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08 noviembre 2009

DÍA 3: VALLADOLID Y SU CENTRO HISTÓRICO

Valladolid dia 3

La prescripción meteorológica nos anunciaba un buen día, pero sus técnicos no tuvieron en cuenta que no sólo dependemos de las isobaras, ni de las nubes de ubres dispuestas a su alivio. Fue cuando al poner el coche en marcha bajo los pinos frente a la entrada del Parador en Tordesillas, el plan del día tuvo el amanecer de irse abajo porque una avería en el coche así lo anunciaba. Algún día tenía que suceder y todos tenemos que pasar por ese puente, frágil al tiempo, en cuyo remanso el peligro acecha sin el poder de preverlo. Menos mal, y siempre es de agradecer, que éste no llegase circulando por la carretera. Visto de esta manera, aún tuvimos que dar las gracias y avivar la esperanza de que su solución fuese rápida. Una grúa próxima nos trasladó al concesionario de Valladolid, donde tras el chequeo del motor y detectada la avería, el tiempo para su reparación no iba a ser superior a una hora. Bueno… como siempre suele suceder en estos lances, fue algo mayor el empleado en su reparación y tras pagar la factura, de coste afortunadamente inferior al que presagiaba y con el coche limpio, pues tuvieron la cortesía de su lavado en el Concesionario Opel, tras agradecer la atención que en todo momento nos dispensaron nos trasladamos a la Plaza Mayor de la ciudad bajo cuyo suelo aparcamos el coche. Dada ya la hora, tocaba con la de cumplir con el deber sagrado de la comida del mediodía y aledaña al centro, una zona de tapeo era la mejor opción donde saciar nuestro apetito. Recurrimos pues a unas cuantas y muy generosas raciones en un tasca próxima, en la que los huevos rotos presentados en una sartén y pese a la sencillez de su confección, y con el recuerdo de la madrileña Casa Lucio, nos resultaron el plato más sabroso; sin despreciar una cazuela de caracoles, un buen surtido de ibéricos acompañados de quesos, rematando la comida con un arroz con leche, casero, en su punto exacto de melosidad y textura.

Paseamos por el centro histórico de la ciudad, camino de la zona de la Catedral y demás puntos de referencia, como lo son la Universidad, las cercanas Iglesias de María la Antigua (cuyos alrededores están sometidos a búsquedas arqueológicas de carácter impredecible dado el sitio en que se encuentra) y Nuestra Señora de las Angustias. Nos detuvimos ante el Teatro Calderón de la Barca que junto al de Zorrilla sirven sus galas para una eficaz representación del Siglo de Oro español, del que la ciudad castellana se siente orgullosa. No sólo destacan en este entorno los monumentos citados, pues la herencia de la capitalidad de España en la Valladolid de principios del XVII dejó su sello a simple vista, el que se aprecia observando la sucesión de soportales con sus balcones de hierro fundido, sus buhardillas y la diversidad de capiteles que lucen sus columnas bajo las casas, así como las piedras de sillería, el ladrillo de cara vista que viste de rojo las fachadas junto el gris del granito, donde queda la impronta de la riqueza que tuvo la ciudad, gracias, especialmente, a los intereses particulares del Duque de Lerma al otorgarle la capitalidad del Reino de España durante unos pocos años.

La Catedral herreriana, inacabada y con pretensiones de ser la mayor de Europa, y que iba a ser superada sólo por la Basílica de San Pedro en el Vaticano, pero que por falta de medios, su edificación, según el proyecto de su creador Juan de Herrera, quedó paralizada cuando alcanzaba un tercio de su ejecución.

En su interior, visitamos el Museo Diocesano y Catedralicio, un conjunto de capillas funerarias junto a una selección de pinturas, de orfebrerías, de marfiles, de ornamentos y demás obras procedentes de parroquias extinguidas de la Diócesis.

Tras la Catedral y en una plaza ajardinada donde luce elegante Don Miguel de Cervantes sobre gran pedestal, brilla en su esplendor la Universidad de puerta barroca, donde destaca delante un atrio con columnas de piedra en las que lucen leones portando blasones distintivos del centro docente. Dice la leyenda que el estudiante que pretende contar el número de estas columnas, no llegará a alcanzar a final del curso la suficiente nota para su aprobado.

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