Fue por su consideración de aforado cuando la Audiencia Nacional estimó que la implicación de Francisco Camps en el caso Gürtel debía de juzgarse en la Audiencia Provincial de Valencia.
Presidente de la Comunidad Valenciana, de cuya honestidad probada saben sus más recalcitrantes enemigos, –dignidad puesta en duda mediante la campaña de manipulación iniciada por El País, de cuyas fuentes debiera investigarse- pero sometido a la campaña más infame y de eficaz diseño iniciada mediante un guiño de Moncloa a quien, probablemente, más se ha enriquecido desde un cargo público con el disfraz de juez estrella; juez puesto en entredicho por la judicatura española, bien sea por envidia en unos, bien sea por razones fundadas en otros, o bien sea por sus regalos de cacerías, quizá en muchos.
Y fue en ese mismo instante cuando la izquierda valenciana alzó su dedo acusador contra el Presidente de la Audiencia Sr. De la Rúa, dando por hecho que la absolución de Francisco Camps en los Juzgados estaba cantada. Gracias, por supuesto, a una supuesta amistad personal que la izquierda lanzó a los cuatro vientos en su habitual forma de comportarse. De tal guisa es como entienden el respeto a los tribunales, quienes más debieran verse obligados a su cumplimiento. Mal endémico de la izquierda española que siempre presume de lo que más carece. Como en tantas otras cosas.
De nada iba a servir el proceso iniciado. Si Camps absuelto, a la hoguera con él.
La Pagana Inquisición, muy certeramente denunciada ayer por Rajoy, revive, y los torquemadas de baratillo se encuentran a gusto en su tarea de acoso y derribo de ya seis meses.
De bien poco les va a servir su vil estrategia, salvo para alimentar su ego, llamados como están a ahogarse en sus propias babas, enfurecidos entre retortijones de tripas y mal de los nervios. Tila, dice Rajoy, mucha tila.
Hábil en montar circos, Mónica Oltra, quizá en recuerdo de sus antepasados dedicados a la caza de creyentes por su único delito de llevar sotana o ir a misa, no dudará en sembrar sospechas sobre cualquier sentencia favorable a Don Francisco Camps. Y Ángel Luna seguirá necesitado del escabel para elevar su altura sobre el atril de su infamia, viéndose incapaz de ganar no sólo en los tribunales, sino, como él muy bien sabe, tampoco en las urnas.
En otras cuestiones estaría dedicado Don Ángel Luna si en vez de figurar su nombre en los primeros puestos de la candidatura socialista, lo hiciera en los lugares doce, trece o catorce: puestos seriamente amenazados y que con seguridad perderán en las próximas elecciones. Y como él lo sabe, no se ve obligado a su comedimiento, a su noble actuación, a su altura de miras. Ni siquiera desde el escabel al que para ello necesita, al pie del atril.
Lo mismo le sucederá a Mónica Oltra, la cazadora de recompensas, que de los tres actuales escaños que atesora el Compromís, dos irán por los aires expulsados igualmente en las urnas.
Los dos pasitos anunciados por Camps corresponden al pasado. Ahora sólo le queda salir fortalecido del proceso inquisitorial a que se ha visto sometido, sin que haya surgido la más leve sospecha en su gestión. No me refiero a quienes inventan patrañas consustanciales a su mísero quehacer, sino desde los tribunales que en ningún momento han significado el más leve destello de prevaricación sobre el Honorable Presidente de la Comunidad Valenciana. Mal que les pese a los dispuestos a la infamia.
7 comentarios:
A los de las filtraciones paisajisticas les salió el tiro por la culata. Han creado una nueva cuenta en su partido para ir sufragando sucesivamente las costas judiciales.
Iván
Creo que la línea que separa la sospecha de la realidad es tan fina que bien podemos pensar que cuando el río suena....
Es de vergüenza el comportamiento de los políticos a los que mantenemos, su incompetencia, imbecilidad y latrocinio son las características comunes bajo las cuales esa " clase" nos gobierna y pretende gobernar.
Camps ha mentido clamorosamente y publicamente, como todos sabemos. Y Monica Oltra lo ha puesto en su sitio. Me parece muy bien
Te equivocas Anónimo. En este caso la única persona que se ha puesto en su verdadero sitio es Mónica Oltra: ¡patética! Y esto, por decirlo suave.
Camps mintió. Sí que era amigo de El Bigotes y su tropa y eso es innegable. Él dijo que no era su amigo y que no había recibído regalos, pero bien que demostraron las grabaciones (filtradas y todo lo que queramos) que ahí existía un compadreo que no era normal. ¿O no?
Pedro:
No tenga Vd. tanta fijación en Francisco Camps, quien dijo que él se paga sus trajes y hasta la fecha ningún tribunal ha podido demostrar lo contrario.
Si le preocupan las mentiras de los políticos, dedíquese a pedir la dimisión de Rodríguez Zapatero, quien por sus constantes mentiras se ha convertido en un auténtico peligro nacional.
Desde la discrepancia, mis saludos y agradecimiento por acudir a mi Blog.
Totalmente de acuerdo. Hace tiempo que perdí la fe en los políticos, tanto los de izquierdas como los de derechas. En general, con algunas honrosas excepciones, son todos unos cínicos interesados.
Zapatero, como le han dicho por ahí, es un espabilado de tomo y lomo, pero eso no quita que, como le digo, el compadreo mostrado por el Bigotes y compañía con la alta dirección del PP valenciano haya sido escandalosa (vale, sin responsabilidad penal pero sí moral y ética). Sólo he querido expresar mi opinión al respecto sin hacer entrar aquí a unos o a otros.
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