quien apartado como juez de su carrera, “no podrá pedir su certificado de muerte”.
Si por sus actitudes los conoceréis, ahí están los nacionalistas y comunistas que por una inexplicable disfunción cerebral, van por la misma vía: la de aniquilar la convivencia con el spray de la falsedad.
El Jefe del Estado ha hablado alto y claro; sólo quienes se hacen los sordos o no saben o no entienden, cuando lo cierto viene dado por su incapacidad de asimilar, por decirlo suave, le acusan justo de lo que ellos mismo son: los portadores del desprecio hacia quienes piensa en libertad.








18 septiembre 2012

ESPERANZA AGUIRRE, DE LIBERAL PEDIGRÍ

 

esperanza aguirre de liberal pedigri

Esperanza Aguirre, la más firme defensora del actual liberalismo español, tanto el intelectual como el de ir por casa que más debiera existir, ha dimitido de todos sus cargos ante el pasmo de la opinión pública.

Puesto a elucubrar, bien podría ser el principal motivo ante la visita del próximo jueves de Arturo Más a la Moncloa, en cuyo punto de encuentro, el Presidente Rajoy debiera decirle si ya ha cuantificado toda la plus valía proteccionista recibida desde el Decreto de Nueva Planta, cuyos beneficios lanzaron a los mejores logros a Cataluña y que la burguesía de entonces, la del CIU de ahora, acogió con sumo agrado y que desde entonces se ha lucrado.

-Bueno Arturo, ¿Ya sabes cuánto debes al resto de España, la que no tuvo tales prebendas en los últimos trescientos años?

Puras elucubraciones de quien suscribe que seguramente no están en la mente de Rajoy, pero que sí debieran estarlo.

Sea como fuere, si Esperanza Aguirre nos ha dicho que el motivo de su dimisión es personal y sus razones vienen avaladas por necesidades de su salud y cobijo familiar, es de buena crianza darle el margen que toda persona merece.

Hemos visto las reacciones suscitadas en los diversos dirigentes políticos y que ocupan la primera plana de toda la prensa nacional; las que navegan desde las más emotivas, las orto grafiadas desde el respeto y hasta las más mezquinas. Flash instantáneo que nos define a sus mentores, entre quienes y como no puede ser de otra manera, ahí están las de aquellos que sólo se merecen el desprecio a sus personas.

Si la esperanza es lo último que se pierde, la de Aguirre nos abandona. Esperamos y deseamos lo sea hasta que se vea fuerte para dirigir el timón de una España a la deriva, cuyo casco se ve atacado por una multitud minoritaria que si por algo destaca son por sus agresivas puntas de lanza, que por ser depredadores y de fauces hambrientas, semejan a las de aquellos vándalos del norte que a las soflamas de cuernas, arreciaban las masas.

Esperanza, mantenemos la esperanza. Que en tu cobijo familiar recuperes las fuerzas que deseas y que necesitamos.

17 septiembre 2012

LA NACIÓN ESPAÑOLA

LA NACION ESPAÑOLA
Por su entereza, dignidad personal, libertad intelectual y valor humano, reproduzco, sin quitar ni añadir una coma, este correo que ha llegado a mi escritorio de un catalán de pura cepa, con más redaños que quienes acudieron aborregados a la manifestación del pasado día 11 de los corrientes.
 
¡Qué gran región, si tuviera buen señor!
 
“Estimados amigos:
 
Pasada ya un poco la resaca del 11 de septiembre en Cataluña, espero que muchos o la mayoría de catalanes como yo, seamos capaces de poco a poco y con la palabra y la razón, de ser eco de lo que pensamos los catalanes de verdad y arrinconar lo que aquí les llamamos " los de la seba ( cebolla ) " que tienen parte de la historia equivocada y un talante ofuscado, poco real y poco pragmático.
 
Aquí parece que las minorías siempre van por delante y contra el bien común o bien de la mayoría. En Cataluña tenemos miles de ejemplos y solo hay que ver el destrozo y despilfarro que ocasionó el tripartito, y despilfarran todos los partidos e instituciones sean del signo que sean (al menos es mi percepción), también lo de la prohibición de las corridas de los toros, los  millones de euros gastados en infraestructuras de competencia autonómica para complacer pequeñas súper minorías, etc.
 
Nuestra indignación está llegando a un límite, sobre todo por la irresponsabilidad de pequeños grupos secundados, por conveniencia, de algunos partidos políticos de querer dividir a nuestra sociedad catalana y llevar a la bancarrota tanto a Cataluña como España.
 
También y aunque ya muchos amigos y conocidos conocen perfectamente el talante catalán deseo ir pregonando donde sea y a quien sea lo que somos los verdaderos catalanes.  Ojala el gobierno catalán actual convocara elecciones- y en las urnas- hubiera una gran mayoría que fuera a votar. Entonces casi seguro a esos de " la seba " se le subían los colores y tendrían el rabo entre piernas (incluidos CIU y otros).
 
Espero que el verano haya pasado bien (a pesar del calor), y ya hablaremos o nos veremos antes de Navidad.
 
Un abrazo. ARTURO”

ARNALDO OTEGUI, ESCRITOR

arnaldo otegui escritor

El etarra Arnaldo Otegui, autor de numerosos secuestros, atentados y actos de la peor calaña, el añorado por Zapatero al considerarle éste como representante del futuro, ha perdido perdón sólo por si en sus declaraciones ha causado un dolor añadido a los familiares de sus victimas.
Fue el viejo profesor, el socialista de pro, Tierno Galván, quien dijo que las promesas preelectorales son para no cumplirlas. Sabía muy bien lo que se decía el que fuera Alcalde de Madrid, cuya declaración es digna de estudio por la parte que le toca, al estar dentro de una organización que se dice “socialista”, pero fuera de su ejercicio porque en ello nunca estuvieron. Ni lo están.
Imagino a quienes habrá sentado muy bien tan falsa declaración, la del etarra Otegui, que no son otros más quienes desde el inicio de la Transición siempre estuvieron, si no junto a los terroristas, sí muy cercanos, tratando de justificar sus actos, el de los etarras, como bien lo fuera mirando hacia otra parte o con su famoso “es que…”. Hasta en el atril parlamentario del Congreso de los Diputados, un socialista de primera fila se atrevió a exigir el tratamiento de ciudadano a quien no era más que un despreciable asesino. Quién no recuerda aquellas manifestaciones en la antesala del acceso al poder de los socialistas, en cuyos gritos siempre salían ecos de apoyo a ETA. En Valencia los hubo con Alcalde socialista al frente y bajo la arboleda del más bello de nuestros paseos, el de la Alameda.
Me dirán que hace muchos años de ello, pero como decía José Mª García “el butanito”: ¡Ojo al dato! Y ahí está: aún vemos sus lodos.
El etarra Arnaldo Otegui va a presentar un libro para el que necesita publicidad, justo en la previa de las elecciones autonómicas. Con seguridad hablando de que por el mar corren las liebres y por los montes las sardinas. Aunque visto lo visto, será de lo más inocente que embadurne sus doctrinarias páginas hacia la herejía separatista.
Tampoco debe extrañarnos la existencia de una editorial para su publicación; ahí están diversos medios dispuestos a las exaltaciones apologistas de etarras de uno u otro modo y ante la ceguera judicial que ata de pies y manos a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad al servicio del ciudadano.
Como tampoco debe extrañarnos la de sus fanáticos lectores, quienes se corresponden sin duda alguna a los que en un principio justificaron la existencia de ETA como un frente contra el franquismo, cuando en el día a día de su actos iba dejando bien a las claras que no era eso, no era eso y sabían que era mentira. Y en ellos, está el lodo. Lectores y figurantes.
Y de pedir perdón por los asesinatos cometidos, ni una palabra.
¡Ojo al dato!

16 septiembre 2012

OTRA VÍCTIMA: LA FALLA DE LA CALLE AZCARRAGA

la justicia que tenemos
Un juez ha imputado al presidente de una falla por su responsabilidad, por otra parte indemostrable toda vez que no la tuvo, en la existencia de material pirotécnico en una furgoneta ajena a su propiedad y que por otra parte, el material en ella almacenado, ni había sido requerido por la Comisión, ni sabía ésta de su existencia. Material explosivo que no iba destinado a su falla, y que pese a ello, un juez se atreve a imputar sin prueba alguna al representante de una comisión fallera por un hecho en el que la misma no ha tenido participación alguna.
¿Ante qué clase de jueces estamos enfrentados cuando se habla de políticos corruptos, de empresarios ansiosos, de funcionarios oprimidos, y de tantas y tantas cosas por las que dejamos aparte el sector de los jueces a quienes en tantas ocasiones hay que darles de comer aparte por la chulería en la que actúan?
De la misma manera que un abogado defensor pide la libre absolución para su patrocinado a sabiendas de que ha cometido el peor de los delitos, en lugar de buscar en el código penal aquellos atenuantes que le sirvan para poder reducir su pena, de la misma forma, existen jueces capaces de sentar en el banquillo a una persona decente, a sabiendas de su inocencia, por la única razón de por si acaso hubiera alguna ventana tendente a su condena.
Que los Jueces no están para resarcir a las victimas, sino para condenar a los culpables. Y que luego cumplan la integridad de sus penas cuando hay cargos más que sobrados para ello. Obligación que no cumplen.
Y así está nuestra sociedad, en la que cada vez está más necesitada de jueces dispuestos a condenar al culpable y dejen de perseguir al inocente.
¿No se dice que la perversión existente en nuestra sociedad, es el fiel reflejo de nuestro tiempo?
Pues ahí está los jueces, al que también pertenecen.










15 septiembre 2012

¡QUÉ INVENTEN ELLOS!

1543 Juan Villuga
1543 DE JUAN VILLUGA


El Artur Más, cuyo nombre el de Arturo los hay y muchos en Cataluña, dice que Cataluña necesita ser un estado, una nación, mientras lo que verdaderamente precisa son políticos de talla.

No es fácil dar con hombres de similar entereza a la de Castelar, Cánovas de Castillo, sin duda a la de Tarradellas o la de un Fraga Iribarne que cada uno con su visión de Estado y en su momento, dedicaron toda su atención en beneficio de la “cosa pública” a lo que prestaron su vida. No, no es nada fácil.

El Arturo, por desgracia delfín del Pujol (el de la Banca Catalana de párpados caídos que en su dormidera son como compuertas de potenciales hechizos, el Jordi de sueldo vitalicio que ya lo hubiera querido para sí el Duque de Lerma, el Jorge de gestos y sesgos falsarios, de manos insatisfechas, que no inquietas) el Arturo, decía, no es portador de la dignidad de los arriba citados; ni de lejos. Ni él, ni quien lo promocionó.

Si tuviera gracia el Artur, formaría con el Carod el “duo sacapuntas” dispuestos a los bolos por el Ampurdán, donde el recuerdo intelectual de José Plá, quedaría mancillado con la presencia de ambos. Qué diferencia entre esta pareja de truhanes y el autor de “El cuaderno gris”, pues pedir peras al olmo ni siquiera nos lleva a la utopía, que en este caso sería una mamarracha, tanto en cuanto en lo personal por lo que les corroe, como en la dignidad de su diario quehacer y que no tienen, su comparación es un insulto al intelecto.

Adocenar, mentir y envenenar a la ciudadanía, en este caso numerosa cuando el narcótico es de venta libre, no es de políticos corruptos, sino de algo más grave, el de aquellos dispuestos a poner en manos ineptas un tren a máxima velocidad, sin vías ni traviesas, repleto de un público víctima de su adicción, pero ignorante de un destino semejante a los que ofrecen en un dos por uno ciertas agencias de viajes, dispuestas al bandidaje, hacia una idílica playa inexistente.

Debemos creer que llegará el día que un político honesto, amante de su tierra, aparezca por las Ramblas y sepa decir el “no es eso, no es eso”; un hombre libre como Albert Boadella, por ejemplo, catalán de pura cepa, amante de su tierra y español por nacimiento, que posibilite el paseo tranquilo por la Diagonal rumbo a la costa española y que se detenga ante la estatua del bizarro Colón en su alzado majestuoso. Quien, por cierto, no es catalán de nacimiento, como malintencionadamente algunos pregonan en la antesala de una historia tan falsa como perversa.

Será entonces y sólo en ese instante, cuando en verdad puedan disfrutar quienes habitan esa región española al verse libres como los pájaros volando a los cuatro vientos sobre la tierra de su paisanaje. Y más que nunca lo disfrutarían quienes en la actualidad son prisioneros de “adhesiones inquebrantables”, propias de otra época que como tal así la ejercitaron y por ello son ahora victimas dormidas voceando cánticos de laboratorio.

Si el Guardiola fuera mileurista, sería otro cantar. No lo es y por ello se recrea en una imaginaria e independentista nación, ubicado en un apartamento de alto standig de la capital, su Nueva York particular, abrazada entre Tarrasa y Sabadell y ante el alto de Montjuic.

¡Qué inventen ellos! Decía Unamuno. Pero en este caso a lo Jordi y a lo Artur, que como muestra, bien vale la frase.

14 septiembre 2012

EL FINAL DEL AVE FENIX

 

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Novela finalista del Premio Planeta de 2007, no es una obra literaria al uso de las enmarcadas en la guerra civil española y sus consecuencias, tan en boga. Ambientada en sus inicios en tiempos de la II República Española, refleja una parte de la sociedad de aquellos tiempos que, aunque minoritaria, existió en la postguerra, ocupando su sitio y en especial en las grandes ciudades.

En este caso es en Valencia, de la que se sirve Marta Querol, que mediante el cruce casual de dos familias, las utilice para enseñar o recordar al lector cómo era la vivencia de una parte de la Sociedad que iba creciendo, tanto en cuanto lo hacía su desarrollo económico. Su presencia era cada vez más numerosa y su anecdotario iba de boca en boca entre las personas de más relieve en la Valencia provinciana y chismosa de la época.

De alguna forma, idéntica más bien, aparece en sus páginas la Dña Manuela de “Arroz y tartana” de Blasco Ibáñez, pero en las que el Mercado y la Alameda son trocados por el Chacalay y el Molino Rojo. Al igual que la tienda de ultramarinos es sustituida por la de confección, tan necesaria para una incipiente clase burguesa que desea mostrarse en sociedad.

El Final del Ave Fénix engancha al lector desde el primer momento de su lectura. Marta Querol lo consigue con eficacia, y sabe manejar muy bien a unos personajes que irán formando parte de una historia en la que se producirán paralelismos útiles para que su protagonista, Elena Lamarc, hija de Dolores Atienza, decida lanzarse a toda vela hacia un objetivo previamente diseñado.

Y decía que no es una obra al uso, porque iniciada su andadura en los años previos a nuestra guerra civil y tomando su intriga cuerpo en la España franquista, su trazo es apolítico. Nada que ver con la innumerable oferta editorial en la que lo políticamente correcto es de obligado cumplimiento, según la moda imperante, tal y como nos ha ido llegando a las librerías en los últimos cuarenta años, a cuyos lomos ha ido produciendo en el lector la carga del hartazgo.

13 septiembre 2012

¡QUÉ VERGUENZA DE JUECES!

que verguenza de jueces

Me informaba un amigo que la carrera de notario exige el romperse los codos estudiando año tras año. Terminada con éxito la carrera, el logro de una plaza cualesquiera que sea el sitio, no es complicado, al menos en principio. Esto me decía. Logrado el destino, el estudio continuo y la puesta al día sobre las leyes que afloran del Congreso de Diputados, es labor de todos los días.

Los jueces han puesto en libertad a una rata de cloaca conocida como no sé qué Bolinaga. Lo único que han conseguido es denigrase a sí mismos ante la sociedad, situándose a la altura de tan infame personaje.

Decía Rajoy, el Presidente del Gobierno, el pasado lunes en la ventana televisiva, que su peso actual, el del infame personaje, es de cuarenta y siete kilos; pero de lo que no nos ha informado es de qué tipo de carne se trata: si de carne humana o de alimaña; aunque cualquier hombre de buena crianza, cualquier hombre de bien, sabe muy bien de que género se trata: carne de presidio.

Ha manifestado un entendido del actual Código Penal, con sus codos lacerados por su estudio, que existen los mismos motivos para liberarlo, que para que la continuidad de la bestia en la cárcel lo sea por el momento.

Los jueces que han votado por la libertad de un asesino, con seguridad se han pasado por la entrepierna esa parte del actual código penal, despreciando su estudio, los informes médicos, así como la actitud chulesca de esa bestia y la de aquellos que le esperan a su salida con la V de victoria en sus manos, y a quienes sin duda no aplicará esta pandilla de jueces la apología del terrorismo para meterlos en la cárcel, tal y como exige el actual Código Penal, al que los jueces desprecian. Que sobre sus conciencias caiga tal desatino, si es que la tienen.

Seguro que los jueces miraran a otra parte en perjuicio de una sociedad en manos de una panda de asesinos y de sus caprichos.

En este caso y por desgracia, la calle es de ellos, mientras los jueces miran a un cielo plomizo y desnortado, bajo el cual, la actitud de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado es la indecisa, por lo que se cruzan de brazos y se dicen que sea lo que esa clase de tipejos quiera por las calles de España..

¡Qué vergüenza de jueces!

12 septiembre 2012

ANA PASTOR SIGUE CON SU “DESAYUNO DE VICTIMISMO”

Ana pastor sigue con su desayo de victimismo

La posible duda ha quedado despejada. Ana Pastor, con su continuo “desayuno de victimismo” persiste en su empeño. Ahora hasta utiliza a su hijo de corta edad.

“No quiero que mi hijo piense que bajé la cabeza”, dice. Así se manifiesta la guapa periodista que como a otras caras televisivas y periódicamente, le ha llegado su relevo.

Sin embargo, no todos, afortunadamente, reaccionaron así; cuestión de crianza y profesionalidad, asignaturas ambas que no van con la diva.

¿Qué será capaz, Ana Pastor, de inculcar a su hijo cuando éste sea de mayor edad?

¿Será capaz de decirle que la tiraron de Televisión Española por no ser fiel al ideario político del momento, y que a la postre le exigían?

¿Será capaz de decirle esto?

Por sus declaraciones, la posibilidad de que lo haga así se mantiene viva, y en las mismas, va el certificado del sectarismo que nace por sus poros. Por la boca muere el pez.

Su adoctrinamiento es irrefutable. No obstante, siempre le quedará a su alcance la CNN+, tal y como ha sucedido. El sectario canal televisivo que durante tres largos días y con sus noches, abandonó en un baúl su programada parrilla, para sustituirlo por un panfleto proclive al triunfo electoral del PSOE en aquellas vísperas de un domingo de jornada electoral.

Aquellas que manipuló desvergonzadamente al ciudadano español y en jornadas maratonianos de veinticuatro horas.

Que ya es decir.

11 septiembre 2012

SABEN AQUEL QUE DIU…

saben aquel que diu
“Saben aquel que diu” (sic).
 
Así comenzaba el malogrado Eugenio en sus famosos “acudits”, uno de los cuales era (como cualquier otro semejante) el famoso cuento de Caperucita con el lobo como principal protagonista que se comía a la abuelita y luego pretendía engañar a la niña a pie de su cama, escondido en el embozo.
 
Pero en este caso y en busca del aplauso del público asistente, le cambiaba letra, fondo y forma, llegando a su fin con la cara circunspecta de siempre, mientras exhalaba el humo adormecedor de un cigarrillo en sus manos:
 
-Caray, pues si ha cambiado el cuento, terminaba- Y un público fiel y entregado le aplaudía a rabiar a la espera del siguiente.
 
Es lo que tienen los nacionalismos de chiste y embrollo en los que si hay algo que pretenden cambiar, en este caso es todo: desde el dedo gordo del pie en su inicio, hasta al pelo más en punta al final, cual corona real de un príncipe encantado que suele ser una rana, como en tantas ocasiones sucede.
 
-Le ha salido rana- Se dice en tantos casos; pero a pesar de ello, la historia sigue.
 
Que para eso está en la historia y en especial en estos casos: para cambiarla al gusto de quienes la escuchan y en beneficio del “cuentacuentos” quien en traje y coche oficial, la interpreta con la ventanilla abierta al público invitado a su paso, una vez adormecidos por el humo de un pasado que nunca existió, pero en el que, sin embargo, creen a pies juntillas unos fieles seguidores dormidos en el letargo del falso diseño, aromatizado con la marihuana del Montserrat.
 
El “11 de septiembre catalán”, tal día como hoy, es el más fiel reflejo manipulador de la historia, en el que si hay algo de cierto en el mismo, es la persistente mentira. Esa mentira que todo lo envuelve vestida de cierto halo divino, cual “Camino” del que  fuera conocido en vida como Monseñor y del que no pueden sustraerse.
 
¿Saben aquel que diu?

08 septiembre 2012

BORREGUITOS EN EL CIELO

borreguitos en el cielo

Es la luna la que influye sobre la superficie del mar. Con su acción permanente logra la presencia de las mareas. De esta guisa, observamos cómo periódicamente la enorme masa oceánica nos gane terreno y sus aguas dejen, bien sobre las rocas, bien sobre los muros, la huella verde y mohosa de su presencia. Luego, se retira sigilosa, pero su afán inquebrantable al igual que en su disciplina, harán que vuelva a inundar nuestra tranquila arena, el fleco de tierra que lo circunda.

Su influencia es lacerante, pues todo lo que en ella pueda tener de bello, no deja de ser más que la privación por unas horas de una parte de nuestro diario quehacer; lo que aceptamos sumisos y sin reparo alguno, dada la fuerza indestructible que la Luna mantiene sobre nuestras vidas.

Hoy me he bañado en el lago termal y deleitándome sobre sus aguas y observando el manto celestial que nos abriga, he visto en él la presencia de unas nubes como presagio de un cambio tendente a la lluvia, o a la ausencia de ese tapizado de azul relajante e intenso que tanto nos agrada.

Nubes, las que he visto, que aunque a simple vista parezcan multiformes, no lo son, pues su reclutamiento es tan semejante, que más bien parece una manada de borreguitos flotando sobre nosotros.

Si la Luna influye sobre la superficie del mar, igual lo hace ese ejército pixelado al que sucumbiremos, sin que exista por nuestra parte la mínima posibilidad de evitarlo.

Nubes de blanco algodón que cuando pincelan la bóveda celesta son de especial encanto, pero, que, sin embargo, cuando son reclutadas con un fin premeditado como el que nos anuncia, nos  lleva a pensar que si son manadas en el cielo, igual las hay en la tierra. Manadas de borregos que a la voz de su amo corretean allá donde las dirigen, sin la menor posibilidad de evitarlo, aunque de manera automática lo sea con agrado.

06 septiembre 2012

EL TREN

el tren

La emoción de cualquier juego juvenil no iba con él, sin embargo si lo era la del tren.

A León Valderas, su paso, le pillaba muy cerca. Muy próximo a su casa, se había acostumbrado a su fuerte chirriar nocturno, pero durante el día, su frecuencia de cada cuatro horas, se había convertido en la alfombra mágica de sus anhelos.

Un día, León Valderas, escuchó de unos ancianos sentados al sol, que en Sarajevo, un terrorista había asesinado recientemente a un príncipe heredero y que por ello varias naciones se habían declarado en pie de guerra; lo que para León Valderas no significaba nada, tan solo como una muestra de uno de sus juegos, pero en esta ocasión, de los de verdad.

León Valderas vivía en un pequeño pueblo encajado entre altas montañas. Una de ellas era un macizo rocoso cortado en vertical, cuya base servía de trasera a una fila de bajas casas que daban lugar a una de sus pocas calles.

Mientras que en el otro lado y sobre una suave ladera que culminaba con una torre, resto de un medieval castillo, habitaba el resto del poblado. El paso de un rio de pequeño caudal y el del ferrocarril, partían en dos al lugar cuyos habitantes no alcanzaban los trescientos.

León Valderas acudía cuantas veces le era posible a ver el paso del tren, ilusionado en ver tras sus ventanillas el semblante de los pasajeros en quienes se representaban sus sueños.

Los grandes mares y océanos; los frondosos bosques de alto arbolado, albergues de mágicas historias; los campos de grandes batallas, signados de victorias y derrotas, y la existencia de cinco continentes, tal y como había aprendido en la escuela, se arracimaban en su imaginación y la única válvula de escape en la que confiaba era aquel tren que puntualmente pasaba ante sus ojos.

Gracias a su padre, maestro de la escuela, sus lecturas le sabían a poco, deseaba vivirlas, por lo que sus protagonistas los fijaba en el interior de los camarotes del tren, como escapados de sus páginas camino a la aventura.

Sus añoranzas eran interminables, ilusionado en el quizás de algún día que las hiciera posible.

Pero, desgraciadamente, aquel pueblo carecía de estación, sin que León Valderas, en la sed de su fantasía, fuera consciente de ello.

04 septiembre 2012

JUEZ, O COMISARIO POLÍTICO

PDF Diario EL PAÍS
La alcaldesa de Valencia Rita Barbera, en declaraciones a la prensa ha manifestado que comer con una persona no supone ningún acto administrativo; a lo que añado y por mi cuenta, sea ello en privado, con carácter institucional o con quien pueda representar a cualquier entidad mercantil.
Sin embargo, un juez está investigando un caso como el que me ocupa, lo que traslada a la sociedad en la que nos hallamos a otra más bien propia de un régimen totalitario, tan del gusto del Willy Toledo o de los Bardem.
Es preocupante que algún juez de este país, tan de charanga y pandereta, pan y circo, se decida investigar un hecho normal en la vida social, como es el de reunirse en la mesa de un restaurante un representante municipal con el de una sociedad legalmente constituida, nada que ver con la celebrada en la catacumba de una gasolinera. Sea quien sea, y haga lo que haga el acompañante de turno. Preocupante muy preocupante.
De seguir en esta situación el derecho de amparo a cualquier ciudadano de la cosa pública, es cada vez más necesario. Y que sean los propios jueces quienes puedan garantizar el mismo, nos lleva a estar inmersos en una sociedad que se pasa por la manga el derecho constitucional.
Comer o almorzar como dicen los “finos”, no puede mi debe presentarse ante la opinión pública como un presunto acto delictivo, y son los propios jueces quienes tienen la responsabilidad de que un acto normal, que es normal, pueda tener la consideración de uno delictivo, pague quien pague la cuenta de la comida, o del almuerzo.
El Estado de Derecho, la libertad del ciudadano y la presunción de inocencia, todo ello en plural porque debe alcanzar a todos, son derechos inquebrantables que los jueces deben salvaguardar, al igual que lo es el de reunión, puesto en peligro por un juez que, con su actuación, parece añorar el derogado TOP, en román paladino, el Tribunal de Orden Público.