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20 junio 2008

VENECIA


Día 15 Venecia

La tarde anterior andábamos preocupados, pues todas las informaciones meteorológicas anunciaban una lluvia intensa en la ciudad de Venecia. Pero el día amaneció limpio y cuando llegábamos a la ciudad lacustre, todo hacía presagiar que tendríamos un día soleado y del que íbamos a gozar por tantas cosas.

La panorámica que ofrece Venecia desde lo alto del MSC Música resulta una experiencia inolvidable, grata y de gran relajo, pero como había que estar preparado para el desembarco, imaginé que ya por la tarde, cuando abandonáramos la ciudad, sería el momento ideal de atender a tan bello escenario, una vez ya conocido y con más datos a nuestro alcance. En un cómodo vaporeto llegamos al embarcadero situado justo enfrente al Puente de los Suspiros, donde nos recibió la guía veneciana ante la estatua ecuestre de Víctor Manuel de Saboya el primer rey de Italia en su unificación de 1861.

Cuando la caída del Imperio Romano en siglo V, huyendo de los barbaros, los mercaderes venecianos más pudientes se refugiaron en esa zona de islas y estableciéndose en ellas, fueron habilitándolas para hacerlas más seguras y extensas, adquiriendo un gran poder económico, hasta independizarse de los bizantinos en el siglo IX e instaurando la República de Venecia gobernada por tribunos y recayendo el poder en el dux o dogo, cuyo lugar de residencia era el Palacio Ducal situado junto a la Catedral, formando un friso arquitectónico frontal a la Plaza San Marcos, patrón de la ciudad. Con el nuevo gobierno y su poder económico, se iniciaron la construcción de palacios gracias al tesón de las ricas familias no aristocráticas que crearon una nueva nobleza: los patricios del dinero. De Marco Polo, el famoso aventurero y mercader, se conserva su casa situada en el Gran Canal, al que convergen los demás esparcidos por toda la ciudad.

El Palacio Ducal sobre un largo soportal de columnas dóricas con sus capiteles diferentes, estaba formado por tres cuerpos diferentes que luego se unificaron, y era la residencia de los 120 duques a lo largo de su historia. Ciudad que nunca fue invadida hasta que con la llegada de Napoleón se dio por terminado el poder ducal.

Venecia está formada por 120 islas y más de 140 canales con una población cercana a los 300.000 habitantes, de los que 70.000 viven en la isla principal a pesar de la insalubridad existente y con la única protección de tener desocupadas las primeras plantas recayentes a los canales.

La actividad comercial gira en torno a la Plaza de San Marcos, patrón de la ciudad, construida entres los años 1582 y 1640. En ella destaca la Catedral, en cuyas puertas unos frescos muestran la retirada de las reliquias de San Marcos de Alejandría gracias a unos mercaderes venecianos, donde fue martirizado, y su llegada a Venecia, donde fueron respetuosamente recibidas. En su honor, construyeron la iglesia donde reposan sus restos, convertida en Catedral y adoptándolo como patrón de la ciudad en sustitución de San Teodoro, cuya imagen se puede observar sobre una elevada columna a la entrada de la Plaza, junto a otra gemela en la que se realza el león alado asociado a San Marcos.

Venecia está sustentada en su fondo por un gran bosque de troncos de roble que iban fijando sobre el suelo marino. Con el tiempo, momificados como piedras, son el más firme puntal de toda la superficie que en forma de S invertida dan consistencia a la multitud de templos, palacios y torres, algunas de ellas inclinadas, cuando por su peso, los troncos sumergidos cedieron a su fuerza. Fijamos la atención en la Catedral, en el Campanario, en la Torre que domina la plaza y nos adentramos por una calle de tiendas buscando el Puente de Rialto, el que domina el Gran Canal.
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Después de un recorrido en góndola y un ligero descanso sentados en la Plaza San Marcos tomando un café, dedicamos un tiempo a las compras hasta la hora fijada del regreso al crucero MSC Música.

Después de una pequeña siesta y cargado con la digital y los primaticos subí a la parte alta del crucero para gozar de la despedida de Venecia. En un largo recorrido despidiendo a la ciudad, desde tan alta atalaya, la panorámica que se observa resulta espléndida. A navegación lenta y situados sobre la ciudad de Venecia, ir abandonándola observando cada una de sus casas, su puentes, sus canales, sus torres, la Plaza de San Marcos tan alta y tan cercana al mismo tiempo, es uno de los recuerdos almacenados tanto en mi memoria como en la maquina digital que por ser ésta más duradera, resultará también más eficaz.

En la última noche en el barco, la cena con los amigos resultó muy entrañable, y tanto Idoia, como Prado, como David, como Rogelio el amigo culipardo, y con el recuerdo permanente de Mireia y Eloy, los deseos de un próximo encuentro quedaron patentes en la mesa. Al levantarnos de ella, decidimos tomar una copa juntos en el Tucano Music Hall, donde pasamos la última velada a bordo del crucero.

Ya sólo quedaba hacer las maletas, dormir la última noche y emprender el regreso de cada uno a su lugar de origen, eso sí, a parejitas.

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