D. Tomás Llorens Serra es licenciado en Derecho y Filosofía y Letras. Ha dirigido el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) del que fue su fundador; ha sido director del Centro de Arte Reina Sofía y conservador jefe de la colección Thyssen-Bornemisza.
Valenciano de Almazora, ha sido objeto de las mejores consideraciones en torno al mundo del Arte al que le ha dedica su vida mientras tenga un hálito de fuerza.
Leyendo la prensa del día he disfrutado con una entrevista en la que D. Tomás LLorens nos informa de un variado anecdotario en torno a la esfera museística, tanto de la ciudad de Valencia como de la capital madrileña.
De ella, destaco un párrafo -que en mi opinión y por su rotundidad es el de mayor relevancia que he leído en la prensa en los últimos años- en el que de forma implícita denuncia la realidad de nuestros días en la que vemos que desde la rutina del relajo, la pinacoteca del botellón y el diploma de la indiferencia, se aboga al desconocimiento de nuestras raíces cuya savia reseca se pierde en lo estéril, y a la sazón, con el rechazo de las necesarias nutrientes que sirvan para volver a encontrarnos con nuestro pasado aupándonos al carril de nuestro futuro.
-He leído que no está muy contento con la desaparición de la asignatura de Historia del Arte.
-Estoy muy irritado. Creo que es un suicidio. Europa no va a poder competir económicamente con las economías emergentes y sólo puede ofrecer una cosa: ha sido la gran generadora de ideas del mundo. Nuestro mundo no lo han hecho Confucio o Mahoma; lo ha hecho una tradición en la que está el cristianismo y, sobre todo, el pensamiento, desde Sócrates a Kant. La literatura, la poesía, las artes visuales, la música… eso es lo que es Europa, y es lo que en la educación tiene que primar.
¡Qué no se juegue más con el futuro despreciando nuestros orígenes!
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