Para una vez que habla Francisco Camps sobre el caso Gürtel en la Cortes Valencianas, más alto podía haber dado su opinión, pero jamás más claro.
Si la “g” del GAL, ha dicho el muy Honorable Presidente, puso al PSOE en la oposición, será la misma letrita, en este caso la de GÜRTEL la que pondrá al Partido Socialista en el lugar que le corresponde; en este caso el de las cloacas, lugar oscuro por donde Ángel Luna anda pululando los últimos meses, y que al igual que las ratas erosionan sus dientes, de paso, alimenta su estomago.
También podía haber dicho que quien sonríe el último lo hace dos veces, pero al ser tan explícito, cualquiera lo entiende. Todo a su tiempo.
Llegarán momentos de mayor consuelo para Alarte, cuando se vea reconfortado por la presencia de Zapatero en la oposición, instante en el que desde el interior del partido se lanzarán a su degüello, libres e insumisos.
La actuación de la izquierda valenciana suena a chiste en comparación con el absolutismo de Zapatero, quien, queriendo parecerse a Manuel Azaña (personaje sobre quien pesa la responsabilidad de no haber unido a los españoles, noble intención a la que no dedicó ni un minuto de su tiempo) su actitud es más semejante a la de Alejandro Lerroux, el radical en sus primeros tiempos.
En Zapatero vamos viendo el por qué de la elección de sus ministros, con la única duda cada vez más disipada de que la razón que le llevó a ello es producto de un complejo personal en el que enmascara su debilidad, aparentando con su estrategia ser él el más listo, a la vez que fuerte, pero que nos ha llevado con su banal decisión a sufrir el más inepto gobierno que jamás conociera España. Advertencia reconocida incluso por quienes se atreven hablar en el interior de su partido.
¿Débil o astuto Zapatero?
No parece ser ninguna de ambas cosas quien pese a su recurso de los libros de autoayuda, o de los de que aprenda Vd inglés en quince días (que por lo visto ni en seis años lo consigue), o de los de economía en horas de café cuyos resultados estamos viendo, poco más ha aprendido, por más de su cohorte de asesores pagados con nuestros impuestos.
Y no hablemos de los sabios consejos tomados por la lectura de Maquiavelo, porque para tal guisa tiene dedicado a Pérez Rubalcaba, su ministro preferido, a quien Zapatero sí ha delegado todo su poder, hombre aquel avezado y buen conocedor del sagaz diplomático florentino, en quien se entretiene en sus horas de lectura.
El divide y vencerás de Zapatero ha sido una constante en sus años de gobierno y su practica ha contribuido a emponzoñar la vida ciudadana en una sociedad que veía superadas sus viejas rencillas y por ello se creía fuerte. Las continuas rociadas de gasolina de un Presidente nefasto nos trasladan años atrás en la historia, con las que pese al peligro que encierran, él, se siente cómodo.
Por lo que no nos extraña la actitud de Ángel Luna, hombre alimentado de insidias, ruin, que cima su escabel y protegido por su atril, carga con vileza contra la farmacia de la esposa de Francisco Camps, rociando sobre su empresa sombras de sospechas en cobarde y necia actitud.
Pena de país éste en el que el estado de derecho, la protección al ciudadano y la presunción de inocencia sucumben a los intereses de un Partido Socialista en el poder, que interesado en apartar de la opinión pública el debate sobre su propia incompetencia, recurre durante nueve meses contra el Partido Popular a base de mentiras y lleno de desprecio, por todo ello, hacia las clases más desfavorecidas a las que trata de engañar.
Para ello, utiliza su fuerza institucional centrado especialmente en lo judicial, utilizando recursos más propios de hampas mafiosas, sin que ni el Ministerio de Justicia, ni por supuesto el del Interior (Rubalcaba y sus lecturas) tuvieran ni la más mínima intención de frenar el dar a la luz secretos sumariales, ni tampoco investigar a quienes los hacen.
Su genial estrategia fiel al rumbo tomado. El de la desvergüenza.
6 comentarios:
Te he leído, amigo. Te he leído despacio y te he tenido que volver a leer porque se desprenden de tus palabras ideas muy dudosas. Lo primero que me hace discrepar de ti es esa entrevelada duda que te surge sobre la posible reacción de la sociedad española, por el comportamiento inaceptable, deleznable e indigno, de un hombre que las urnas elevaron a Presidente. Creo que la sociedad española, de la que formamos parte ambos, es ya demasiado madura como para tomar decisiones que pudieran llevarnos a otra debacle como la vivida hace tantos años y que la vida nos ha demostrado que para nada sirvió tanta destrucción y muerte. Segundo porque utilizas la figura de Maquiavelo para justificar el comportamiento del hombre fuerte, oculto en la sombra del Presidente. Creo que de nuevo te equivocas. Maquiavelo jamás llegó a este grado de inoperancia, maldad y egocentrismo que disfruta nuestro Ministro; quizás con la ayuda de Raspútín y alguno más, pudieran hacerle una cierta justificación.
Finalmente, y aquí es donde de verdad discrepo de ti, todo esto está ocurriendo porque, desgraciadamente, en la otra orilla no hay barcos para cruzar el río y arrasar en unas nuevas elecciones. No, amigo, en mi opinión, ahí es donde tenemos el verdadero problema. Puede que vosotros, los valencianos, tocados por una libertad de criterio y conocimiento político y gobernados por un Presidente con fuerza y conocimientos, veáis las cosas de otra forma, pero aquellos que como yo, vivimos en otras partes de esta casi desmantelada España, solo tenemos una opción y, esa, nos está demostrando que no tiene la categoría necesaria para ganarle al "inepto" unas elecciones. No olvides que ya ha perdido dos frente al actual promotor de nuestras desdichas.
¡Sí, por supuesto que lo digo, alto y fuerte! Rajoy no es el hombre! Y si volvemos a las elecciones con Rajoy como opción, las volveremos a perder y "disfrutaremos" de nuestro "querido y amado" Presidente otros largos, larguísimos, amargos y paupérrimos cuatro años. Agujero del que difícilmente la milagrosa mano de un nuevo Rato o "similar approved" nos lograría sacar.
Mi consejo es que disfrutes de lo que tienes porque, desgraciadamente, aún las cosas pueden irte peor; a nosotros nos van así desde hace casi siete años.
Saludos desde el cuarto mundo.
Querido y apreciado amigo Incongruente:
Agradezco tu gentileza que me permite cruzar contigo nuestras opiniones acerca del momento cada vez más crítico instalado en España desde que tuvimos la hora aciaga de que un hombre tan deplorable, a la vez que siniestro, se encontrara accidentalmente con el sillón de la Moncloa.
Sólo pensar que durante una nueva legislatura se mantenga en el poder y complete su objetivo tendente a destrozar nuestra convivencia, produce escalofríos. No dudes que sacará nuevos recursos para sus fines.
Mi alusión a Maquiavelo, mírala sólo en el contexto de los sabios consejos del florentino para perpetuarse en el poder, docto trabajo al que se dedica Rubalcaba. Con seguridad el único intelecto aprovechable del equipo de gobierno que dirige un zafio personaje, aunque mejor sería actuase con más nobleza. Como verás, pido peras al olmo.
Y tienes razón que debiera haber acudido a Rasputín, aunque sólo con recurrir a los procedimientos tabernarios de más baja estofa, como los utilizados por Ángel Luna, es suficiente.
Y en cuanto a Rajoy y a su forma de actuar en sus seis años de oposición, comparto tu opinión que me preocupa tanto como alegra a Zapatero.
Lástima que Rajoy no se haya dado cuenta de lo que es capaz de hacer el izquierdismo reactivado por un político infame, y no haya actuado como Esperanza Aguirre en los momentos oportunos, expresándose ésta de forma clara y rotunda y con un pasado del que no tiene nada que avergonzarse ni ocultar.
Nada semejante al de Zapatero cuya actuación de sus correligionarios en los años 30, no sólo hicieron inviable la II Republica, sino que nos llevaron a una situación que es mejor no recordar y que él, mentiroso contumaz y con sus rociadas de gasolina, trae a nuestros días.
Te felicito por tu madurez y por tu estancia en ese cuarto mundo en el que a pesar de ser feudo de un caciquismo decimonónico aún vivo, eres dueño al menos de tu libertad y ufano de tu dignidad. Valores nada desdeñables, hoy tan escasos.
Te mando un fuerte abrazo.
"Nada semejante al de Zapatero cuya actuación de sus correligionarios en los años 30, no sólo hicieron inviable la II Republica, sino que nos llevaron a una situación que es mejor no recordar y que él, mentiroso contumaz y con sus rociadas de gasolina, trae a nuestros días."
Sé que el tema de la entrada no trata de la guerra "civil", pero haces esta referencia y me indigna. Por mucho que ustedes, los del golpe, se autoobliguen a afirmar que el fracaso de la II República fue cosa de la izquierda, nunca podran callar la verdad, pues la guerra fue provocada por la derecha y más exactamente por la derecha españolista y ultracatólica, contra un régimen democrático com fue la República y que si en sus últimos años se tambaleó fue por la presión que la derecha ejerció para evitar los avances democráticos i sociales que se iban consiguiendo.
Acepten de una vez ya que los culpables de tanta dolor, muerte y sufrimiento fueron los fascistas, y hablo solo de la guerra, porque si nos ponemos a hablar de las siguientes cuatro décadas no acabaríamos nunca.
Solo tengo 22 años pero a mi nadie me va a engañar, pues mis abuelos sufrieron ese golpe de estado y esa guerra.
Basset, en este Blog, a diferencia de otros sectarios, se deja cualquier comentario y sin visionado anterior, como has podido comprobar.
Y me parece perfecto que con 22 años no te dejes engañar, sólo te falta ponerlo en práctica.
Y por supuesto que no hablo en mi artículo de la Guerra Civil. Me refiero a la II Republica legalmente constituida y que fue posible por el abandono de Alfonso XIII siguiendo los consejos del estamento militar para evitar un enfrentamiento entre españoles. Fueron otros los que lo querían y no cesaron hasta conseguirlo en un proceso iniciado un 11 de Mayo de 1931, un mes después de la proclamación republicana.
Espero que no te moleste por conocer este dato y por ello te animes a conocer otros de la misma índole que siguieron produciéndose hasta desembocar en una guerra que nunca debió producirse.
Primero de todo decir que da gusto poder hablar desde la izquierda de la izquierda a alguien de derechas.
Después, decir que sí lo pongo en práctica, ya que me implico en todo lo que puedo, aunque se quiera hacer creer a los jóvenes que esto de la política ya no se lleva.
Y por último, decir que usted continua culpando, en este último comentario con más suavidad, a la izquierda de provocar la guerra.
Basset, se puede culpar a la izquierda de provocar la guerra más o menos suavemente, o con mucha intensidad y abundantes datos que lo demuestran, pero... ¿A quién si no?
¿O es que te crees que la II República fue un mundo feliz y sin sangre, hasta que llegó un generalito y terminó con ese mundo de dicha?
No es que continue culpando a la izquierda de ser la causante de la guerra, no,es que la deseaban con ahinco.
Se podrá decir más alto, pero no más claro, aunque suene esto a frase hecha.
Saludos
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