Yo no sé si en el devenir de los días, lo que observamos es el mundo al revés, pero se le parece bastante.
No es como darle la vuelta al calcetín, que tras hacerlo queda igual; salvo pequeños hilachos que fijados al pie y bajo el zapato, sigue siendo un calcetín, perceptible a cualquier mirada.
El mundo al revés, sí, nuestro planeta Tierra, pero que efectuado el giro, sigue siendo la misma esfera a pesar de su evidente desnorte.
De ello sabe mucho, de haber perdido su norte, nuestro Tribunal Constitucional.
Legalizar a una panda de asesinos para que pueda optar a cargos institucionales, es un sin sentido.
Son muchos los calificativos al uso, dispuestos para atribuírselos a una institución que se degrada por si misma. Cojamos uno: inmoral. Como inmoralidad es el suicidio de los cobardes.
Un tribunal que autoriza a quienes luchan contra la constitucionalidad y que por su naturaleza tiene la obligación de salvaguardar.
Seguramente, en lugar de asesorarse en los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, habrá recurrido a un topo de Bayona.
Como también podría calificarse motu propio a la falta de respeto; que si en un pequeño desliz ante cualquier vecino, el agravio no puede alcanzar su significado, sí lo consigue cuando se lanza contra toda una Comunidad celosa de preservar sus legados.
Es inmoral que un partido extraño a nuestra entidad, por cierto, con menor aporte cultural que la nuestra, al igual que un antigüedad histórica manifiestamente manipulada y en contra del decidido sentimiento de los ciudadanos valencianos, quienes se merecen el mayor de los respetos, salvo una minoría cuyo vacío cultural lo rellenan con las mentiras, es inmoral y a CIU me refiero, que critique al partido mayoritario por decisión soberana de los ciudadanos, el PP, porque no vea éste con buenos ojos la unidad de una lengua, que tras superar caminos angostos, quiere verse libre de atrezos normativos, confeccionados desde la ignorancia una veces, y otras desde una falsedad semejante a cuando se plagia cualquier producto de diseño.
Seguramente, en lugar de asesorarse de fuentes documentadas, lo han hecho de un iluminado de Montserrat que se arrodilla ante la Moreneta, a sabiendas éste que si la limpia del humo de los velones, sería blanca.
Como inmoral es atacar con impropios mezquinos y a la vez acomplejados, a unos eventos, como la Copa América, la Formula Uno, etc. que han colocado a Valencia en el mundo, pasando a ser una ciudad de un turismo inexistente, a otro de todo el año. Basta observarlo paseando por nuestro centro histórico cualquier día del año. Por supuesto, en beneficio del sector servicios, que también es parte de nuestra identidad.
Inmoral es lanzar al trote de los caballos a quienes han hecho posible la universalidad de nuestra ciudad. Ciudad por la que nada hicieron quienes optaron por la desidia, anhelando al mismo tiempo el pasar de la ropa de mercadillo, a la que se expende en nuestra milla de oro por las aceras de Poeta Querol.
Seguramente, en lugar de asesorarse comparando el antes y el después, han optado por recurrir unas veces al libelo y otras a la mala fe.
2 comentarios:
No te equivocas amigo el mundo está del revés y alguien lo tendrá que enderezar. Un cordial saludo.
Amelia, seguramente las mujeres. Sois quienes más gustan de la lectura.
Un saludo
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