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20 julio 2012

COMO CUELA, A LA CAZUELA

como cuela a la cazuela
Como cuela, a la cazuela y en eso estamos. Es lo que hay, toda vez que el campo está abonado para ello. ¡Y vaya si lo saben!
Claro, es que todos son iguales. Dicen en el pueblo. Bueno, todos no, dicen “unos”; nosotros siempre estamos a favor de los desfavorecidos; pero se callan que quienes primero estaban en esa lista de los arrinconados eran ellos mismos. Es decir los “unos”: los que hace apenas treinta años iban de pana y mercadillo, pelo largo, y los más, con barba, que como no puede ser de otra manera es de pelo retorcido, como lo son sus ideas.
Veamos, sitos en Valencia, ciudad que hace diez años estaba fuera de los circuitos turísticos, y hoy, si no está en su epicentro, sí lo está en las ventanas del mundo.
Pero lo desprecian y les resulta más fácil y rentable buscar los excrementos de un perro cima un banco, para asegurar que los servicios de limpieza municipales son inexistentes. Y así en otras imaginaciones semejantes, que al no existir se las inventan. Que se lo pregunten, especialmente, a los de Compromís que de esto saben bastante.
El costo para dar a conocer nuestra ciudad en el mundo entero es incalculable y parte de ese cometido se logra con la Formula Uno, amen de otros eventos que colocaron a Valencia en el mapa.
“Con el coste de la Formula Uno se pueden hacer los colegios que faltan en la Comunidad Valenciana” Dicen. Pero silencian el gran número de centros docentes hechos en lo últimos años.
“Con el coste de la Formula Uno se pueden hacer los hospitales de la Comunidad Valenciana”. Dicen. Pero silencian que de haberse gastado esa partida en hacer colegios, de esta guisa sería imposible la construcción de hospitales.
“Con el coste de la Formula Uno se pueden prever los incendios en nuestra comunidad”. Dicen. Pero si lo utilizan para evitarlos, ni se pueden hacer colegios, ni hospitales.
“Con el coste de la Formula Uno se pueden evitar los recortes en el sector público”. Dicen. Pero si lo utilizan para este fin, ni se pueden hacer colegios, ni hospitales, ni evitar los incendios.
“Con el coste de la Formula Uno se podrían solucionar las carencias, y lo dicen una a una, existentes en nuestra ciudad”. Dicen. Pero si así lo fuera, ni tendríamos los hospitales y colegios, ni los montes estarían limpios, ni podrían evitarse los recortes.
Y así podría seguir citando el recurso repetido y manido al coste de la Formula Uno, que por lo visto da mucho de sí.
¿Qué con el coste de la Formula Uno se ha conseguido impulsar el sector turístico de nuestra ciudad y a la sazón creado un importante número de empleos ubicados en los nuevos hoteles de los últimos años y actividades añadidas? No importa. Esto no lo dicen los “unos”, por la sencilla razón de que no les da votos.
Prefieren la demagogia, el comecocos y la mentira. Pues como cuela, a la cazuela.
Sin embargo, y mal que les pese a los “unos”, junto a la Formula Uno se han hecho colegios y hospitales y logrado que quienes nos visitan se vayan encantados de una ciudad, de la que dicen está más bonita que nunca.

























4 comentarios:

Marcos dijo...

Yo también lo veo así. Es imposible evitar la demagogia, pero estoy muy orgulloso de lo bonita y cambiada que está mi ciudad. Aunque hay que reconocer los errores. No perdono que se haya pagado a Calatrava un puente, (El Jamonero), con un mal cálculo en diseño que ha obligado a los horribles refuerzos en la altura, sin exigirle responsabilidades. El aeropuerto de Castellon es de juzgado de guardia, pero lo empleado en la Formula 1, Visita del Papa, Ave, Copa América, Cruceristas etc. es una inversión que nos ha lanzado internacionalmente, y nunca había visto tanto turista por Valencia con el plano en la mano como ahora.
No tengo ningún negocio de hostelería.

Julio Cob dijo...

Hola Marcos, gracias por tus visitas.
Efectivamente, pero más que demagogia resulta ser perversa demagogia por no ser más severo. La cuestión está bastante clara.
En cuanto a Calatrava, hay mucho que hablar de esa persona, entre otras cosas, por su supuesta valencianía que de ella dudo. No todo se reduce en hablar valenciano y ya está, que el hábito no hace al monje. Y ejemplos así, a cántaras.
Un saludo

Anónimo dijo...

Por otra parte, Julio, veo que en el mes de Julio, valga la redundancia, has remozado la fachada de la web con otra extaordinaria fachada, vuelva a valer la redundancia y el tipo de letra que le imprime más caracter a los artículos. Enhorabuena.
Iván

Julio Cob dijo...

Hola Iván, gracias. Me alegra que te guste y aquí estamos, como siempre.
Dando la lata.
Un abrazo y buen verano.