Correspondía a la época del realismo cuando surgieron plumas localistas que rompiendo con él, para ellos ñoño romanticismo que tanto furor causara, narraban sus vislumbres regionalistas en folletos por entregas que alcanzaron alto grado de interés en sus lectores. Muchos de ellos han llegado hasta nuestros días en librerías de viejo encuadernados en tomos que guardan en sus hojas amarillentas perfumes de formol y huellas de óxidos que los amenazan.
La novela por entregas cautivó la voluntad de quienes querían saber con detalle las costumbres españolas, y Sorolla, jugando con la luz, llevó a sus lienzos las “visiones de España” que han corrido como la pólvora durante este último año por las ciudades más importantes de nuestra “aún” geografía hispana.
Sin embargo, aquella idea folletinesca ni se perdió en el pasado ni ha caído en el olvido y los fascículos invaden el mostrador de los quioscos y sus ofertas generosas lo cubren y tapizan convirtiendo al sencillo mirador en una pinacoteca urbana, burda y desordenada, en tanto que se ofrece como centro de información a quienes día a día asimilan, no sólo la oficialidad de lo políticamente correcto sino la del sensacionalismo cercano a la mentira, que pese a su pretendido alejamiento, cohabitan en las oscuridad de un desconocido burdel.
Desde el toque de corneta de la desaceleración económica cuyas fugas de agua Zapatero tapona con brotes verdes de ineficaz hierba, su mejor receta ha sido la de procurar su olvido invitando a la audiencia a la socorrida receta de una droga informativa servida desde la páginas de la prensa que cubren la información nacional.
-¡Ya que el Pisuerga pasa por Valladolid y por la falta de agua en Valencia, aprovechémonos de su caudal!
Algo así debió pensar Zapatero. Y al engendro de una sombra corrupta a caballo de buena renta electoral ha tratado de extender en los últimos meses sus redes para conseguir sus fines en perjuicio del Partido Popular, utilizando los mejores medios que tiene a su alcance, como son las catacumbas que unen el Ministerio del Interior con su vocero de “El País”, por mucho que en las últimas semanas muestren ciertas desavenencias con perfumes de coartada.
La “vendeta” de Francisco Correa (siniestro personaje que no sólo sabe el precio de las cosas, sino también el de las personas, así como de sus miserias y apartado por Mariano Rajoy cuando supo de su desvergüenza) procurada desde su estancia en el penal y conectado al exterior, le viene al pelo a Zapatero y la aseveración de una trama financiera al servicio del Partido Popular es su obra, que como otras sin el menor decoro, lo es igualmente maestra; quizá por aquello de que al hilo con FILESA cree el ladrón que todos son de su condición.
En su recuerdo decimonónico y en venta fraudulenta, la novela por entregas inició hace nueve meses una nueva singladura desde la Audiencia Nacional. A ojos ciegos, pero con oídos abiertos del Ministerio del Interior alentada por su máximo responsable quien la ha mantenido con gran eficacia. Ausente de un ñoño romanticismo, sí, pero desde el mayor de los descaros propio de su manipulación genética: la de su izquierdismo totalitario.
2 comentarios:
Cuando el sabio apunta a la luna... los TDLC miran al ministerio del Interior
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Exitos.
tancha2009@hotmail.com
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