Si das una vueltecita por mi Blog, espero sea de tu agrado.

03 septiembre 2013

EL PUÑO EN ALTO

el puño en alto

Desde hace un tiempo, ya demasiado, diversos sectores de la sociedad española se dedican a la crítica de quienes portan banderas anticonstitucionales barnizadas con un aguilucho, así como a aquellos que levantan el brazo con la mano extendida. Pero más que criticar ambos gestos, su empeño es el de publicitar que el número de quienes a ello se dedican es muy superior al que realmente significa; una más de las estrategias manipuladoras que tan sibilina como siniestramente pone en práctica la izquierda.

Y tan pronto como ven un aguilucho, dicen que son miles los que vuelan sobre las terrazas de la ciudad, o cuando ven una mano alzada dicen que una multitud abarrota una calle o plaza cualquiera, echando a mano si hace falta de la plaza de Oriente o de cualquier otro lugar que de mayor superficie exista.

Y ahí es dónde se demuestra la perversidad de quienes denuncian estas posturas, tanto en cuanto su sectarismo le obliga a ello de la misma forma que el pez necesita del agua, razón de su existencia.

¿Qué harían si no existiera un aguilucho tal y como definen a tan noble animal que en nada se asemeja a lo de buitres que llevan dentro y que a la sazón es lo que mejor les define?

Me la trae al pairo que semejantes individuos levanten la bandera tricolor que hace alusión a la II República española, pues es tal su ignorancia por no utilizar otro adjetivo, que si realmente supieran lo que la misma representó para España, se le caería la cara de vergüenza.

Desgraciadamente no están entre nosotros los Ortega y Gasset, Marañon, Pio Baroja, Madariaga, Sánchez Albornoz… los grandes defensores del republicanismo español, para que en cuatro líneas, pues no harían falta más, les explicaran todo lo que de perverso hubo en aquella República democrática que dejó de serlo un 11 de Mayo de 1931, pocas semanas después de su justa proclamación.

Lo peor y por lo que les representa, es la facilidad que tiene la misma camada en levantar el puño en alto, a semejanza de aquellos que clamaron por el terror en todas las ciudades, desembocando España en una guerra civil que de forma entusiasta clamaban.

Un gesto, el del puño en alto, que no sólo simboliza su “hazaña”, sino también más de cien años de torturas y genocidios hasta nuestros días. Gesto altivo que por desgracia y a su justificación es defendido por un sector progre y pseudointelectual que sin ningún tipo de decoro, calla y otorga.

No hay comentarios: