Si das una vueltecita por mi Blog, espero sea de tu agrado.

12 mayo 2008

CRUCE DE CABLES


Los cortacircuitos encierran el peligro de su imprevisibilidad, y por muchas precauciones que tomemos, en cualquier desajuste propio del mundo en que vivimos sube el voltaje y los hilos conductores de nuestras vidas se desparraman como lava incandescente que asola todo lo que encuentra a su paso, pese al diferencial, que como un ángel de la guarda vela por nosotros.

Mucho se ha escrito sobre las causas de nuestros desajustes emocionales, y los expertos, ante la complejidad de los hilos que programan al hombre, no se ponen de acuerdo, certificando, que si vivimos en un mismo mundo, cada uno tiene el suyo y recurrir al de todos es una tarea interminable. La compleja protección, tan necesaria, de contar con la mejor toma de tierra por donde se desfoguen nuestras reacciones es un recurso débil, en el que muy pocos confían.

El mundo racional al que pertenecemos y en él vivimos, no tiene caminos insalvables con el de los irracionales. Con ellos estamos cada vez más identificados, como ellos con nosotros. En el actual universo sin fronteras que la tecnología ha puesto a nuestro alcance, en ocasiones, actos idénticos se presentan ante nuestros ojos cada vez más acostumbrados a lo impredecible y que ya a nadie extrañan.

Fátima es una mujer hondureña de 40 años, afincada en nuestra ciudad. Circulando a bordo de su coche ve sobre la calzada a un pobre perro amenazado de muerte por la presión que le someten otros conductores ajenos a su presencia. Fátima, cual diferencial que vela por los demás, está activada, y es cuando abandona su coche y se lanza sobre el pobre animal con la intención de salvar su vida.

El cruce de cables se produce en el can, y salta la chispa, quizá por motivos en este caso entendibles. Y es el animal, quien no deseando perder su libertad, se lanza contra la mano que intenta salvarle y por dos veces la muerde. Fátima no se acobarda y sigue en su empeño de apoderarse del perro con la intención de que no perezca, lográndolo finalmente, a pesar de su mano herida, víctima de varias dentelladas.

Los cortacircuitos no son únicamente fallos producidos en los conductos que abastecen nuestras necesidades domésticas, sino también sacudidas en nuestro entorno diario que nos impulsan a reacciones de las que más tarde nos arrepentimos, aunque no lo sea siempre.

Quien no se arrepentirá es el pobre animal, cuya reacción es fruto de la costumbre de verse golpeado por otro animal del mundo racional, ambos cada vez más mezclados como vemos con frecuencia en actitudes cada vez más idénticas.
.
Sin embargo, el que el mejor de los logros sea la presencia de Fátima, quien sin ningún tipo de seguridad y con los pies inmersos en el balde de agua fría donde convergen amenazantes todo tipo de descargas, se decida a salvar la vida de un pobre animal, representa un triunfo de la especie humana, culpable al mismo tiempo también, del cruce de cables en la mente del perro, cruces cada vez más frecuentes en quienes dicen ser sus dueños.

No hay comentarios: